En 1891 se construyó una edificación muy peculiar en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Aquél edificio, aún se conserva de pie. Esta ubicado en la esquina de la avenida 20 de noviembre y Venustiano Carranza, calles anteriormente llamadas Callejuela y San Bernardo, respectivamente.
La segunda intervención francesa en México y el segundo imperio de México, el de Maximiliano de Habsburgo, provocó que muchos ciudadanos franceses llegaran a México. La mayoría, comerciante que querían probar suerte en el otro lado del mundo. Justamente fueron dos jóvenes franceses, Joseph Tron y Joseph Léataud, quienes fundaron la empresa, en 1888.
Los empresarios llegaron a México durante los primeros años de mandato de Maximiliano y trabajaron en un cajón de ropa de llamado Las Fábricas de Francia, hasta que lo compraron en 1876. tras esto, hicieron una sociedad comercial en conjunto con los hermanos de Tron, Jules y Henri: J. Tron y Cía. Posteriormente, en 1888, vendieron Las Fábricas de Francia, para poder abrir la primer tienda departamental en México: El Palacio de Hierro.
El objetivo de los comerciantes era construir una enorme tienda que emulara a un almacén, en donde se ofrecieran todo tipo de productos a sus clientes, y no solo se detuvieran en vestimenta o artículos de novedad, sino ofrecer una experiencia mercantil íntegra. Así fue como el primero de julio de 1891se inauguró la primer tienda del Palacio de Hierro. Su estructura, construida justamente de hierro y acero en su interior, hizo gala de su nombre y su fama se disparó. Fue inspirada en las más bellas e importantes tiendas de París, Nueva York, Londres y Chicago.
Para la época, el edificio era una verdadera joya arqueológica, pues contaba con un elevador hidráulico y transparente, 350 focos eléctricos, 500 mecheros de gas parta emergencias, teléfono y hasta una oficina de correo y telégrafo. El éxito de la tienda fue inmediato, pues los maniquíes, los pisos sin tarima y los mostradores elegantes fascinaron a quienes asistían a comprar en la tienda. Debido a la concurrencia de gente, el lugar tuvo que ser ampliado un par de veces.
En 1914 una tragedia llegó a la tienda, pues durante la preparación de un concurso de aparadores y carros alegóricos, una conexión eléctrica falló y provocó un fuerte incendio que consumió de inmediato varias telas que había en el lugar y afectó el armazón de hierro y el resto de la lujosa construcción. Debido a que el daño estructural fue muy profundo, fue necesario hacer una remodelación extensa, y el encargado de esto fue el arquitecto Paul Dubois, quien erigió un nuevo edificio con elementos de Art Decó y Art Nouveau. Este es el edificio que hoy en día se puede apreciar a unas calles de la plancha del Zócalo capitalino y el Palacio Nacional.
La última transformación del edificio se dio en 1922, cuando su concepto cambió y se expandió. En aquella ocasión pasó de ser una tienda-almacén que priorizaba el mayoreo, a una tienda departamental que se enfocaba en vender a minoristas.
A la fecha, hay tiendas esparcidas por toda la república mexicana, en Puebla Monterrey, Guadalajara, Acapulco, Villahermosa, entre otras, y es operada por Grupo Bal, que es liderada por Alberto Bailléres, uno de los hombres más ricos de México, con una fortuna de 10 mil 480 millones de dólares, según la revista especializada Forbes.
Fue en el año 1963 cuando el padre de Alberto Bailléres, Raúl Bailléres Chávez. compro el Palacio de Hierro, de la mano de su hijo. En ese entonces, la empresa telas y moda proveniente de Francia. En ese año, Alberto fue nombrado como director general de la compañía.
Apenas el viernes se dio a conocer que Bailléres dejaría la presidencia del Grupo Bal. Fue el presidente Andrés Manuel López Obrador quien dio la noticia por medio de su conferencia de prensa mañanera.
“Después de 54 años de presidencia de Alberto Bailléres, 54 años de ser el presidente de este Grupo, entrega la estafeta a su hijo, Alejandro Bailléres, como nuevo presidente del Consejo del Grupo BAL”, dijo el presidente López Obrador.
Recordó las empresas que pertenecen al Grupo BAL, “Profuturo, GNP, Palacio de Hierro, Peñoles, Fresnillo, PetroBal, ElectroBal, estas empresas en conjunto, y por eso lo doy a conocer, dan empleo, trabajo de manera directa a 75 mil obreros y trabajadores administrativos, además tienen el compromiso de seguir invirtiendo en nuestro país para generar más empleos”.
Alberto Bailléres quedó como Consejero Honorario de Grupo BAL.
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