Cómo el CJNG utiliza químicos de farmacéuticas para su producción de drogas en México

En un periodo de casi dos años, el cártel robó por lo menos 30.000 litros de monometilamina, compuesto central para la producción de metanfetamina

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(Foto: Cuartoscuro)
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Las autoridades mexicanas declararon que analizarán el desvío a gran escala de químicos producidos por firmas estadounidenses para la producción de narcóticos que se trafican al otro lado de la frontera para abastecer a los consumidores en Estados Unidos, una evidencia más de que los grupos criminales no dependen de los precursores chinos.

No importa que sean empresas estadounidenses. […] Pueden ser de cualquier país del mundo, pero eso nosotros no lo permitimos”, anunció el presidente de México Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia de prensa matutina del 7 de septiembre.

Esa declaración la dijo luego de que una investigación de Bloomberg publicada el 26 de agosto, que reveló cómo los grupos del crimen organizado en México están adquiriendo químicos precursores usados para la elaboración de heroína y metanfetamina a firmas estadounidenses que abastecen el mercado legal del país.

Aunque los químicos para la elaboración de narcóticos están regulados por la legislación estadounidense e internacional, “su jurisdicción muchas veces acaba en la frontera mexicana en lo que respecta a las subsidiarias locales de empresas estadounidenses”, según halló el trabajo periodístico.

(Foto: Cuartoscuro)
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En un periodo de casi dos años, miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) robaron por lo menos 30.000 litros de monometilamina, compuesto central para la producción de metanfetamina, a la subsidiaria mexicana de la firma Celanese Corp., con sede en Dallas, Texas.

El informe de Bloomberg también vinculó un gran decomiso de anhídrido acético realizado en mayo de 2019 a la firma Avantor Inc., multimillonaria firma productora y distribuidora de químicos con sede en Pennsylvania. El anhídrido acético es usado por el Cártel de Sinaloa para la producción de heroína.

Según la ley estadounidense, cualquier pérdida importante debe notificarse al Departamento de Justicia. No hacerlo es considerado delito federal. Pero esos requerimientos no se aplican a las subsidiarias mexicanas de firmas estadounidenses. La supervisión de químicos muchas veces desviados para la producción de narcóticos carece “de regulación alguna” en México.

Entre 2010 y 2018, en Estados Unidos murieron más de 142.000 personas por sobredosis de heroína y metanfetamina, elaboradas principalmente en México.

Envío de fentanilo secuestrado por autoridades federales de los Estados Unidos. Laboratorios clandestinos chinos venden la droga a los carteles mexicanos que la introducen a través de la frontera (Reuters)
Envío de fentanilo secuestrado por autoridades federales de los Estados Unidos. Laboratorios clandestinos chinos venden la droga a los carteles mexicanos que la introducen a través de la frontera (Reuters)

Estados Unidos ha buscado impedir el flujo de químicos precursores provenientes de China, que se emplean para la producción de narcóticos en México. China es el principal proveedor de la mayoría de químicos usados para la elaboración de drogas sintéticas, especialmente el fentanilo.

Pero en respuesta a las restricciones ocasionadas por el coronavirus y a las mayores regulaciones en China, los grupos criminales de México han buscado rutas alternativas para obtener los químicos e inventado nuevos compuestos químicos para evadir las restricciones.

Sin embargo, el rol de las empresas estadounidenses en facilitar la producción de narcóticos en México destaca que los grupos criminales no dependen únicamente del sector químico chino. De hecho, el informe de Bloomberg indica que los grupos criminales llevan años abasteciéndose de proveedores nacionales de precursores químicos.

Además de los fabricantes locales, y las firmas chinas y estadounidenses, en años anteriores las autoridades mexicanas también decomisaron cargamentos de precursores químicos enviados al país desde Corea del Sur, en ocasiones camuflado entre cargamentos legales de fertilizante.

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