Jesus Santrich: su muerte fue una misión militar y no un ajuste de cuentas

La versión oficial sugería que el exlíder guerrillero fue asesinado por sus excompañeros en un ajuste de cuentas

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Imagen de archivo de Jesús Santrich. Colprensa
Imagen de archivo de Jesús Santrich. Colprensa

La versión oficial que existe sobre la muerte de Seuxis Pausias Hernández Solarte, también conocido con el alias Jesús Santrich, es que fue asesinado en una emboscada a manos de un grupo venezolano cuando se desplazaba en una camioneta por el país vecino.

Se habla que fue un ajuste de cuentas que tenía un grupo ilegal de ese país con el líder de las Disidencias de las FARC, “La Segunda Marquetalia”.

Pero, de acuerdo con una reconstrucción de los hechos por parte de la Revista Cambio, realmente se trató de una operación de un coronel de inteligencia, llamado Mario Sarmiento Reyes, de 47 años de edad, que contó con el aval de altos mandos, como lo son el excomandante del Ejército Nacional, Eduardo Zapateiro; Diego Molano, exministro de Defensa; e Iván Duque, expresidente de Colombia 2018-2022.

La publicación señala que es impensable que el militar actuara sin ayuda del Estado colombiano, más cuando un movimiento en falso en esta operación implicaría una guerra con Venezuela, un país más poderoso militarmente y con quien Iván Duque no tenía buenas relaciones diplomáticas, ya que señalaba que al régimen de Nicolás Maduro le quedaban “horas” en el poder, algo que finalmente no sucedió a pesar de las constantes comunicaciones con Washington para que interviniera militarmente a la “República Bolivariana”.

Según ese medio de comunicación, un pequeño grupo de militares (seis) altamente cualificados para este tipo de operaciones se dirigieron en dos helicópteros UH 60 a territorio venezolano, que al llegar contaba con desmovilizados quienes les dieron importante información sobre el territorio y otros pormenores a Sarmiento.

El coronel se caracterizaba por utilizar como fuente informativa a quienes pertenecían a la extinta FARC, relaciones que desarrolló cuando era comandante del Grupo de Apoyo a Desmovilizados.

También contó con la ayuda de un integrante del robusto anillo de seguridad del exlíder de las Disidencias de las Farc de la Segunda Marquetalia, pues se le ofreció un pago de 10 millones de dólares por informar del momento en que se podía dar el asalto al vehículo de alias Jesús Santrich. Esta misma persona denunció tiempo después que nunca le pagaron lo pactado por esta información.

De acuerdo con la Revista Cambio, al informante no solo no le pagaron el dinero, sino que le amenazaron a su familia, por lo que no tuvo otro remedio que entregar toda la información a Sarmiento.

Para cobrar la recompensa de los estadounidenses se debía llevar una prueba tangente y creíble de la baja de alias Jesús Santrich, por eso un militar le cortó uno de los meñiques a exlíder guerrillero, pero este “se perdió”; aunque, nadie supo si ese dinero nunca se cobró o quedó en las manos de altos mandos de inteligencia.

Por la muerte de alias Jesús Santrich, Sarmiento recibió una comisión en los Estados Unidos, país en el que –según la Revista Cambio–el militar vivió por varios meses “a sus anchas” o “como un rey”.

A pesar de tener un rotundo éxito a su espalda, la carrera militar de Sarmiento quedó en veremos, dado que hay fuertes cuestionamientos en contra del coronel. Además de denuncias por malos tratos, también se ha manifestado un excesivo gasto de recursos monetarios para completar sus misiones.

Una de esas operaciones fue una que se desarrolló en el 2012, conocida como Operación Neptuno, en territorio venezolano para dar de baja al narcotraficante alias Jhon 40. Sarmiento debío hacer una fachada de una expedición botánica con el fin de atacar al insurgente, en ella el coronel gastó cientos de millones de pesos en indumentaria, alimentación para más de 30 hombres, teléfonos satelitales y dólares, con el fin de comprar a integrantes de la guardia venezolana, pero todo resultó mal y el militar –supuestamente– quedó endeudado, ya que utilizó y pidió plata prestada para desarrollar el operativo.

En otra operación, llamada Magistral, un informante a cambio de unos 400 millones de pesos había denunciado la ubicación de un laboratorio de un laboratorio de cocaína y “bultos de dinero”; la droga apareció, pero los dólares no. En un registro de la Fiscalía aparece que Sarmiento fue presionado para dar un “golpe” rentable tras el fiasco de “Neptuno” y así cubrir su deuda.