Una extraña plaga invadió el centro de Ciudad de México y costará millones quitarla de las calles

En cinco calles de la zona centro se han llegado a contar 200.000 piezas de chicle aplastadas en el pavimento

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Una campaña busca recolectar un millón de chicles masticados al día
Una campaña busca recolectar un millón de chicles masticados al día

La capital mexicana declaró la guerra a la invasión de chicles pegados en las principales calles de su centro histórico, con una campaña que invita a la gente a que en lugar de tirarlos al suelo, los deposite en contenedores especiales para facilitar su recolección y reciclaje.

Para el gobierno local, los chicles pegados se han convertido desde hace años en un problema de contaminación visual, de salud y de gasto ya que mientras el costo por unidad al publico es de aproximadamente 25 centavos (USD 0,01), el costo por quitarlo es de 9 pesos (USD 0,47) por cada uno.

 Tan solo en una calle del centro de Ciudad de México se han contado 200.000 piezas de chicle pegadas en el suelo.

El gobierno de la ciudad ha tenido que hacer millonarias inversiones para retirar de las calles los chicles pegados
El gobierno de la ciudad ha tenido que hacer millonarias inversiones para retirar de las calles los chicles pegados

 "Hoy en día cualquiera de estos chicles que mascamos tardaría 300 años o más en biodegradarse… la idea de poner estos contenedores es que la gente los deposite ahí y se fundan para convertirse en objetos útiles, como botes de basura", explicó Luis Wertzman, presidente del Consejo Ciudadano de la Ciudad.

"Podemos llegar a cuantificar que vale entre nueve o 10 pesos recoger un chicle que está pegado en la banqueta, si eso lo multiplicamos en una calle como Madero (una de las principales del centro), donde hemos cuantificado más de 200.000 chicles pegados, estamos hablando que limpiar la calle le costaría al Gobierno cerca de 2 millones de pesos (USD 105.269)", agregó.

Un estudio del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) en México reveló que los chicles masticados y pegados en cualquier superficie al aire libre son un foco de contaminación e infecciones, ya que contienen microorganismos de la persona que lo masticó y que pueden ser dispersados al medio ambiente a través del aire.

Cuando está expuestos al medio ambiente, un chicle masticado puede albergar hasta 10.000 hongos o bacterias como la tuberculosis, salmonelosis o el estafilococo, que también viajan por el aire.

Con la campaña "Recicla tu chicle" se busca recolectar en los contenedores un millón de chicles masticados por día.

Ya en 2015, el gobierno de la ciudad había gastado un millón de pesos en retirar un ejército de chicles de una emblemática plaza del centro de la ciudad.

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