“El Chapo” y una cruenta batalla entre Los Salazar y La Línea: el conflicto que habría ocasionado la masacre de la familia LeBarón

Los enfrentamientos entre ambas células delictivas comenzaron en 2005, aunque la parte dura se dio a partir de 2008

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(Fotoarte: Infobae)
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Viven permanentemente amenazados, atenazados por el miedo, al borde de la paranoia. Con frecuencia acaban en manos del crimen organizado o abandonados a su suerte. Son los poblados de la región fronteriza de México, que se han convertido en foco rojo.

Sobre su suelo, en los últimos años han ocurrido terribles masacres, consecuencia de la disputa que mantiene el Cártel de Juárez y Sinaloa por el trasiego de drogas a Estados Unidos.

Aunque la enemistad entre ambas células se remonta a 2005, la parte dura se dio hace 11 años, cuando, Joaquín “El Chapo" Guzmán, entonces líder del Cártel de Sinaloa, rompió con los hermanos Beltrán Leyva y se quedó sin ruta para sacar la droga hacia el país vecino. Entonces, encuentra dos alternativas: las ciudades de Tijuana y Juárez, así que pelea por la plaza.

La batalla entre ambas organizaciones criminales comenzó por ganar un punto estratégico para el narcotráfico, pero después se convirtió en una cuestión reputacional, debido a la rivalidad que mantenían los líderes de esas células: “El Chapo” Guzmán y Vicente Carrillo, “El Viceroy”, detenido en 2014.

De izquierda a derecha. Vicente Carrillo, "El Viceroy" y Joaquín "El Chapo" Guzmán iniciaron una guerra encarnizada por la plaza en Chihuahua  (Fotos: Cuartoscuro)
De izquierda a derecha. Vicente Carrillo, "El Viceroy" y Joaquín "El Chapo" Guzmán iniciaron una guerra encarnizada por la plaza en Chihuahua (Fotos: Cuartoscuro)

Ya con una disputa declarada, el Cártel de Juárez buscó a los enemigos del Chapo para que se aliaran y no le permitieran el paso de su droga.

Pero, el Cártel de Sinaloa, que tenía su base en Culiacán, financió una pequeña organización denominada Gente Nueva, liderada por José Antonio Torres Marrufo, “El Jaguar” —extraditado a EEUU en mayo pasado—, y se unieron pandillas como Los Mexicles y Artistas Asesinos, que se convirtieron en brazo armado de “El Chapo" en Ciudad Juárez.

Entre las tareas adicionales de estos grupos se encontraba brindar protección a los líderes de la organización, extorsionar, asesinar, secuestrar y cobrar derecho de piso.

Por su parte, el Cártel de Juárez, que operaba como un jugador regional en Chihuahua, integró a exagentes a sus filas, formando el subcártel de La Línea, encargada de establecer un orden para que nadie vendiera drogas en las calles, y quienes no siguieran esta “línea”, serían asesinados.

La formación de las células criminales intensificó los enfrentamientos en las calles de Ciudad Juárez. Tan sólo entre 2007 y 2011 hubo 11.000 muertes en esa zona del país.

Analistas indican que aunque La Línea actuó mucho tiempo como un brazo armado del Cártel de Juárez, en la medida que sus líderes fueron asesinados o arrestados, se apropiaron de la organización; sin embargo, todavía no son lo suficientemente fuertes para ser considerado un cártel.

Los enfrentamientos entre células delictivas fueron las responsables del asesinato de la familia LeBarón (Foto: Cuartoscuro)
Los enfrentamientos entre células delictivas fueron las responsables del asesinato de la familia LeBarón (Foto: Cuartoscuro)

La muerte imparable en Chihuahua

El Cártel de Juárez operó por mucho tiempo como único jugador regional en la zona con el mismo nombre; sin embargo, reportes recientes de la Fiscalía General de la República detallan que el trasiego de drogas a través de Chihuahua es dominado por el Cártel de Sinaloa, uno de los principales proveedores de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana en Estados Unidos.

Además, la actual organización liderada por Ismael “El Mayo” Zambada ha sido identificada como una de las responsables de los actos de violencia en la zona fronteriza de México.

Dicho sitio ha sido escenario de diversos enfrentamientos con la Línea, brazo armado del Cártel de Juárez, en la sierra de Sonora y Chihuahua. Ahí también existe la presencia de subcárteles de los Arellano Félix, La Familia Michoacana, Carrillo Fuentes, Beltrán Leyva, Los Zetas, Cártel del Golfo, Caballeros Templarios,y Cártel de Jalisco Nueva Generación. Éste último apoyado por la célula de Juárez.

El pasado lunes 4 de noviembre, nueve miembros de la familia LeBarón fueron asesinados en los límites de Sonora y Chihuahua. El Ejército atribuyó la barbarie a un enfrentamiento entre los grupos de La Línea y Los Salazar, escisión del Cártel de Sinaloa.

De acuerdo con el general Homero Mendoza, esa es la primera línea de investigación y señaló que hay varios datos para sostener su hipótesis. El principal es que el día anterior al asesinato hubo un enfrentamiento entre ambas células en la ciudad de Agua Prieta, que dejó un muerto y un herido de bala.

Mendoza aseguró que éste hecho movilizó a los sicarios de La Línea en la zona de la sierra para frenar cualquier entrada de Los Salazar, por lo que confundieron el convoy de camionetas de la familia LeBarón.

Quiénes son Los Salazar

Prendas y juguetes ensangrentados vistos en el interior de una camioneta baleada en la que viajaban miembros de la familia LeBarón, estacionada en una carretera de tierra en Bavispe, cerca de la frontera entre los estados mexicanos de Sonora y Chihuahua, el 6 de noviembre de 2019. (AP Foto/Christian Chávez)
Prendas y juguetes ensangrentados vistos en el interior de una camioneta baleada en la que viajaban miembros de la familia LeBarón, estacionada en una carretera de tierra en Bavispe, cerca de la frontera entre los estados mexicanos de Sonora y Chihuahua, el 6 de noviembre de 2019. (AP Foto/Christian Chávez)

Los Salazar anunciaron su llegada al mundo del hampa de México en 2005, cuando a lo largo de Sonora y Chihuahua recrudeció la violencia.

Los miembros de dicha célula están involucrados en la siembra, producción y trasiego de droga hacia Arizona, Estados Unidos, así como el tráfico de migrantes para el Cártel de Sinaloa.

La organización criminal fue encabezado por Adán Salazar Zamorano, alias “Don Adán”, quien fue uno de los operadores y lugartenientes de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Las actividades delictivas de “Don Adán” y la de sus hijos, Jesús Alfredo “Ekl Muñeco” y Adán “El indio” Salazar, obligaron al desplazamiento forzado de 1,200 personas en el municipio de Sonoyta, Sonora, y de unas 300 familias en Las Chinacas, en Chínipa, en 2015.

De acuerdo a la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), Adán Salazar es acusado de poseer cocaína con intención de distribuir.

Los Salazar mantienen una disputa con La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez.

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