Cuáles son los 5 errores más habituales al empezar el gimnasio y cómo evitarlos

Los beneficios de practicar actividad física abarcan desde fortalecer los músculos y la estructura ósea hasta mejorar la postura, el descanso nocturno y la calidad de vida en general, sin embargo, comenzar a hacer ejercicio puede generar molestias, especialmente cuando por falta de conocimiento, se producen lesiones.

Mantenerse en movimiento siempre es bienvenido, pero hacerlo sin la mirada de un profesional, o bien siguiendo cuentas de influencers que recomiendan ejercicios sin ser especialistas puede resultar en más problemas que beneficios.

Un mal movimiento, una molestia que no es tenida en cuenta, una elongación no hecha que era necesaria, o no tener en cuenta a la alimentación en la rutina de entrenamiento, no son detalles, son pequeñas decisiones que generan consecuencias en el cuerpo. Según los expertos en acondicionamiento físico, estos son los cinco errores que las personas tienden a cometer al iniciar el entrenamiento:

1- Entrenar demasiado

Pasar de no entrenar a hacerlo los siete días de la semana no es un buen camino de inicio, como tampoco lo sería dejar demasiado tiempo entre sesiones, ya que puede perderse la motivación. “No deje pasar más de tres días entre los entrenamientos. Después de ese tercer día, se vuelve más fácil detenerse por completo”, reconoció Charlee Atkins, fundadora de una aplicación de acondicionamiento físico de EEUU.

Ya sea que se esté haciendo ejercicio en casa o en el gimnasio, lo ideal es comprometerse con dos o tres entrenamientos a la semana, cada uno enfocado en un tipo diferente de ejercicio.

“El entrenamiento no tiene que ser de alta intensidad para ser valioso. Las opciones más suaves, como clases de estiramiento y movilidad o salir a caminar, son un buen punto de partida para los principiantes, además de útiles para los días en los que no se siente con ganas de algo más extenuante”, dijo la entrenadora en declaraciones a la revista Newsweek.

2- No hacer los ejercicios correctamente

Toda actividad física es un buen ejercicio, si se hace bien. Si no es así, aparece el riesgo de tener problemas tanto a largo como a corto plazo. Es importante aprender la forma adecuada de un ejercicio antes de aumentar la velocidad o las repeticiones, lo que se puede hacer viendo tutoriales de entrenadores certificados, consultado a especialistas y realizando ejercicios frente a un espejo.

Ya sea por restricciones de movilidad, lesiones previas o falta de conocimiento, hacer ejercicios incorrectamente puede provocar lesiones. La mayoría de los ejercicios que elijo para mis alumnos se pueden hacer fácilmente en casa, sostuvo Atkins.

Por su parte, Drew Schwartz, quiropráctico de la Clínica Cleveland de EEUU, se manifestó en contra la elección de ejercicios porque son populares o están de moda en las redes sociales. Y aconsejó “optar por movimientos que puedan realizar de manera adecuada y que se adapten al estado físico de cada persona”.

3- Elegir la rutina equivocada

No es lo mismo la tonicidad y elasticidad que otorga la práctica de pilates, que el desarrollo de fuerza y resistencia que brinda el entrenamiento funcional. Parece obvio, pero siempre vale destacar que diferentes ejercicios conducen a diferentes resultados, por lo que se debe elegir el tipo correcto para nuestro objetivo personal.

Antes de empezar una rutina de fitness, lo primero es hacer una consulta con un profesional de la salud para un chequeo general. Una vez que obtengamos el certificado de apto médico, una forma sencilla de evaluar nuestro acondicionamiento físico frente a determinado ejercicio es poder realizar las repeticiones propuestas de forma cómoda, si quedar exhaustos.

No es recomendable realizar 100 abdominales o 50 estocadas en la primera práctica si la persona pasó mucho tiempo sin realizar esfuerzos físicos, ir de menos a más es siempre lo recomendable.

En este punto, Schwartz enfatizó la importancia de elegir ejercicios que también sean disfrutables. “No importa si se trata de correr, entrenamientos con pesas o yoga -dijo-. “Muévete como te gusta moverte, eso es lo que hará que quieras hacerlo más”.

4- Esperar resultados demasiado rápido

El tiempo necesario para notar un cambio en el tono muscular varía según el individuo, pero la constancia es clave para ver los resultados. Establecer metas realistas conducirá a efectos más duraderos que una dieta rápida o un régimen de ejercicio exagerado.

“Les digo a mis alumnos que sean más activos que el promedio -destacó Atkins-. Si eres constante, comenzarás a ver cambios y resultados”. Para ella, “el entrenamiento con pesas es una excelente forma de ejercicio para las personas que están aprendiendo, ya que mejora la movilidad y la coordinación, además de desarrollar músculo”.

En este punto, Schwartz recomendó “comenzar con bandas de resistencia, ejercicios de peso corporal y pesas pequeñas para construir una base sólida”. “El entrenamiento de fuerza puede quemar más calorías que el ejercicio cardiovascular”, añadió, por lo que destacó que “también es útil para perder peso”.

5- No tener en cuenta el estilo de vida

Hacer ejercicio es solo una parte de un estilo de vida saludable. Lo que se come, el patrón de sueño y horarios de trabajo también son importantes.

Cambiar los hábitos alimenticios, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, moverse regularmente durante el día (especialmente para los trabajadores de escritorio ) y tener un buen equilibrio entre el trabajo y la vida, son otros aspectos tan fundamentales como cada sesión en el gimnasio.

Lo importante es empezar, pero también mantener el entrenamiento, por eso, el doctor Alberto Cormillot señaló en Infobae que hay que empezar despacio: “Como cualquier programa, el de la actividad física es bueno solo si se sigue, y en ocasiones no es fácil cambiar de hábitos. Si tiene más de 30 años y viene de un período sedentario, las dos primeras semanas programe 15 minutos de actividad. Aumente el tiempo de a poco, sienta satisfacción por los primeros pasos”.

El experto nutricionista siempre insiste en que se debe comprender que bajar de peso o ponerse en forma lleva tiempo: “Si fuera tan fácil, nadie tendría kilos de más”.

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