La polémica en torno a la obra del artista Fabián Cháirez, continúa. Luego de que descendientes de Emiliano Zapata declararan que lo demandarán por haber utilizado la imagen afeminada del héroe revolucionario en una pintura, ahora fue el Hijo del Santo el que se quejó por haber usado la máscara de su padre en una de sus creaciones.
El controvertido trabajo es la figura de un hombre desnudo que utiliza la famosa careta del enmascarado de plata y, a pesar de haber sido realizada hace dos años, esta semana fue re-descubierta.
El Hijo del Santo, también luchador, publicó una imagen de esta pieza con el texto “Cada artista puede hacer lo que quiera con su obra pero no puede violar un derecho de autor ni una marca, está registrada y no es del dominio público”, por lo que usuarios de redes sociales intuyen que podría demandar al artista. Fabián Cháirez no ha realizado declaraciones al respecto.
A esta declaración le siguieron otras sobre su inconformidad con la pintura. Un usuario de Twitter le puso que le diera las regalías por los derechos del personaje, pero el luchador le contestó que no le interesaba un centavo.
Alguien más le escribió “Hubiera podido inventarse una máscara, a ello se le llama falta de creatividad. Se valió de que la máscara de su familia es un icono para que sobresaliera su obra”, a lo que el deportista respondió “O que use los rostros de sus familiares más cercanos de los padres de las personas y comunicadores que están “encantados” con estos trabajos”.
La molestia de la mayoría de las personas descontentas con el trabajo de Cháirez, es que brinda a los personajes que protagonizan sus obras elementos de la comunidad LGBTTTI. Por lo que se ha desarrollado un debate en torno a la diversidad, libertad de expresión e inclusión en el arte.
El caso de Emiliano Zapata
En el Palacio de Bellas Artes se inauguró la exposición “Zapata después de Zapata”, en donde se presentaron más de 140 obras de 70 artistas con las representaciones e interpretaciones más importantes sobre el Caudillo del Sur.
Expuesta en ella se encontraba la pintura La Revolución en donde Emiliano Zapata está desnudo, montado sobre un caballo blanco con un sombrero rosa y con tacones, lo que ofendió a los descendientes del revolucionario.
Jorge Zapata González, nieto del personaje, declaró que la pintura era une denigración de la imagen del jefe del Ejército Libertador del Sur. Y también arremetió contra las autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes por “impulsar y permitir” esta imagen en su recinto.
La Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), y la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), llegaron al Palacio de Bellas Artes el pasado 10 de diciembre, con la decisión de quitar la pintura y quemarla. Miguel Fernández, director del inmueble, les dijo que eran bienvenidos al museo y les pidió entablar diálogo, pero se negó a retirar la pieza. Miembros de la comunidad LGBTTI acudieron para evitar la destrucción de la obra. Al salir del recinto, algunos de ellos fueron golpeados.
Por lo que organizaciones convocaron a un evento de apoyo en la explanada del Palacio de Bellas Artes el próximo viernes 13 de diciembre.
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