¿Es el “momento Lehman” del criptomundo?

La criptoindustria se ha hecho famosa por sus dramáticos giros, precios que suben y bajan como una montaña rusa y fortunas que aparecen y desaparecen de un día para otro

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Changpeng Zhao, director ejecutivo de Binance, el intercambio de criptomonedas más grande del mundo, en Singapur, el 29 de mayo de 2021 (REUTERS/Pedro Nunes/Archivo)
Changpeng Zhao, director ejecutivo de Binance, el intercambio de criptomonedas más grande del mundo, en Singapur, el 29 de mayo de 2021 (REUTERS/Pedro Nunes/Archivo)

La criptoindustria se ha hecho famosa por sus dramáticos giros, precios que suben y bajan como una montaña rusa y fortunas que aparecen y desaparecen de un día para otro.

Pero, incluso para los estándares del criptomundo, los sucesos de esta semana fueron descabellados.

A los espectadores ajenos al criptomundo, la noticia sobre el colapso de FTX, una de las mayores casas de cambio de criptomonedas del mundo, quizá les parezca sosa o esotérica… el tipo de historia que pasarían de largo sin siquiera notarlo hasta toparse con el artículo sobre la tempestad más reciente causada por Elon Musk en Twitter.

Pero en el criptomundo ya se le conoce como el “momento Lehman” de la industria, en alusión al derrumbe de Lehman Brothers en 2008, que desató un pánico financiero global e hizo evidente incluso para los nada versados cuán grandes eran las dificultades de Wall Street.

De hecho, el despeñadero de FTX, incluido un intento fallido de venderse a la casa de cambio de criptomonedas rival Binance, bien podría convertirse en la narrativa más fascinante del año en el mundo de las criptomonedas, un drama del tipo de la serie “Succession”, que involucra enemistades entre multimillonarios, rumores de sabotaje y batallas de gran riesgo por el futuro de la industria. Se trata de una sorprendente y repentina caída de una de las mayores celebridades del mundo de las criptomonedas. Además, es una señal de que la industria, que ya sufre las consecuencias de un terrible año de pérdidas, podría atravesar tiempos todavía peores.

Sin embargo, para comprender la lógica de esta situación, es necesario conocer al menos parte de la complicada historia que nos condujo hasta este momento. A continuación, un breve resumen:

— Hay dos casas de cambio en las que se realizan la mayoría de las operaciones con criptomonedas en todo el mundo: Binance y FTX.

— Al frente de Binance, la mayor de entre estas dos casas de cambio, se encuentra el multimillonario de origen chino Changpeng Zhao, conocido en los círculos del criptomundo como C. Z. Las operaciones de Binance son un tanto turbias (no tiene oficinas centrales oficiales y ha tenido dificultades con autoridades y reguladores de muchos países en los que opera), pero ha sido de lo más exitosa y en este momento controla alrededor de la mitad del mercado de cambio de criptomonedas.

— Quien dirige FTX, que cuenta con oficinas generales en las Bahamas, es Sam Bankman-Fried, multimillonario estadounidense de 30 años e importante donador de los demócratas. Su valuación fue de 32.000 millones de dólares en su última ronda de financiación. FTX, además, es más conocida que Binance en Estados Unidos, en parte porque ha invertido millones de dólares en anuncios durante el Supertazón, en derechos de denominación para estadios deportivos (el estadio sede de los Miami Heat se llama FTX Arena) y en la organización de conferencias sofisticadas con la aparición de celebridades como Bill Clinton y Tom Brady.

— FTX también se considera (o se le consideraba hasta esta semana) una de las empresas de “primera categoría” en el criptomundo: el tipo de negocio estable y bien capitalizado que sobrevivió aun cuando el resto del mercado de las criptomonedas se derrumbaba. De hecho, dedicó gran parte de este año a rescatar a otras criptofirmas, y los inversionistas en general la consideraban una empresa responsable y adulta que no participaba en negociaciones riesgosas ni especulativas ni apostaba con los fondos de sus clientes.

— Bankman-Fried, conocido como S. B. F., se hizo muy famoso debido al éxito de FTX, una especie de símbolo de la industria de las criptomonedas. Es un nerdo extravagante y modesto, de cabello rizado y desaliñado, que viste bermudas y ha cultivado cierta reputación de magnate de las criptomonedas respetuoso de las leyes (en una portada reciente, la revista Fortune lo bautizó como “el siguiente Warren Buffett”).

— Zhao, por otra parte, es conocido como una especie de renegado. Se ha opuesto a las solicitudes de más regulación para las criptomonedas, y Binance está prohibida en varios países por operar sin las licencias adecuadas (bajo presión de las autoridades, Binance bloqueó a los usuarios estadounidenses de su plataforma principal en 2019 y estableció Binance.us, una casa de cambio independiente, con el propósito de operar legalmente en Estados Unidos).

— Este año que la industria quedó bajo la lupa en Washington, Bankman-Fried y FTX comenzaron a cabildear en Capitol Hill, con inversiones de millones para ganarse a legisladores escépticos y apoyar la aprobación de regulaciones favorables para el criptomundo. Estas acciones de cabildeo han provocado división. Algunos partidarios de las criptomonedas apoyaron los esfuerzos de FTX para tener más regulación, pero otros acusaron a Bankman-Fried de intentar poner en dificultades al resto de la criptoindustria, pues las leyes que apoyaba afectarían a sus competidores, pero dejarían intactas las operaciones de FTX.

— Zhao pertenece al grupo de opositores a las acciones de cabildeo de FTX. “No apoyaremos a gente que cabildea en contra de otros actores de la industria a sus espaldas”, escribió en Twitter. En cierta época tuvo una relación amistosa con Bankman-Fried; Binance incluso fue uno de los primeros inversionistas en FTX y recibió un número considerable de tókenes FTT, la criptomoneda propia de la casa de cambio FTX, cuando vendió su participación en la empresa el año pasado. Por desgracia, los dos multimillonarios empezaron a distanciarse cuando los objetivos de sus empresas comenzaron a diferir. Ahora, libran una batalla oficial por las acciones de cabildeo.

— La semana pasada, el medio noticioso de la criptoindustria CoinDesk informó sobre un documento filtrado que afirmaba que el fondo de cobertura para criptomonedas de Bankman-Fried, Alameda Research, tenía cantidades inusuales, muy considerables, de tókenes FTT. La noticia dio a entender que FTX y Alameda, que en teoría eran dos empresas independientes, en realidad tenían lazos estrechos (algunos observadores del criptomundo han especulado que Zhao y Binance quizá filtraron el documento para sembrar dudas sobre la estabilidad de FTX, pero Binance lo ha negado).

— Después de que se dio a conocer la noticia, Zhao anunció que Binance vendería la totalidad de su participación en tókenes FTT (con un valor aproximado de 500 millones de dólares) debido a “revelaciones recientes” sobre Alameda y FTX. El anuncio causó el desplome del valor de FTT.

— Temerosos de perder su dinero, los inversionistas retiraron más de 6000 millones de dólares de la casa de cambio FTX en un periodo de tres días, lo que dejó a la empresa casi sin efectivo para cubrir sus obligaciones. Bankman-Fried intentó calmar a los inversionistas con un tuit en el que dijo “FTX está bien” y “un competidor intenta atacarnos con rumores falsos”. Pero el pánico no paró y, tras intentar obtener un rescate de inversionistas privados sin éxito, Bankman-Fried anunció el 8 de noviembre que les vendería su empresa (excepto la parte sujeta a legislación estadounidense, conocida como FTX.us) a Zhao y Binance.

— El 9 de noviembre, Binance cambió de opinión y anunció que no concretaría la compraventa, pues después de examinar los libros de la empresa, decidió que los problemas de FTX “están más allá de nuestro control o capacidad de ayudar”.

Todo esto ocurrió en tiempo real en Twitter, donde Zhao y Bankman-Fried son activos (y de la que Zhao es propietario desde la semana pasada, ya que Binance invirtió alrededor de 500 millones de dólares en la adquisición de la empresa por parte de Elon Musk).

Mientras un aluvión de noticias del criptomundo sobre el colapso de FTX invadía Twitter, los empleados e inversionistas de FTX intentaban encontrarle la lógica a lo sucedido. Bankman-Fried, en una carta dirigida a los inversionistas, se disculpó por no haber tomado mejores medidas de precaución.

“Siento mucho no haber tomado mejores decisiones”, escribió.

Zhao, por otra parte, pareció disfrutar la conquista de su mayor rival y en sus tuits incluyó consignas como “Nunca utilices un token que tú creaste como colateral”.

Los días de Bankman-Fried como magnate de las criptomonedas quizás hayan llegado a su fin (el 8 de noviembre, Bloomberg calculó que su valor neto había bajado un 94 por ciento y que ya no superaba los 1000 millones de dólares). Sin embargo, la pregunta más importante para los inversionistas en criptomonedas es si el problema fue que los cimientos de su imperio eran tremendamente inestables o si solo fue la primera empresa de la industria en derrumbarse.