Un sicario vestido de payaso y un tiroteo en pleno carnaval de Mazatlán: la caída de los Arellano Félix

Este domingo, la FGR dictó auto de formal de prisión a “El Doctor”, ex líder del cártel; el pasado 23 de agosto, autoridades federales de Estados Unidos entregaron al narcotraficante en el Puente Internacional de Matamoros-Brownsville

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La familia de los Arellano Félix, que conformaron el Cártel de Tijuana.
(Foto:ARCHIVO/CUARTOSCURO)
La familia de los Arellano Félix, que conformaron el Cártel de Tijuana. (Foto:ARCHIVO/CUARTOSCURO)

Este domingo 29 de agosto, la Fiscalía General de la República (FGR) informó que el juez Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, Enrique Beltrán Santes, dictó auto de formal prisión contra Eduardo Arellano Félix, ex líder del Cártel de Tijuana, por el delito de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud.

El Cártel de Tijuana, también conocido como el de los hermanos Arellano Félix, se consolidó a finales de la década de los ochenta tras la captura en 1989 de Miguel Ángel Félix Gallardo, jefe del Cártel de Guadalajara y primo hermano de la madre de Ramón, Francisco Rafael, Benjamín y Francisco Javier Arellano Félix.

Al desaparecer de escena el Jefe de jefes, su organización se dividió en dos: por un lado estaba Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, con lo que a la postre se convertiría en el Cártel de Sinaloa, con base en la ciudad de Culiacán; y por el otro los hermanos Arellano Félix en la ciudad de Tijuana, una joya para los narcos por su ubicación geográfica al ser prácticamente el puerto de entrada y salida a Estados Unidos y Asia.

Sin embargo, el odio y la ambición de controlar mayores territorios hizo que pronto ambas facciones, que por algún tiempo fueron “amigas”, acumularan diferencias y confrontaciones hasta llegar al punto de la guerra declarada. La pugna entre ambos cárteles fue atroz y siempre trataron de eliminarse.

En mayo de 1993 fue cuando esa pugna adquirió mayor notoriedad nacional con el asesinato “incidental” del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en el aeropuerto internacional de Guadalajara. Las autoridades aseguraron en ese momento que el prelado murió en el fuego cruzado entre sicarios de los Arellano Félix y “El Chapo” Guzmán.

Asesinado en pleno carnaval de Mazatlán

Los hermanos Benjamín y Ramón Arellano Félix
Los hermanos Benjamín y Ramón Arellano Félix

En febrero de 2002, Ramón Arellano Félix —quien desde 1997 estaba en la lista de los más diez más buscados por Estados Unidos— murió en un enfrentamiento con la policía en Sinaloa.

Ese día era domingo y las calles del puerto sinaloense estaban repletas. A bordo de un Volkswagen blanco tres individuos circulaban en sentido contrario a la multitud, llamando la atención de algunos agentes ministeriales. Pero cuando los encararon, los uniformados fueron atacados a tiros y solo uno de ellos logró repeler la agresión y herir a dos de los agresores.

En la esquina de la calle Rodolfo T. Loaiza y Gaviotas, en la Zona Dorada de Mazatlán, quedaron los cuerpos de dos de esos hombres. Ambos estaban boca arriba y a la vista de toda la multitud. Al principio, se dijo que uno de ellos era Jorge López Pérez, un agente de la PGR, pues el cuerpo fue encontrado con esa identificación.

Después se supo que no era un agente, sino el líder del cártel de Tijuana, que siempre “se disfrazaba” de policía.

Ramón Arellano Félix fue abatido en febrero de 2002 durante un enfrentamiento con agentes de la policía ministerial en Mazatlán, Sinaloa (Foto: Archivo/CUARTOSCURO)
Ramón Arellano Félix fue abatido en febrero de 2002 durante un enfrentamiento con agentes de la policía ministerial en Mazatlán, Sinaloa (Foto: Archivo/CUARTOSCURO)

Los primeros en saber que Ramón había muerto fueron sus enemigos, Ismael El Mayo Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán, quienes lo guiaron a su terruño para poder cazarlo con el “pitazo” de que Zambada estaría en el carnaval de Mazatlán.

La esquina en donde quedó el cuerpo de Ramón Arellano se convirtió en parada obligada de los famosos narcotours, visitados por familias y curiosos en tiempos de vacaciones y de carnaval.

Una semana después fue arrestado su hermano mayor, Benjamín (quien ahora purga una condena de 25 años en EEUU). Y en 2006 se detuvo al menor, Francisco Javier, quien fue condenado a cadena perpetua.

Sicario disfrazado de payaso

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Rafael Arellano Félix, el mayor de los hermanos, fue detenido en Tijuana en 1993. Lo extraditaron a Estados Unidos en 2006, pero a los dos años recuperó su libertad por buena conducta.

Tenía 63 años cuando los asesinaron durante una reunión familiar en el salón de fiestas Ocean House del hotel Marbella. El atacante llegó disfrazado de payaso y le disparó en la cabeza y el tórax, aproximadamente a las 20:00 horas. El cuerpo fue identificado por uno de sus hijos.

Era propietario de Frankie Oh, una de las discotecas “más grandes y costosas del mundo”.

Francisco Javier Arellano Félix, conocido como El Tigrillo, quedó como líder del cártel tras la muerte de su hermano Ramón. Sin embargo, fue detenido en 2006 por la guardia costera estadounidense mientras pescaba en un Yate a 25 kilómetros de la costa de Baja California.

En California decían que Ramón, Francisco Rafael, Benjamín y Francisco Javier vestían y hablaban bien, andaban con esmoquin y sólo por su presentación se les abrían muchas puertas.

En los noventa movían toneladas de cocaína de Sudamérica y no sólo tenían protección de escoltas, sino que contrataban a policías y a juniors y pandilleros de San Diego para enfrentar a Joaquín El Chapo Guzmán.

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