Austria entró en confinamiento estricto mientras crecen las protestas en Europa contra las restricciones por el COVID

El gobierno austriaco cerró el comercio no esencial, la gastronomía, museos, eventos culturales y espectáculos para enfrentar la cuarta ola y bajar la ocupación de los hospitales

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Pocos peatones en el comienzo del nuevo confinamiento en Austria (Reuters)
Pocos peatones en el comienzo del nuevo confinamiento en Austria (Reuters)

Austria entró oficialmente en confinamiento este lunes pasada la medianoche, una medida severa que desató protestas el fin de semana, al igual que en países como Bélgica y Holanda, donde hubo manifestaciones contra las restricciones por el covid-19.

Viena parecía una ciudad muerta, donde los comercios, restaurantes, mercados navideños, salas de concierto y peluquerías bajaron la cortina. Salvo las escuelas, la capital y el resto del país amanecieron el lunes en silencio.

Como en confinamientos precedentes, los 8,9 millones de austriacos, en teoría, tienen prohibido salir de su casa salvo para hacer compras, practicar deporte o recibir atención médica. También se permite ir a la oficina y llevar niños a la escuela, pero las autoridades llamaron a la población a permanecer en casa.

“Necesitamos una acción decidida”, dijo el ministro de Sanidad, el ecologista Wolfgang Mückstein, al justificar las fuertes restricciones, y recordó que “en las ucis el personal está al límite, ya no puede más”.

“Hay que reducir los contactos (entre los ciudadanos) al menos en un 30 %, necesitamos las capacidades de los hospitales para todos, necesitamos una perspectiva a mediano plazo”, insistió el ministro la pasada noche, en una entrevista con la televisión pública ORF.

Escasa circulación Salzburgo (Reuters)
Escasa circulación Salzburgo (Reuters)

“La situación es un poco confusa” dice una habitante de Viena, Kathrin Pauser, tras haber dejado en el colegio a sus hijas de 11 y 9 años, ambas recientemente vacunadas.

Desde la llegada de vacunas anti-coronavirus y las vacunaciones masivas, ningún país de la Unión europea se había atrevido a imponer un nuevo confinamiento.

El anuncio de las medidas el viernes ante un repunte de contagios encontró eco en otras partes de Europa, con grandes protestas en Holanda y Bélgica, entre otros países.

Holanda vivió el domingo su tercera noche seguida de protestas, con fuegos artificiales y vandalismo en las ciudades norteñas de Groningen y Leeuwarden, así como Enschede en el este y Tilburg en el sur. Sin embargo, las protestas fueron menos intensas y violentas que las que estremecieron a Róterdam el viernes y La Haya el sábado.

La policía holandesa indicó que 145 personas fueron detenidas después de las tres jornadas de protestas.

Protestas en Rotterdam, Holanda (Reuters)
Protestas en Rotterdam, Holanda (Reuters)

La molestia en Holanda surgió por las restricciones que afectan especialmente a los restaurantes, que deben cerrar a las 20H00.

- Caos -

El gobierno holandés ha planteado prohibir el acceso de los no vacunados a ciertos lugares para contener la ola de contagios.

“La gente quiere vivir (...) por eso estamos aquí”, declaró a AFP Joost Eras, uno de los organizadores de las manifestaciones, quien sin embargo se distanció de la violencia.

En Austria, el escenario parecía impensable apenas semanas atrás, cuando el ex canciller conservador Sebastian Kurz declaró el fin de la pandemia ante la proliferación de las vacunas. Su sucesor Alexander Shallenberg, quien asumió en octubre, “no quiso contradecir ese mensaje y por mucho tiempo mantuvo la ficción” de que todo estaba bien, comentó a AFP el politólogo Thomas Hofer.

Con el aumento de contagios, que alcanzaron niveles inéditos desde el inicio de la pandemia, el gobierno austriaco comenzó a tomar medidas dirigidas a los no vacunados, impidiendo su acceso de sitios públicos.

La tasa de vacunación es “descaradamente baja”, con 66% de la población frente a 75% en Francia, por ejemplo, señaló el politólogo.

Además del confinamiento, previsto hasta el 13 de diciembre, la vacunación de la población adulta será obligatoria para el 1 de febrero de 2022, una medida que pocos países del mundo han adoptado.

“Es un verdadero caos”, indicó Hofer, al señalar “la ausencia de una estrategia clara del gobierno”.

“Yo esperaba que no llegaríamos a eso, sobre todo ahora que tenemos la vacuna. Es dramático”, opinó Andreas Schneider, economista belga de 31 años que trabaja en Viena.

- Movilización y disturbios -

La reacción no se hizo esperar: la tarde del sábado, unas 40.000 personas marcharon por las calles de Viena al grito de “dictadura”, convocados por el partido de extrema derecha FPO.

Protesta en Viena (Reuters)
Protesta en Viena (Reuters)

También en la ciudad norteña de Linz se dio una movilización de miles de manifestantes.

En otras partes de Europa, además de Holanda, también sube el número de contagios, vuelven las restricciones y crecen las frustraciones.

En Bruselas se registraron choques el domingo cuando decenas de miles de personas se congregaron en oposición a las medidas dirigidas a los no vacunados.

Manifestaciones en Bruselas (AFP)
Manifestaciones en Bruselas (AFP)

También se dieron movilizaciones en Australia contra la vacunación, mientras que en las Antillas francesas se registraron protestas violentas contra la exigencia del pase sanitario y la vacunación obligatoria de personal médico.

El departamento francés de Guadalupe, en el Caribe, recibió el domingo refuerzos policiales de Francia después de las manifestaciones violentas contra la exigencia de vacunación obligatoria.

(Con información de AFP)

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