Más de la mitad de las minas del NAIM operaban de manera ilegal

Afloran más irregularidades en el malogrado proyecto

Compartir
Compartir articulo
(Foto: Cuartoscuro)
(Foto: Cuartoscuro)

Un total de 106 de los 205 bancos pétreos que fueron registrados en el oriente del Estados de México, es decir en los cerros que rodean al Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), presentaron irregularidades legales en su forma de operar entre 2016 y 2018.

Las minas de tezontle y basalto utilizadas para obtener estos materiales que se utilizan con el objetivo de que la terminal no se hundiera en el antiguo lago de Texcoco, explotaron los terrenos donde se encontraban, de acuerdo con información del periódico El Universal.

En octubre de 2018 tuvo lugar una consulta ciudadana realizada por la administración del gobierno del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que canceló las obras del NAIM. Sin embargo, desde diciembre de 2015 hasta el día de la cancelación se adjudicaron seis contratos.

Del mismo modo se solicitaron 189 autorizaciones para explotar bancos pétreos alrededor de las obras del aeropuerto a las secretarias estatales y federales del Medio Ambiente, de todas las peticiones solo fueron denegadas 14.

De entre los daños causados por las empresas se pueden destacar la afectación minera a los restos arqueológicos protegidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al medio ambiente y a la salud de los habitantes de la zona, para estos últimos, la responsabilidad de la explotación recae en las autoridades federales y estatales que permitieron que se hiciera este tipo de sobreexplotación.

Otras irregularidades

En febrero de 2019, la Auditoria Superior de la Federación( ASF) detectó, como parte de la lucha anticorrupción del gobierno de AMLO, irregularidades en la construcción del Nuevo Aeropuerto por más de 310 millones de pesos en los que estaban involucradas tanto la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y empresas privadas.

La obra tuvo un sobrecosto de 60 millones de pesos, de acuerdo con el informe de la Auditoría, esto porque los costos de la Sedena estuvieron por encima de los valores presentes en el mercado.

De las irregularidades encontradas en la Cuenta Pública 2017, el 66% están relacionadas con esta secretaría y 6.2% con la CFE. Las anomalías encontradas en estos organismos fueron calificadas por la ASF como las más caras en el rubro de “desarrollo social”, estos hallazgos influyeron también en el fin del proyecto.

El NAIM podría revivir

A pesar de haber sido cancelado, el pasado fin de semana el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, confirmó los rumores de que el gobierno de Singapur, presidido por Lee Hisien Loong, está interesado en revivir el proyecto del NAIM.

El mandatario estatal dijo que el interés de los empresarios asiáticos viene del potencial que ven en el proyecto para generar conexiones entre los mercados de Norteamérica y Europa. “Lo que sabemos es que están dispuestos a trabajar bajo diversos esquemas que van desde reconocer y recuperar la inversión que ya está hecha, pagarla de ser necesario; asociarse con el Estado mexicano o convertir o terminar y dejarla en sus manos”, explicó.

En caso de salvar este proyecto, los empresarios de Singapur pretenden crear un centro logístico que tenga importancia fuera de sus fronteras. Agregó que “En el mundo se mueven cerca de 140 millones de contenedores de mercancías, sólo Singapur mueve cerca de 70 millones, y el NAIM sería una oportunidad para ampliar sus operaciones”.

(Foto: Cuartoscuro)
(Foto: Cuartoscuro)

¿Por qué se canceló el NAIM?

De acuerdo con la Secretaría de Gobernación se canceló el proyecto aeroportuario iniciado en 2014 bajo la premisa de que en su aprobación se “omitieron la consideración de los efectos negativos mencionados, la seguridad y los derechos humanos de la población local y de que se trataba de una inversión exagerada, para un país con las carencias que tiene México”. Enumeró, además, las siguientes razones: impactos medioambientales, urbanos y sociales; problemas en la planeación técnica del aeropuerto; costos excesivos, entre otros.