Entre santería y temibles rituales: los métodos de los narcos mexicanos para buscar protección y prosperidad

Jesús Malverde y la Santa Muerte no son las únicas figuras a las que los capos rinden honores para que los ayuden a escapar de la ley

Compartir
Compartir articulo
Los narcos se refugian en la santería para recibir protección 
(Foto: RASHIDE FRIAS /CUARTOSCURO)
Los narcos se refugian en la santería para recibir protección (Foto: RASHIDE FRIAS /CUARTOSCURO)

Los cuernos de chivo no son la única protección que los cárteles de la droga utilizan para blindarse de las autoridades. También, hacen uso de los secretos de la santería para tratar de evadir la justicia, hacer prósperos negocios y eliminar a sus contrincantes.

En México, cada vez son más los capos que no se conforman sólo con elevar sus oraciones a Jesús Malverde —santo de los narcotraficantes—, sino que lo peligroso de su actividad los ha llevado a adoptar otro tipo de “guardianes”, uno de ellos la Santa Muerte.

A esta figura de la cultura mexicana, se le rinde honores y rituales para que los ayude a escapar de las manos de la ley y los proteja de los cárteles enemigos, es decir, cierra los caminos a posibles venganzas y ejecuciones entre bandas contrarias.

Orgún, dueño y señor de los metales, es un santo africano al que se le atribuyen poderes como el de controlar la riqueza, atraer el dinero y la prosperidad. Por eso los narcos lo honran para que se multiplique su ingreso y mantengan su patrimonio a salvo.

La Santa muerte es venerada por algunos capos de la droga (Foto: ARTEMIO GUERRA BAZ /CUARTOSCURO)
La Santa muerte es venerada por algunos capos de la droga (Foto: ARTEMIO GUERRA BAZ /CUARTOSCURO)

Entre los ritos que los sicarios realizan para tener la protección y amparo de los ídolos de la santería, se encuentra el llamado Rayamiento, que consiste en que un santero presente al narco con un santo para que lo conozca y atienda sus peticiones.

Otra ceremonia es lo que se conoce como la presentación de la prenda. Ésta se realiza con una ropa perteneciente a la persona que desea la protección, y se le ofrece al santo de su devoción para retirarle enfermedades, hechizos, malas vibras y brujerías.

Se dice que algunos capos se han iniciado en los secretos de la santería en Cuba o Haití, para que un experto los guíe y eviten ser estafados por charlatanes de magia negra.

Uno de los santos más recurridos es Ochosi, al que se recurre para evadir la acción de la justicia. Legúa es el que abre o cierra caminos. Este espíritu es utilizado por los narcos para que las rutas donde trafica droga queden libres de riesgos, y atraiga el dinero.

Un fiel en el altar a Jesús Malverde en Sinaloa (Foto: Cuartsocuro)
Un fiel en el altar a Jesús Malverde en Sinaloa (Foto: Cuartsocuro)

Hasta los narcos más bravos ponen sus vidas en manos de santos

Chilapa es un pequeño municipio perdido en las montañas de Guerrero, y la mayor zona de producción de opio en América. Pueblo agrario, posee un zócalo amplio y fresco, flanqueado por una iglesia en cuya fachada destaca la estatua de San Gregorio Taumaturgo. Los ojos del santo, no se sabe bien si por deformación del observador o genialidad del artista, miran con espanto lo que sucede a sus pies.

En la localidad, arrasada por la guerra de cárteles, reina la muerte. Las desapariciones, torturas y mutilaciones forman parte de la vida diaria y han convertido el lugar en uno de los puntos negros de la geografía bárbara de México.

No es algo de lo que ahí se hable en voz alta. Ni siquiera se menciona a los criminales por su nombre. Pero su presencia, palpitante y oscura es constante. A la entrada del pueblo un tétrico cartel lo recuerda. En él se alza la Santa Muerte. La esquelética figura, vestida de novia decimonónica, sonríe al visitante. La rodean pequeñas estatuas con guadaña. También sonríen.

Se dice que ofrece a los narcos amor, sabiduría, luz y conjuros, curaciones físicas y morales. Si uno deposita una moneda, promete multiplicarla un millón de veces. Algunos sicarios dejan flores ante la imagen, otros algo de comida.

Altar en el cual se encontraron restos humanos  (FOTO: ARMANDO MONROY /CUARTOSCURO)
Altar en el cual se encontraron restos humanos (FOTO: ARMANDO MONROY /CUARTOSCURO)

Los crueles rituales de iniciación

A trece años de guerra contra el narcotráfico, los mexicanos podían creer que ya lo han visto todo, pero no es así. Cada cierto tiempo salen a la luz dramáticas historias que no dejan de sorprender y que en los casos más extremos incluyen sacrificios humanos.

En 2014, se dio a conocer que el grupo delictivo Los Caballeros Templarios extraía órganos de sus víctimas como ritual de iniciación de sus nuevos integrantes.

Según testimonios, las ceremonias estaban encabezadas por el fallecido Nazario Moreno, “El Chayo o El Más Loco”, fundador del cártel. Los rituales se convocaban por la noche en algún lugar seguro para la organización. Las llamaban “cenas”, aunque estaban muy lejos de ser un encuentro normal.

Como un proceso de iniciación, utilizaban los órganos como el corazón, el cual obligaban a la persona a comérselo.

“El Más Loco” perdió la vida en marzo de 2014 durante un enfrentamiento con infantes de la Marina.

Sin embargo, Los Templarios no son la única organización que realiza ceremonias crueles para probar sus nuevos miembros, o como una forma de ascender en la organización.

En el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) fueron derribados varios altares a la Santa Muerte en Tamaulipas (Foto: Cuartoscuro)
En el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) fueron derribados varios altares a la Santa Muerte en Tamaulipas (Foto: Cuartoscuro)

En la Familia Michoacana los aspirantes a enrolarse en el grupo debían desmembrar los cuerpos de sus adversarios. En Tamaulipas, Los Zetas secuestraban a los pasajeros varones de los autobuses que circulaban por el municipio de San Fernando, y en algunos casos los obligaban a golpearse entre ellos con marros hasta morir. Los sobrevivientes era reclutados como sicarios.

El entrenamiento de la organización de los hermanos Beltrán Leyva, los miembros adolescentes tenían que golpear con una tabla de madera a una persona desnuda y colgada de los pies.

Para su protección, muchos sicarios rinden culto a imágenes semi religiosas como Jesús Malverde, considerado el Santo de los narcos.

En poblaciones controladas por Los Zetas, como Nuevo Laredo, Tamaulipas, se edificaron cientos de edificios de la Santa Muerte, que fueron destruidos hace algunos años por la entonces Policía Federal.

Recientemente en la Ciudad de México, fueron desmanteladas varias viviendas en la colonia Peralvillo, alcaldía Cuauhtémoc, donde supuestos sicarios de La Unión Tepito poseían varios objetos de santería.

MÁS SOBRE ESTE TEMA: