El TUMOR

Por Ricardo Ruiz Suárez*

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 "Va por México" presentó su plan "10 soluciones por México" con las que pretende revertir “las malas decisiones del gobierno de Morena” (Foto: Facebook Alejandro Moreno Cárdenas)
"Va por México" presentó su plan "10 soluciones por México" con las que pretende revertir “las malas decisiones del gobierno de Morena” (Foto: Facebook Alejandro Moreno Cárdenas)

En la antesala de las elecciones del próximo 1° de junio se aprecia, una vez más, la conformación de dos bloques que se enfrentarán cada uno desde su respectiva posición. Un amplio bloque que va de la izquierda hasta el centro y que representa al movimiento democrático y otro anclado a la derecha que se autodenomina “TUMOR”. Según sus creadores significa Todos Unidos contra Morena.

La naturaleza maligna del TUMOR es conocida porque no hay mexicano que no la haya padecido, basta pensar en aquellos jóvenes que hace 20 años deseaban ser médicos y no pudieron porque ese TUMOR entregó la salud a un poderoso grupo que deseaba convertirla en negocio y por tanto la encareció sin importar el derecho de millones de mexicanos a la salud.

El salinismo, que es el neoliberalismo mexicano, acabó con la causa obrera y popular que sostenía al PRI y con la democrática que hace mucho tiempo enarboló el panismo para convertirlos en cancerberos de la venta de los bienes nacionales. Atraco que han tratado de disimular llamándolo “pacto” que va del pacto de Solidaridad al Pacto por México.

El pactismo salinista es el mal que concitó lo más despreciable de esos partidos que se suponían adversarios entre sí. El autoritarismo priista, el clasismo panista y la traición del perredismo. Esa combinación que logró el Pacto por México se presentará por primera vez como fuerza unitaria en una elección, bajo el mismo emblema. Los movió la desesperación de echar abajo la apuesta de México por acabar con la corrupción y la desigualdad.

Corporativismo, conservadurismo e izquierda hechiza son los ingredientes aportados por el PRI, el PAN y el PRD. Son la derecha que gobernó para un puñado de potentados que se adueñaron del país. 60 millones de mexicanos no tienen ni el sustento del día garantizado gracias a la opulencia de los barones del dinero.

Bancos, telecomunicaciones, ferrocarriles, hospitales, universidades y escuelas privados han sido la fuente de riqueza de los oligarcas y sinónimo de miseria para el pueblo. El PRIAN y el apéndice de lo que queda del PRD, se necesitan unir, inclusive para no perder su registro como partidos políticos o bien ser meras fuerzas testimoniales, en esa desesperada alternativa se convierten en marionetas de las fuerzas oligárquicas y de derecha.

Clínicamente se entiende por tumor aquella masa anormal de tejido corporal que pueden ser cancerosos o malignos, esa definición describe esta alianza política, es anormal porque no comparte ideología, se quiere adherir al pueblo para sobrevivir convirtiéndose en malignos al ser el instrumento de intereses económicos, políticos e incluso delincuenciales. Como sucede en estos casos, al pueblo le queda a través del voto extirpar ese mal, colocando a cada fuerza política en la justa dimensión que representan pero sobre todo garantizar que el cuerpo sano y democrático de la nación se mantenga.

*Ricardo Ruiz Suárez es diputado de la Ciudad de México por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Maestro en Derecho Constitucional y Administrativo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha sido catedrático e investigador del Departamento de Derecho de la UAM-Azcapotzalco.

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