Estudiantes de un colegio privado en Bello llegaron en una tanqueta del ESMAD a su primer día de clases

Policías recibieron a los alumnos de último año que grabaron algunos videos de su paseo por el municipio antioqueño

Compartir
Compartir articulo
Organizaciones de derechos se mostraron molestas
Organizaciones de derechos se mostraron molestas

Ni en limosina, ni en autobús escolar. El colegio Londres en Sabaneta, Antioquia, habría recibido a sus estudiantes de último año con policías en la puerta de la institución. Los jóvenes iban a bordo de una tanqueta del Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía Nacional (ESMAD).

En lo que, aparentemente, sería un intento por acercarse a la población civil, en este caso a los estudiantes de un prestigioso colegio que están a puertas de salir al mundo laboral, la Policía y su unidad Antidisturbios quisieron darle un último ‘primer día de escuela’ inolvidable a los estudiantes del grado once.

En los videos, que estudiantes compartieron en redes, una de las menores comentó en la descripción: “POV: Nuestra entrada de once”, encendiendo las alarmas de organizaciones defensoras de derechos humanos que, a pesar de entender que la entidad tiene funciones comunitarias, consideran que pasear a menores de edad, con bengalas, en un vehículo que es símbolo del conflicto, choca con el Código de Infancia y Adolescencia y el mensaje de paz total del Gobierno actual.

Al respecto, la Policía declaró que esta era una actividad completamente legal y que con ella buscaba acercarse a la comunidad estudiantil, según indagó la revista Cambio.

Sin embargo, en una entrevista del mismo medio con Hilda Molano, miembro del equipo de la Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia (Coalico), afirmó que, a pesar de que la Policía es una institución legalmente constituida, que vela por los intereses del Estado: “en Colombia hacen parte de la fuerza pública y usan armas y material de guerra pensado para contrarrestar a los actores armados no estatales”.

Y además sostuvo que, “En un contexto como el nuestro donde este tipo de acciones se dan en un escenario de alto conflicto y presencia de los actores armados ilegales se debe presumir el riesgo en el que se pone a la población con este tipo de acciones rompiendo el principio de distinción del derecho internacional humanitario”, presupuesto enmarcado en décadas de violencia y conflicto armado que ha dejado a miles de víctimas, cuyos derechos fueron violentados, perdieron su vida o fueron desplazadas.

Antes de que la menor que publicara el video decidiera eliminarlo, los comentarios negativos no se hicieron esperar. Usuarios en redes se mostraron preocupados y a través de la indignación y la sátira criticaron las acciones de la Policía.

Varios de ellos opinaron algo similar a Molano: “una tanqueta es un arma de guerra y no tiene nada que ver con procesos de formación, recreación o de naturaleza similar que puedan homologarse a una oportunidad de acceso de derechos de las niñas y los niños”.

En el pasado, actuaciones similares le han ganado al Gobierno colombiano críticas de diversos organismos internacionales, que consideran el uso de armas de forma recreativa una apología a la violencia y a la guerra que, en Colombia, no ha sido un tema que pueda tomarse a la ligera.

Ni el colegio, ni los estudiantes que subieron en la tanqueta, ni sus padres de familia se han referido al polémico video, pero, en definitiva, todos recordaran la forma en la que llegaron los estudiantes de la generación 2023 a su último ‘primer día de clases’.