Santiago Creel reprobó que México no haya reconocido a Dina Boluarte como presidenta de Perú

El posicionamiento del gobierno federal ante la detención de Pedro Castillo por el intento de golpe de estado, ha causado gran desaprobación por parte del grupo opositor del país y del mismo congreso de Perú.

Ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció que la detención se trataba de un atentado a la democracia y hasta el momento su gobierno no ha reconocido a Dina Boluarte como la presidenta del país latinoamericano.

Por este motivo el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, lamentó que por este posicionamiento de México, el país se había unido al “club de Cuba, Venezuela, Nicaragua”.

Las declaraciones fueron hechas durante conferencia de prensa en la Cámara de Diputados en donde habló primero acerca de la aprobación del Plan B de la Reforma Electoral donde aseguró que se llevaron a cabo inconstitucionalidades al reformar las seis leyes secundarias.

Posterior a este tema, habló acerca de su postura sobre la crisis en Perú. En primer lugar mandó su solidaridad y reconocimiento al Congreso de quien aseguró que salvaron la democracia tras el golpe de estado.

De igual forma, expresó su solidaridad al presidente del Congreso, José Williams y a los integrantes de “su soberanía”.

Después lamentó que México no haya aceptado oficialmente a la nueva presidenta y aseguró que el país se estaba posicionando del mismo lado que Nicaragua, Cuba y Venezuela, países que el Partido Acción Nacional considera como dictaduras y antidemocráticos.

Asimismo, aseguró que los derechos humanos incluyen los valores de la democracia y los derechos políticos, los cuales están dentro de los principios de la Constitución del país con máxima jerarquía.

“Son los que deben regir en las relaciones diplomáticas de un México que aspira a ser democrático”, concluyó.

Durante la conferencia matutina de AMLO del jueves, aseguró que Pedro Castilo había solicitado asilo político tras la disolución del Congreso y que este se dirigía a la embajada de México para resguardarse.

Pero lo que llamó la atención fue que admitió que ya había instruido al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, comenzar las gestiones para otorgar asilo al peruano.

“Habló a la oficina (de Presidencia) para avisar de que iba hacia la embajada y que iba a solicitar el asilo. Busqué a Marcelo Ebrard y le informé. Le dije que hablara con el embajador y le abriera la puerta de la embajada con apego a nuestra tradición de asilo”, aseguró.

Igualmente reiteró que la destitución de Castillo habría sido un golpe blando por parte de las élites económicas en el país.

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