Salvatore Mancuso contó las relaciones paramilitares con la Policía, el Ejército y la élite política: “Llegamos a incidir en elecciones presidenciales”

El jefe paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia en Córdoba tendrá cuatro días, los dos primeros el 10 y 11 de mayo, para aportar verdad

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Audiencia de Salvatore Mancuso en la JEP
Audiencia de Salvatore Mancuso en la JEP

Arranca la última oportunidad para que el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso aporte verdad suficiente para ser acogido por la Jurisdicción Especial para la Paz. El primer día, los magistrados indagarán por las “Convivir como fachada del accionar paramilitar”; cada día se abordará una práctica criminal definida para darle la oportunidad de entregar información nueva y relevante.

De acuerdo con la JEP, “las Convivir fueron presentadas como asociaciones cuyo fin principal era brindar seguridad y prevenir y contrarrestar a los grupos criminales y las guerrillas. Bajo ese ropaje legal, establecieron vínculos estrechos con miembros de la fuerza pública, incluyendo algunos altos mandos militares de la Brigada 11, como el general (r) Iván Ramírez Quintero y el coronel (r) Lino Sánchez Pardo”.

La audiencia se desarrolla en Montería, Córdoba, donde tuvo su principal actuar criminal y es un territorio clave para comprender la lógica de la incursión y expansión paramilitar, pues según la JEP las prácticas que se iniciaron allí se establecieron a otras zonas del país como Norte de Santander, Sucre y Cesar.

Mancuso participa virtualmente debido a que se encuentra recluido en los Estados Unidos a la espera de establecer su situación jurídica para regresar a Colombia. Una de esas oportunidades es que sus crímenes los investigue la JEP, pero para que sea aceptado como compareciente debe probar que fue un sujeto incorporado materialmente a la fuerza pública y actuó como bisagra con los grupos paramilitares.

Comparecencia de Salvatore Mancuso en la JEP
Comparecencia de Salvatore Mancuso en la JEP

Sus aportes a la verdad deben superar lo que ya se conoce y ha sido probado en la justicia ordinaria y Justicia y Paz durante los 18 años de investigaciones. “A partir de los aportes presentes, efectivos, suficientes y, además, novedosos que haga, se resolverá su situación jurídica en la Jurisdicción Especial para la Paz”, sostuvo el tribunal especial.

Mancuso aseguró que la justicia ordinaria se quedó “corta” en investigación y juzgamiento de delitos de lesa humanidad y de guerra. Sobre Justicia y Paz también se quedó corta, por lo que fue necesario un nuevo sistema de justicia transicional que generara, en su concepto, mayores garantías a víctimas y comparecientes.

“El motivo por el cual solicito comparecencia voluntaria es porque la JEP incorpora nuevos mecanismos que permiten profundizar en temas y situaciones del conflicto armado que Justicia y Paz no tenía cómo abordar”, sostuvo el exjefe paramilitar al explicar por qué busca acceder al tribunal especial.

Para Mancuso es fundamental que este tribunal restituiría sus derechos civiles y políticos. “Hasta el día de hoy los exintegrantes de las desmovilizadas autodefensas no hemos tenido un proceso efectivo de reincorporación. Hemos aprendido durante todos estos años que podemos apostarle a la paz, reconciliación y no repetición y de Justicia y Paz no se puede”, sostuvo.

Un día antes de iniciar la audiencia única de verdad, Mancuso participó en una conmemoración de la Cancillería en Juan Frío, Norte de Santander, como reconocimiento a las víctimas desaparecidas en los hornos crematorios por paramilitares en ese municipio. Allí manifestó su voluntad de ayudar en la búsqueda de desaparecidos en la zona de frontera.

Mancuso señaló que lleva 17 años aportando verdad a Justicia y Paz, pero allí nunca entró en proceso judicial los crímenes de la fuerza pública. “Se quedó en las versiones libres y verdades nuevas que no habían podido ser reconstruidas, no porque no las haya querido decir, sino porque no había tenido los medios necesarios debido a la extradición y los intereses de quienes me extraditaron”, señaló.

“Justicia y Paz no tenía capacidad o interés, pero es de pleno interés de la JEP, participaciones directas que participé como bisagra hasta operaciones que por línea de mando están bajo mi responsabilidad que muestran el contubernio entre fuerza pública, autodefensas, convivires”, afirmó el exjefe paramilitar.

“Las Convivir fueron el instrumento perfecto para la multiplicación de las autodefensas. El esquema utilizado para ello fue el aprendido a través de estas fuerzas militares. Nos fuimos, después de una reunión con el general Iván Ramírez y el gobernador de Córdoba, Carlos Buelvas Aldana, en una finca cerca a El Vidrial, cerca de Montería, donde asistió el general, el gobernador, no recuerdo si de pronto Benito Osorio. Creo que asistió Fernando, el capitán Victoria, allí se pactó la creación y expansión de las autodefensas hacia el norte de Colombia”, sostuvo.

“Las personas vieron que estaban agobiados por la guerrilla venían a hablar con nosotros, llegaron a pedirnos creación de autodefensas, el mismo presidente de Fedegán Jorge Visbal Martelo en algunos momentos nos hizo preguntas de por qué no habíamos creado autodefensas en tal zona de Cesar, Bolívar”, aseguró el exparamilitar en la audiencia.

Audiencia única de aporte a la verdad de Salvatore Mancuso
Audiencia única de aporte a la verdad de Salvatore Mancuso

Mancuso señaló que “no era sino llamar” a los comandantes del Ejército, la Policía, el DAS e incluso la Fiscalía para cambiar a los funcionarios que se interpusieran a las acciones paramilitares. Señaló que el general Iván Ramírez, quien ha negado ante la JEP colaborar con las autodefensas, impulsó la expansión del paramilitarismo. Incluso afirmó que lo llamaba directamente para pedir favores, como mover helicópteros que afectaban sus intereses.

Afirmó que la fuerza pública, como la Infantería de Marina en Sucre le entregaron listados de personas que, según la inteligencia militar, eran guerrilleros. Ese documento, que no se había conocido, incluía fotografías, tanto de alzados de armas como supuestos colaboradores, políticos e ideólogos que se convertían en “pena de muerte” cuando llegaban a manos de las autodefensas.

Mancuso sostuvo que José Miguel Narváez, exdirector del DAS condenado por el crimen de Jaime Garzón, les dijo en las escuelas de formación que un ideólogo “hace más daño que 100 guerrilleros armados”. Por eso las personas que aparecían en los informes se volvían objetivos militares y causaron masacres.