Gas lacrimógeno, granadas de humo e inhibidores de drones: cuánto ha gastado el gobierno federal en material “antidisturbios”

El gobierno de México ha empleado 250 millones de pesos en gas lacrimógenos y otros objetos para contener protestas y manifestaciones públicas.

Estas compras fueron hechas a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), alegando que el objetivo es equipar al personal militar, así como para las operaciones de orden interno y externo que lleva a cabo la Guardia Nacional (GN).

De acuerdo con el portal LatinUs, gracias al gasto de dichos recursos, la Sedena ha hecho un arsenal único en el país que está conformado por granadas de gas lacrimógeno, rociadores de gas, proyectiles de humo, drones, bastones de acero, esposas y equipo de protección antidisturbios.

Como parte de la investigación del medio digital, la última compra que realizó la dependencia fue el pasado 17 de diciembre, cuando se adquirieron 1,980 lanzadores de proyectiles calibre 40 milímetros.

La compra fue concretada mediante una licitación pública internacional, en la cual resultó ganadora la empresa Safariland LLC. Por este equipo, la Secretaría que encabeza Luis Crescencio Sandoval pagó 1,607,000 dólares, según documentos disponibles en Compranet.

Además, se adquirieron 7,920 proyectiles de gas lacrimógeno y 2,970 proyectiles de humo calibre 40 milímetros en septiembre pasado.

En dicha transición también se lograron obtener 39,600 granadas de gas lacrimógeno, 3,960 granadas de humo y 42,030 rociadores de mano, tipo spray, que esparcen un agente químico.

Dichos rociadores significaron el empleo de 439,000 dólares del erario a Intman S.A. de C.V., “empresa que es parte de un grupo industrial que en los últimos dos años ha recibido decenas de contratos de la Sedena”, indicó LatinUs en su publicación.

El pasado 8 de marzo, en las manifestaciones conmemorativas del Día Internacional de la Mujer, asistentes a la marcha de la Ciudad de México denunciaron el uso de gas lacrimógeno para contener las protestas.

De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), 62 policías y 19 civiles resultaron lesionadas. De este total, 9 elementos de la SSC y una civil fueron trasladadas a un hospital para su atención médica.

Sin embargo, la dependencia capitalina negó que los elementos policiales utilizaran algún objeto para dispersar a las manifestantes.

“Por su parte, la #SSC categóricamente niega el uso de gas lacrimógeno u otro tipo de sustancia irritante para usar contra las manifestantes, se tiene evidencia de que el gas pudo provenir de estos grupos.

“Durante la manifestación se registraron diversas agresiones con gases, petardos e incendios contra las mujeres policías, se destaca la intersección de #EjeCentral y #AvenidaHidalgo, las manifestantes agredieron insistentemente a las mujeres policías con varillas y martillos…”, indicó en Twitter.

El portal en el que colabora el periodista Carlos Loret de Mola también denunció que en agosto de 2020 la Sedena compró 81,000 bastones retráctiles de acero destinados a la Guardia Nacional, por un monto de 69 millones de pesos pagados a la empresa Emprotex S.A. de C.V.

Otra transacción fue la que se acordó con la compañía Internacional de Seguridad y Comunicaciones S.A. de C.V., a la cual se le entregaron recursos públicos a cambio de 83,000 esposas de acero inoxidable.

A Avacor S.A. de C.V. se hizo la compra de 49,000 juegos de coderas y rodilleras de poliéster negro, con el logotipo Guardia Nacional.

En tanto, la misma corporación encargada de la seguridad de los civiles en México adquirió 45 drones de fibra de carbono equipados con cámaras térmicas capaces de tomar video y fotografías, lo que implicó el empleo de 43 millones de pesos.

Con base en documentos de Compranet, LatinUs dio a conocer que la Secretaría de la Defensa Nacional también gastó 3 millones 700 mil pesos en cuatro equipos portátiles para bloquear el vuelo de drones comerciales.

Cabe señalar que este tipo de instrumentos fueron utilizados en la marcha del 8M, en donde elementos de la marina apuntaban desde la azotea de Palacio Nacional.

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