Las autoridades mexicanas continuaron con la puesta en custodia de migrantes centroamericanos que ingresaron de manera irregular en la zona de Chiapas y Tabasco en las últimas horas, y en apenas un solo día tomaron a más de 2,100 de ellos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (Inami), “rescataron” 1,300 personas en Tabasco y a 800 en Chiapas, ambos estados sureños y fronterizos, entre los que se encontraban adultos y menores de edad, después de inspeccionar la zona.
“Agentes Federales de Migración, con auxilio de la Guardia Nacional, trasladaron a las personas, en su mayoría de Honduras, a distintas instalaciones del Inami para proporcionarles alojamiento, agua, alimentación y atención básica de salud”, detallaron.
Ahora, las autoridades migratorias determinarán la situación jurídica y, de ser el caso, realizar el retorno de las personas a su país de origen, como ha pasado en los últimos días con cientos de migrantes hondureños que han sido capturados en territorio mexicano.
En el caso de los menores de edad, de quienes no se especificaron cuántos eran, el proceso será diferente: primero se contactará a las procuradurías estatales de protección a la niñez y los menores quedarán al cuidado del DIF (Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia).
Las autoridades migratorias mexicanas destacaron que mantendrán inspecciones terrestres. “Se utilizará tecnología equipada con visión nocturna para rescatar personas extranjeras que se internen en caminos irregulares, sinuosos o peligrosos”, dijeron.
Además, se utiliza sistemas de radiocomunicación troncalizada, megáfonos e instrumentos especializados
México busca disuadir a los migrantes, provenientes sobre todo del llamado Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras), a que desistan de encaminarse a México, un paso clave en su búsqueda de llegar a Estados Unidos.
Incluso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que algunos de ellos recibirán empleos, pero advirtió que los “dirigentes” de la última caravana engañaron a los migrantes. ”Estamos protegiéndolos. No queremos que lleguen al norte y puedan ser enganchados o víctimas de la delincuencia, desde luego genera mucha polémica todo este asunto, pero buscamos respetar los derechos humanos", expresó.
La situación que se vivió este lunes y martes en la frontera sur mexicana ha sido tensa. Y es que cientos de personas, provenientes sobre todo de Centroamérica, y en particular de Honduras, cruzaron el río Suchiate, una de las fronteras naturales entre tierras guatemaltecas y mexicanas el 20 de enero.
Los migrantes, que sólo llevan consigo algunas pocas pertenencias, tomaron la decisión después de que el gobierno mexicano se negara a permitirles pasar por México para llegar a Estados Unidos. Unas horas antes enviaron una carta a López Obrador donde aseguraban buscar apenas pasar por el territorio nacional “con orden” y en busca de empleo.
Sin embargo, aquellos que pudieron conseguir ingresar en el estado mexicano de Chiapas, aunque intentaron formar una caravana para seguir su camino hacia Estados Unidos, comenzaron a ser rodeados y detenidos por miembros de la Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad creado el año pasado y que se encuentra ubicado estratégicamente desde junio a lo largo de la frontera sur mexicana.
Antes, una parte de la caravana había lanzado “proyectiles” (piedras y otros objetos) a las autoridades federales mexicanas, que replegaron a los migrantes.
A pesar de que cientos lograron cruzar a territorio mexicano, las autoridades migratorias y la Guardia Nacional se ha dedicado a detener a los migrantes que todavía se encuentran en la zona, para evitar que puedan continuar en caravana hacia la frontera norte.
Un total de 329 hondureños han sido deportados en las últimas 24 horas desde México tras entrar irregularmente al país. “Inami y Guardia Nacional de México realizaron el retorno asistido vía aérea de 110 hondureños que ingresaron irregularmente a México. El vuelo salió del Aeropuerto Internacional de Villahermosa, Tabasco, a San Pedro Sula, Honduras, cumpliendo con la Ley de Migración y con apego a los derechos humanos", indicó el organismo en un boletín.
Esto se suma a los vuelos del martes, cuando enviaron con destino a la ciudad de San Pedro Sula, en Honduras, un avión con 109 personas de esta nacionalidad, desde el Aeropuerto Internacional Carlos Rovirosa Pérez, en Villahermosa, Tabasco, en el sur del país.
“El retorno se realiza en acuerdo con autoridades del gobierno de Honduras, en estricto apego al respeto a los derechos humanos y cumpliendo con las normas y procedimientos migratorios vigentes”, señalaron las autoridades migratorias mexicanas.
“Estas dos conducciones aéreas son las primeras de este año y se tiene previsto que se lleven a cabo más en los próximos días”, añadieron.
Unas horas antes, el Instituto de Migración había enviado un vuelo a la misma ciudad hondureña desde el mismo punto en Tabasco. En el primer vuelo, se transportaron a 110 personas originarias de Honduras, acompañados por agentes federales y elementos de la Guardia Nacional.
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