Los fumadores tienen un 50 por ciento más de riesgo de desarrollar diez síntomas de COVID-19

Investigadores británicos recopilaron millones de datos de una aplicación de salud en Reino Unido y determinaron que fumar aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad en estadio grave

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Un fumador se enciende un cigarrillo en un parque de Madrid, en plena pandemia por COVID-19 - Efeagro/Fernando Alvarado
Un fumador se enciende un cigarrillo en un parque de Madrid, en plena pandemia por COVID-19 - Efeagro/Fernando Alvarado

Aunque en muchas personas la infección causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 es asintomática, alrededor del 20% desarrollan la enfermedad COVID-19 sintomático y en algunas personas de éstas hay directamente una afectación pulmonar progresiva con insuficiencia respiratoria y consecuencias sistémicas generalizadas que tienen a futuro mal pronóstico.

Así, el riesgo de complicaciones graves, con su consecuente internación en unidades de cuidados intensivos (UCI) es mayor en las personas adultas de más de 60 años y en las que padecen enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y EPOC.

En un nuevo estudio científico, investigadores británicos y estadounidenses confirmaron que el tabaquismo es un factor de riesgo significativo para las infecciones virales y bacterianas del sistema respiratorio, y los fumadores tienen cinco veces más probabilidades de desarrollar influenza y dos veces más probabilidades de tener neumonía, por lo que definitivamente es un importante factor de empeoramiento en SARS-CoV-2.

 Shutterstock 162
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Así, determinaron en una investigación, proporciona la primera evidencia concluyente, basada en datos del mundo real, publicada en el British Medical Journal (BMJ) que fumar duplica el riesgo de desarrollar un caso grave de coronavirus y necesitar hospitalización. La investigación encontró que los fumadores tienen un 14 por ciento más de probabilidades de tener los tres síntomas principales del coronavirus: fiebre, tos persistente y dificultad para respirar. Pero los fumadores también tienen un 50 por ciento más de riesgo de desarrollar más de diez síntomas a la vez, que incluyen tos, fiebre, pérdida del olfato, pérdida del apetito, diarrea, fatiga, confusión o dolor muscular, que las personas que no fuman.

Los datos se recopilaron de millones de británicos a través de la aplicación ZOE del King’s College London. Los hallazgos, publicados en la revista Thorax del BMJ, contradicen algunos estudios anteriores, muchos de los cuales han encontrado que los fumadores tienen menos probabilidades de contraer el coronavirus o enfermarse gravemente.

Los académicos han quedado desconcertados por los datos, dado que décadas de investigación han encontrado que fumar tabaco aumenta el riesgo de enfermedades mortales como cáncer de pulmón, accidentes cerebrovasculares y diabetes. El desarrollo de innumerables síntomas es a menudo un indicador de una infección más grave, creen los expertos. Pero a medida que la pandemia ha progresado, han surgido nuevas investigaciones que muestran que los fumadores que contraen COVID-19 tienen más probabilidades de ver que su enfermedad progresa rápidamente y conduce a la muerte.

Los fumadores tienen un 14 por ciento más de probabilidades de tener los tres síntomas principales del coronavirus: fiebre, tos persistente y dificultad para respirar - REUTERS/Eric Gaillard/File Photo
Los fumadores tienen un 14 por ciento más de probabilidades de tener los tres síntomas principales del coronavirus: fiebre, tos persistente y dificultad para respirar - REUTERS/Eric Gaillard/File Photo

El doctor Mario Falchi, investigador principal y profesor del King’s College de Londres (KCL), aseguró: “Algunos informes han sugerido un efecto protector del tabaquismo sobre el riesgo de COVID-19. Sin embargo, los estudios en esta área pueden verse fácilmente afectados por sesgos en el muestreo, la participación y la respuesta. Nuestros resultados muestran claramente que los fumadores tienen un mayor riesgo de sufrir una gama más amplia de síntomas de COVID-19 que los no fumadores’'.

El último estudio de KCL proporciona información real sobre los pacientes que viven con COVID y analizó tanto los casos autoinformados como los confirmados por laboratorio. Los datos de la aplicación muestran que, de los 2,4 millones de participantes que descargaron una aplicación de seguimiento de casos llamada ZOE entre el 24 de marzo y el 23 de abril del año pasado, 220.135 eran fumadores; alrededor del 11 por ciento. Esto es ligeramente más bajo que el promedio en todo el Reino Unido de que el 14 por ciento de la población fuma, pero fue representativo, dicen los investigadores. Los participantes enviaron varios datos sobre ellos mismos, cualquier síntoma que surgiera ante cualquier resultado de laboratorio positivo. Falchi afirma que los datos autoinformados son menos confiables, pero en esta etapa temprana de la pandemia, la capacidad de prueba era una fracción de lo que es ahora y solo estaba disponible en los hospitales.

Claire Steves, investigadora principal, médica consultora y lectora del King’s College London, precisó que “a medida que las tasas de COVID-19 continúan aumentando y el NHS (Instituto Nacional de Salud) se acerca a su capacidad total de ocupación de camas en UCI, es importante hacer todo lo posible para reducir los efectos del COVID-19 y encontrar formas de reducir las admisiones en los hospitales. “Nuestro análisis muestra que fumar aumenta la probabilidad de que una persona asista a los hospitales, por lo que dejar de fumar es una de las cosas que podemos hacer para reducir las consecuencias de la enfermedad en la salud”, aseguró.

Es importante hacer todo lo posible para reducir los efectos del COVID-19 grave, como por ejemplo, el dejar de fumar - REUTERS/Willy Kurniawan
Es importante hacer todo lo posible para reducir los efectos del COVID-19 grave, como por ejemplo, el dejar de fumar - REUTERS/Willy Kurniawan

Al comienzo de la pandemia, cuando se sabía poco sobre el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, los investigadores advirtieron instintivamente que los fumadores estarían en mayor riesgo, debido al hecho de que el coronavirus se dirige al sistema respiratorio y al vínculo conocido. Además del tabaquismo y el cáncer de pulmón, genera más peligro en aquellos que sufrieron accidentes cerebrovasculares, diabetes y otras afecciones crónicas.

Otros estudios comprobatorios

En otro estudio reciente, encabezado por el doctor Arunima Purkayastha, de la UCLA Children’s Discovery and Innovation Institute, Mattel Children’s Hospital UCLA, Departamento de Pediatría, Facultad de Medicina David Geffen de Los Ángeles.

En el desarrollo de su estudio verificaron que la exposición directa al SARS-CoV-2 y al humo del cigarrillo aumenta la gravedad de la infección y altera la respuesta de reparación de las vías respiratorias derivada de las células madre

El SARS-CoV-2 se dirige principalmente al tracto respiratorio. La enfermedad pulmonar grave por COVID-19 se ha asociado estrechamente con la edad avanzada, especialmente la edad mayor de 65 años. Entre estos adultos mayores hospitalizados, las afecciones médicas subyacentes se han asociado con COVID-19 grave, que incluyen hipertensión, obesidad, diabetes mellitus y enfermedad pulmonar crónica (Sanyaolu et al., 2020).

El Informe del Cirujano General de 1964 determinó que el humo del cigarrillo (CS) es la causa más importante de enfermedad pulmonar crónica, incluida la bronquitis crónica y el enfisema, además de causar cáncer de pulmón (Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., 2014). Mecánicamente, se ha demostrado que el cigarrillo reduce la inmunidad innata de la mucosa, lo que conduce a un aumento de la replicación viral.

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