Nacieron al menos 5 lobos mexicanos en el Zoológico de Chapultepec, en la CDMX

La Sedema informó que las crías, clasificadas como una especie en peligro de extinción, serán vacunadas y desparasitadas en las próximas semanas

Compartir
Compartir articulo
En 1987, el lobo mexicano se declaró extinto de la vida silvestre (Foto: Twitter @SEDEMA_CDMX)
En 1987, el lobo mexicano se declaró extinto de la vida silvestre (Foto: Twitter @SEDEMA_CDMX)

El Zoológico de Chapultepec, en la Ciudad de México, está de pláceme por sus nuevos habitantes. Se trata de una camada de Lobos Mexicanos (Canis lupus baileyi), una especie clasificada en peligro de extinción.

Este miércoles, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la capital, a través de la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, informó en su cuenta de Twitter que el pasado 24 de abril nacieron al menos cinco cacharros. El hecho fue registrado mediante el sistema de monitoreo de circuito cerrado instalado en la madriguera ubicada dentro del albergue de esta especie.

Durante el último mes, se ha observado vía remota el comportamiento de la madre y sus crías que salen por periodos cortos de tiempo; sin embargo, se sabe que continúan siendo amamantados.

La recuperación del lobo mexicano depende en un 80% de las personas y el restante de estos depredadores (Foto: Twitter @SEDEMA_CDMX)
La recuperación del lobo mexicano depende en un 80% de las personas y el restante de estos depredadores (Foto: Twitter @SEDEMA_CDMX)

Será en las próximas semanas que un equipo de médicos veterinarios, con el apoyo de los cuidadores de animales, realicen un primer examen físico para conocer el número exacto de crías, el sexo de las mismas, además de evaluar su estado de salud y aplicarles sus primeras vacunas y desparasitantes como parte del programa de medicina preventiva en esta especie.

Los progenitores de esta nueva camada de lobos mexicanos se llaman Seje, una hembra de 9 años de edad, y Rhi, un macho de 7 años de edad. Cabe mencionar que en mayo de 2019, tuvieron una camada de seis cachorros: cinco hembras y un macho: Akbal, Aruma, Kilay, Seti, Hasen y Soona.

El Zoológico de Chapultepec dio a conocer en el comunicado que a la fecha han nacido ocho camadas de Lobo Mexicano, por lo que continúan trabajando con instituciones nacionales y de Estados Unidos para la conservación de dicha especie, que desde la década de los 50 fue perseguida, cazada y envenenada por la humanidad, debido a que significaban “un peligro para las personas”.

Qué se ha hecho para preservar la especie

La madre de las crías, Seje, de nueve años de edad(Foto: Twitter @SEDEMA_CDMX)
La madre de las crías, Seje, de nueve años de edad(Foto: Twitter @SEDEMA_CDMX)

El lobo mexicano se ubicaba principalmente en el sur de Estados Unidos, en la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre Oriental, además del centro y sur de México.

Con el objetivo de iniciar un proyecto de recuperación de ejemplares, instituciones estadounidenses y mexicanas, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han buscado la forma de mantener su linaje, primero en cautiverio y de manera más reciente en libertad.

Por ello, en 2011 se empezó a liberar parejas o grupos pequeños de lobos en Chihuahua. A la fecha, se ha dejado ir a 15 ejemplares, por lo que se estima que la población total es de 35 animales.

Uno de los principales retos con los que se han encontrado los científicos involucrados en el proyecto es identificar en donde se reúnen las condiciones favorables para liberar a los lobos, que puedan establecerse y reproducirse para formar una nueva población.

El lobo mexicano es una especie en peligro de extinción, se estima una población de 35 ejemplares en el país (Video: YouTube-UNAM Global)

Aunque hay dos corrientes que se contraponen respecto al lugar en el que se debería llevar a cabo la liberación de los ejemplares, es un hecho que dicha especie requiere de mucha extensión de área para mantener a sus grupos, que suelen vivir en sociedad. Dentro de estos hay una pareja alfa, que se reproduce, algunas de las crías de la primer camada se van y otras se quedan.

Se alimentan de animales como venados, conejos, liebres, guajolotes silvestres y en menor medida jabalíes, en fin, ejemplares de tamaño mediano y grande. Sin embargo, en este punto entran en conflicto con los ganaderos, pues también suelen devorar vacas, becerros y toros.

De acuerdo con Enrique Martínez Meyer, investigador del Instituto de Biología de la UNAM, la recuperación del lobo mexicano depende en un 80% de las personas y el restante de estos depredadores.

SEGUIR LEYENDO: