La vez que el Travieso Arce peleó noqueado todo un combate: “No supe de mí”

Jorge Arce puso en riesgo su vida pues a lo largo de 10 rounds perdió la noción de sí mismo por los golpes que recibió, incluso olvidó que estaba boxeando

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El Travieso Arce protagonizó una pelea en la que perdió noción de sí mismo por los golpes (Marco Polo Guzmán Hernández/ Cuartoscuro.com)
El Travieso Arce protagonizó una pelea en la que perdió noción de sí mismo por los golpes (Marco Polo Guzmán Hernández/ Cuartoscuro.com)

Uno de los deportes que implican mayor riesgo se trata del boxeo, cada vez que un peleador sube al ring arriesga parte de su integridad pese a la preparación con la que llegue al combate, así lo confirmó Jorge Travieso Arce. El pentacampeón mundial vivió una pelea en la que perdió la noción de sí mismo, incluso llegó al grado de no recordar los detalles de la pelea.

Fue cuando se enfrentó contra Michael Carbajal en 1999. En aquella pelea el Travieso Arce perdió por nocaut, pero a pesar de que llegó hasta las últimas instancias de la pelea, a lo largo del combate tuvo algunas lagunas de lo que pasó, esto por los efectos que le dejó el Manitas de Piedra.

Durante una entrevista para Un Round Más confesó que, a pesar de que fue una de las peleas más destacadas de su carrera, no recuerda muchos detalles de ello ya que con cada puñetazo que recibía sentía como iba perdiendo la noción de la pelea al grado de pelear completamente noqueado sin saber lo que pasó verdaderamente.

El Travieso Arce insistió que con cada golpe que recibía del "Manitas de Piedra" sentía mareos (Foto: Instagram/@traviesoarce5)
El Travieso Arce insistió que con cada golpe que recibía del "Manitas de Piedra" sentía mareos (Foto: Instagram/@traviesoarce5)

El Travieso reconoció que Michael Carbajal fue el peleador que le pegó los golpes más fuertes que ha experimentado en todo lo que fue su carrera, así que en cada asalto se sentía cada vez más confundido. “Es el boxeador que más duro me ha pegado en toda mi vida, donde me pegaba no sabía de mi, me pegaba yo sentía que me explotaba un cohete en mi cabeza, yo miraba negro y decía ‘¿con qué me pegó este cab***n?’”, recordó.

A pesar de que al inicio de la pelea logró igualar a Carbajal, conforme trascurrió el combate, el Travieso fue perdiendo cada vez más la noción de sí mismo, incluso llegó a olvidar que estaba peleando.

“Yo estaba atarantado y decía ‘¿por qué trae guantes?’ y como me tiraba chin****z yo lo abrazaba […] cuando reaccionaba ya me movía”

Cuando llegó a la esquina, escuchaba las indicaciones de su entrenador y fue ahí donde sentía confusión pues olvidaba los rounds que ya habían transcurrido y dejó de saber en qué asalto iba de la pelea.

“Empecé a boxear bien bonito, pero en el primer round me metió un derechazo y no supe de mi. Me senté, me echaron agua helada y me dicen ‘cab***n muévete, estás boxeando bonito. Tenía que ver el round dos y de repente vi el tres y dije yo ‘¿qué round va?’ ‘vas pal’ tres’ ‘¿qué no voy pal’ dos?’, ‘no mijo, ya pasó, vas pal’ tres’”, recordó el ex boxeador profesional.

Conforme transcurrió el combate no supo cómo enfrentó a su rival pues en su memoria estaba que cada que se sentaba en la esquina veía otro número que no correspondía al round que él tenía en mente. Así que llegó el penúltimo asalto, en el cual terminó por perder.

“En el siete, me senté en el banquito y en lugar de ver el ocho, vi el once. Voltee y les dije ‘está mal ¿que no va el ocho?’, ‘no, vas para el round 11′. No me acordaba de la pelea, estaba noqueado completamente”.
En el vestidor, el Travieso notó que estaba muy afectado por el nocaut (Foto: Especial)
En el vestidor, el Travieso notó que estaba muy afectado por el nocaut (Foto: Especial)

El Travieso Arce tenía la idea de que ya lo habían noqueado en dos veces, entonces se confundió y pensó que iba perdiendo la pelea cuando en realidad tenía una gran ventaja a su favor. Pero la precipitación por acabar el duelo lo orillaron a bajar la guardia y terminó por ceder al Manitas de piedra y fue noqueado totalmente al grado que detuvieron el combate.

Una vez en su camerino, notó lo perjudicado que estaba ya que olvidó totalmente que ya había peleado.

“Me acuerdo que estaba sentado en el camerino, me paré y le dije a mis hermanos ‘¿qué onda? ¿a qué hora empieza la pelea?’. Y voltea mi hermano y me dice ‘¿estás bromeando?’, ‘no, no, ¿a qué hora voy a pelear?’, y me dice mi hermano bien triste: ‘Ya peleaste güey’, ‘¿ya pelee? y ¿cómo me fue?’, ‘perdiste, te noquearon’, yo empecé a llorar bien triste”, finalizó.

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