Violetas de Anáhuac: así fue el primer periódico feminista en México

El feminismo que se conoce hoy en día ha atravesado distintas etapas que han ido transformando a este movimiento social, político e ideológico en el pilar que es actualmente.

Es muy común ver y leer a distintas mujeres en los medios de comunicación, sin embargo, en épocas pasadas era muy extraño que esto sucediera, pues aunque formaban parte de distintos proyectos, siempre permanecían “tras bambalinas” y el crédito se lo quedaba regularmente un hombre.

De acuerdo con la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Elvira Hernández Carballido, las primeras mujeres que comenzaron a tener un puesto en los periódicos, solían firmar con seudónimos para que su trabajo pudiera ser publicado.

Por ese motivo, es muy importante destacar la labor del periódico Violetas de Anáhuac, dirigido por la escritora mexicana Laureana Wright de Kleinhans. Surgió el 4 de diciembre de 1887 durante el gobierno de Porfirio Díaz.

Cabe destacar que la actividad periodística femenina había comenzado tiempo antes, pues en 1873 surgió Las hijas del Anáhuac, el primer semanario escrito únicamente por mujeres.

La publicación se dio gracias a que en 1861, el entonces presidente Benito Juárez determinó que todas las mujeres debían tener la oportunidad de estudiar. Fue desde entonces, que se permitió que éstas pudieran asistir a las escuelas.

Por tal motivo en 1871 se fundó la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, un lugar creado específicamente para preparar a todas aquellas jóvenes que quisieran aprender algún oficio para tener la posibilidad de trabajar en caso de que nadie las pudiera mantener.

La escuela destacó por su curso de imprenta, ya que las alumnas tuvieron la iniciativa de crear su propio medio para después poder imprimirlo. De esta forma se preparaban en dos campos distintos: la redacción y la impresión. Fue aquí donde nació el semanario Las hijas del Anáhuac.

De hecho, la guerrerense Laureana Wright quiso nombrar a su periódico con el mismo título del antiguo semanario de sus compatriotas, sin embargo, el nombre ya había sido ocupado para otro medio que compartía contenido religioso y literario; por este motivo, decidió modificarlo al de Violetas de Anáhuac.

La ideología del medio se alineó al régimen porfirista y fue por ese motivo que tenían una visión positivista. El objetivo de sus publicaciones era informar a las mujeres para que pudieran comenzar a “cultivarse” y cambiar su pensamiento y forma de vivir hacia el progreso, concepto elemental durante este periodo.

Otro de los fines fue dar consejos para formar “buenas madres” que lograran instruir de forma correcta la educación y el desarrollo de sus hijos, de esta forma, contribuirían a que el país fuera un lugar mejor y sobre todo, más desarrollado.

El contenido de las publicaciones se cuidaba mucho para evitar tener problemas con los ideales de Porfirio Díaz, incluso, en su primera edición se llegó a publicar la biografía de Carmen Romero Rubio, la esposa del dictador. Estas precauciones lograron que el periódico se mantuviera activo durante dos años sin la necesidad de sufrir algún tipo de censura.

Dentro de los temas más tratados, se encontraban asuntos que tenían que ver con la educación femenina, la higiene del hogar, el papel de las mujeres en la sociedad y eventos culturales de la época, como aspectos principales. La publicación del medio llegó a su fin en 1889.

Recientemente, la casa de subastas Morton, subastó uno de los ejemplares de Las Violetas del Anáhuac en 17 mil pesos. El periódico fue adquirido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y posteriormente fue donado al Acervo Diplomático para que éste fuera preservado y digitalizado.

Ante esto, el canciller Marcelo Ebrard expresó “Es un documento muy valioso porque la mayoría no lo teníamos presente. Para quienes nos ha interesado la presencia de la mujer en la vida pública es un texto muy relevante”.

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