La historia de Ignacio y Pablo: los alumnos sanjuaninos que ganaron un concurso y conocerán La Rural

Un sueño que se convirtió en realidad. El objetivo era llevar adelante un proyecto de impacto social, ambiental y económico en el sector agrícola para la región. En este caso, una planta procesadora de corazones de alcauciles, llevará a los adolescentes a la Exposición

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La docente Gabriela Zaragoza, los alumnos ganadores Pablo Reggio e Ignacio Loncaric, y Mariela Arancibia, Secretaria de la Agencia de Desarrollo Económico de Rawson (ADER).
La docente Gabriela Zaragoza, los alumnos ganadores Pablo Reggio e Ignacio Loncaric, y Mariela Arancibia, Secretaria de la Agencia de Desarrollo Económico de Rawson (ADER).

El jueves por la mañana continuará la fantasía de un sueño que parece no tener fin: la ilusión de dos adolescentes sanjuaninos que decidieron presentarse a un concurso sin pensar siquiera que podían ganar. ¿El premio? recorrer por primera vez el predio de la Rural.

No estarán solos: María Gabriela Zaragoza, la docente e ingeniera agrónoma de 29 años que eligieron como tutora y supo orientarlos en su sueño emprendedor, los acompañará durante los tres días que durará el viaje.

La historia de los jóvenes trascendió los medios nacionales cuando el martes pasado, en el acto de lanzamiento de la 133° edición de la Exposición de Palermo, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, anunció que iba a recibir a dos alumnos de una escuela agrotécnica de San Juan que habían ganado un concurso en donde debían presentar un proyecto agroindustrial.

Cómo comenzó todo

En la provincia de San Juan, la historia comenzó hace un par de meses cuando la Agencia de Desarrollo Económico de Rawson (ADER), lanzó la primera edición del concurso Agrojoven Rawsino donde los estudiantes debían presentar proyectos que generen un impacto social, ambiental y económico en el sector agrícola para la región.

Nacidos en familias de productores, Ignacio Loncaric y Pablo Reggio, alumnos de sexto año de la escuela Los Pioneros, decidieron presentarse.

Para hacerlo, eligieron como tutora a Zaragoza, a quien ya conocían cuando cursaron la asignatura Producción Caprina: "Al principio dudaban, me decían 'no vamos a ganar porque hay muy buenos proyectos', pero decidieron seguir adelante", recordó la docente en diálogo con
Infobae. Fue así que los jóvenes, ambos de 17 años, plasmaron su idea en un
proyecto viable: una planta procesadora de corazones de alcauciles en escabeche.

 
Cultivos de alcaucil en San Juan
Cultivos de alcaucil en San Juan

Según explicó la profesional, el alcaucil es uno de principales productos de la zona: "La actividad está conformada por pequeños y medianos productores que trabajan aproximadamente unas 150 hectáreas. Quizá la cifra parece pequeña pero es un cultivo intensivo que necesita de mucha mano de obra", afirmó.

Además, explicó que la alcachofa es un producto cuya rentabilidad varía según la época de cosecha: "Al principio el precio es alto y luego el valor disminuye progresivamente con el aumento de la producción. Cuando llegan los meses con mayor temperatura, como octubre y noviembre, se reduce la calidad del alcaucil, hay más oferta y el precio que recibe el productor disminuye. Entonces deben vender la producción a industrias de otras provincias porque en San Juan no existe ninguna fábrica que procese alcaucil", puntualizó la ingeniera.

Los alumnos detectaron esta problemática y concluyeron que una planta
industrializadora ubicada en San Juan solucionaría este problema, daría valor agregado, mano de obra local y ahorraría los costos de logística logrando cerrar la cadena productiva.

El producto final

Según explicaron en el proyecto, los corazones de alcachofas se presentarán en envases de vidrio de 350 gramos "listos para consumir". "Ellos notaron que el alcaucil no se consume fresco porque es una hortaliza que no forma parte de la canasta básica", explicó Zaragoza. Además, los alumnos contemplaron que se reutilizarán los envases durante el proceso productivo y los restos de materias primas serán usados como alimento para ganado.

El producto terminado de corazones de alcaucil al escabeche.
El producto terminado de corazones de alcaucil al escabeche.

El 5 de julio pasado, los jóvenes no podían contener su alegría cuando en la biblioteca Popular Sur, las autoridades del municipio de Rawson anunciaron que su idea, entre una veintena de proyectos, era la ganadora del certamen.

"Estaban muy emocionados porque uno de los chicos nunca había viajado en avión, ni conoce Buenos Aires", explicó la docente.

La escuela agrotécnica Los Pioneros está ubicada en la localidad de Médano de Oro donde asisten unos 240 alumnos. En 2020, Loncaric y Reggio se recibirán de Técnicos en Producción Agropecuaria y juntos tienen decidido estudiar la carrera de Agronomía en la Universidad Nacional de San Juan.

Mañana, Reggio viajará por primera vez en avión y conocerá Buenos Aires. "Estoy muy emocionado y con un poco de nervios. Es algo muy lindo poder conocer La Rural. Por el campo siento mucho aprecio, me he criado ahí, en mis ratos libres le ayudo a mi papá que es productor de espárragos y alfalfa", afirmó el joven.

El alumno destacó, además, que el próximo paso es obtener financiamiento para concretar la planta: "Queremos que pase de ser un proyecto a un emprendimiento", puntualizó.

Ignacio y Pablo conocerán por primera vez La Rural.
Ignacio y Pablo conocerán por primera vez La Rural.

Por su parte, Loncaric afirmó: "Sentimos un orgullo muy grande, no creíamos que íbamos a ganar. Había proyectos muy interesantes. El campo es donde me crié y quiero darle un valor y una ayuda para sacar las economías regionales adelante".

Según confirmaron fuentes de la SRA, el mismo Pelegrina recibirá en persona a los alumnos y a la docente. Como un sueño hecho realidad, los dos adolescentes se sumarán por primera vez al millón de visitantes que por año recorren la Exposición Rural.

Durante el lanzamiento oficial de la muestra, el titular de La Rural dijo: "Esta noticia es relevante por varios motivos. Por un lado, llama la atención el valor simbólico del nombre de la Escuela: Los Pioneros. Dice mucho acerca de la historia del municipio de Rawson, fundado por hombres y mujeres dedicados en su mayoría a la actividad agropecuaria. Su desarrollo se acelera luego del terremoto de 1942, cuando nuevos pioneros se asientan en la zona para emprender la reconstrucción de una provincia devastada. Pero por otro lado, Los Pioneros dice mucho, además, acerca del espíritu
de nuestra entidad, de sus fundadores y, sobre todo, del carácter innovador y emprendedor que distingue a todo el campo argentino, no solo el de la Pampa Húmeda; también el de las Economías Regionales de Patagonia, NOA, NEA, Cuyo y de cada rincón del país donde hay un productor".