La reconstrucción de México: ¿Por dónde empezar?

Los sismos de septiembre dejaron secuelas en instituciones, partidos políticos, gobiernos municipales y estatales. La lista de consecuencias es interminable y cambia completamente el escenario para la elección presidencial del 2018

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Rescatistas mexicanos entre los escombros del terremoto en Ciudad de México.
Rescatistas mexicanos entre los escombros del terremoto en Ciudad de México.

Las cifras del desastre que dejó septiembre en México empiezan a surgir: reconstruir al país de los terremotos de los días 7 y 19 costará USD 1.700 millones.

Pero el costo va más allá de lo económico. Desde hace ya varios meses el presidente Enrique Peña Nieto se había colocado en un bajo nivel de popularidad histórico, la alta percepción de corrupción en el aparato público ha sido una constante en los últimos 5 años.

Todo estaba listo para que los reflectores dejaran de enfocar los errores del gobierno federal para enfocarse en el proceso electoral que arrancó el 8 de septiembre. En los partidos políticos ya empezaba la batalla por las candidaturas para las elecciones federales del próximo año, en las que se votará por Presidente, senadores y diputados.

Los terremotos golpearon severamente a 7 estados, incluyendo la capital, y cambiaron todos los escenarios. La reconstrucción del país no solo se tendrá que enfocar a las áreas desvastadas por los sismos sino también a una estructura gubernamental a la que ahora se le culpa por haber permitido a todos los niveles la voracidad de las inmobiliarias que están a juicio por haber construido edificios con materiales de mala calidad o pisos adicionales sin contar con los permisos correspondientes.

Salió a la luz un nuevo caso de corrupción que ya era mencionado por muchos pero al que nunca se hizo caso y en este escenario, coinciden analistas, la prioridad es solucionar la situación de los 250.000 mexicanos que se quedaron sin casa.

Algunos de los edificios dañados tenían un año de haber sido construidos.
Algunos de los edificios dañados tenían un año de haber sido construidos.

Aunque el gobierno solucione de manera acertada las necesidades de los damnificados y la reconstrucción, la confianza ya no se va a recuperar, opinan.

Los partidos políticos tampoco lograran frenar el desgaste que han padecido, por tanto, señalan, la reconstrucción tendrá que iniciar también en el tejido social.

"Como sociedad no debemos acostumbrarnos a ver tiendas de campaña enfrente de las zonas afectadas y esto debe de ser con una enorme transparencia para que no se preste a actos de corrupción ni a la rapiña de los partidos políticos para sacar provecho", señala a Infobae Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Dentro de todos los movimientos políticos, legales y sociales que traerá el sismo se puede aprovechar el momento para iniciar también con una reconstrucción institucional para que el aparato público pueda reinventarse, considera por su parte Ricardo Corona del Instituto Mexicano para la competitividad, un think tank dedicado a la generación de políticas públicas.

"Si el gobierno gasta bien el dinero para la reconstrucción, no va a tener problemas, pero si se quiere reconstruir, es hacerlo en forma y fondo y eso tiene mucho que ver con la gente", agrega.

Los puños en alto que daban la esperanza de haber encontrado sobrevivientes. (Foto: AFP)
Los puños en alto que daban la esperanza de haber encontrado sobrevivientes. (Foto: AFP)

El terremoto político y social

Hace 32 años, el terremoto de 1985, que también golpeó la capital, dejó como herencia una importante movilización social que tres años después derivó en la integración del Frente Democrática Nacional, integrado por antiguos militantes de izquierda, líderes sociales e importantes militantes del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Ahora el terremoto no pudo ser más inoportuno. Su efecto dominó llega hasta los aspirantes a la Presidencia. En este punto Ignacio Martínez afirma que algunos de los aspirantes tendrán que definir si están dispuestas a enfrentar el reclamo social que sumará el desastre a las campañas, principalmente aquellos que tienen puestos públicos.

Éste es el caso de los posibles aspirantes del oficialismo, los ministros del Interior, Miguel Ángel Osorio Chong; de Finanzas, José Antonio Meade; de Educación, Aurelio Nuño y de Salud, José Narro.

Por ley, si quieren competir por la candidatura presidencial del PRI, tienen que renunciar a sus cargos a más tardar el 30 de noviembre.

"Tienen que ver si les conviene dejar sus puestos para responder a la sociedad", advierte Martínez.

Por otro lado las campañas políticas del año próximo pueden ser un negocio menos lucrativo del que se esperaba ante la demanda de que se recorte el presupuesto a los partidos políticos, que en México reciben dinero del gobierno.

La iniciativa ciudadana #PartidosDenSuDinero se ha generalizado y puede convertir en realidad una demanda que ha venido creciendo: dejar de dar dinero público a los partidos para que consigan financiamiento propio.

Ricardo Corona señala que hasta ahora no se sabe cómo están gastando los partidos el dinero que se les asigna. En agosto, el Instituto Nacional Electoral (INE), el vigilante y validador de los procesos electorales, aprobó un presupuesto de 6.778 millones de pesos (USD 3,851 millones) para que partidos lo gasten durante las elecciones del próximo año.

Ante la exigencia ciudadana, los partidos tuvieron que dar la cara. En un video publicado el 22 de septiembre, Alejandra Barrales, presidenta del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD); Dante Delgado, coordinador del opositor Movimiento Ciudadano (MC) y Ricardo Anaya, líder del derechista Partido Acción Nacional (PAN), anunciaron que ya existía una propuesta para que el dinero de los partidos pueda ser destinado a damnificados.

También el PRI y el izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) han lanzando también su propuesta para renunciar al dinero público.

Corona asegura que no son sólo los partidos los que tienen que transparentar su ejercicio sino también el gobierno federal que aún cuenta con partidas no etiquetadas que le permiten ejercer cierta cantidad de recursos a discreción.

La tragedia también podría alcanzar a los ex presidentes. Así como existe una propuesta para que los partidos ya no reciban dinero de los impuestos de los mexicanos, también hay la demanda para que los ex presidentes donen su pensión a la reconstrucción. En el país, los ex mandatarios gozan de una pensión vitalicia.

De los cinco ex presidentes vivos, tres reciben pensión: Luis Echeverría, señalado por la masacre de estudiantes en 1968 en días previos a la Olimpiada de México; Vicente Fox, el primer presidente de oposición en la historia, y Felipe Calderón, quien lanzó en diciembre de 2006 la guerra contra el narco.

Corona asegura que éste momento debe ser aprovechado por los ciudadanos para no soltar la fiscalización de los recursos públicos.

"La ciudadanía tiene esa oportunidad y no hay que soltarla porque gobiernos van a entrar y salir de los colores que quieras. El ciudadano no va a ser técnico en finanzas ni en políticas públicas sino que se trata de que tenga información, que empiece a permear y seguir presionando hasta que el estado cumpla su operación", señala.

infobae

La guerra por la capital

Entre las nueve gubernaturas que se renovarán el 1 de julio de 2018, destaca la de la capital mexicana, integrada por 16 delegaciones (municipios). El terremoto impactó a cinco delegaciones: Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán y Xochimilco.

Después de haber sido conducida desde diciembre de 1997 por el PRD, en las elecciones de delegados del año pasado Morena se posicionó como la primera fuerza política y como puntero en las encuestas de preferencia electoral de cara al próximo año.

El sismo golpeó fuertemente a su precandidata para la capital, Claudia Sheinbaum, actual delegada en Tlalpan, a quien le estalló la crisis por el colapso del colegio Enrique Rébsamen, donde perdieron la vida 19 niños.

El Colegio Enrique Rébsamen. (Foto: Reuters)
El Colegio Enrique Rébsamen. (Foto: Reuters)

Sheinbaum descargó la responsabilidad en administraciones anteriores e interpuso una denuncia por el otorgamiento irregular de permisos para anexos a la construcción original.

Otro militante de Morena, Avelino Méndez, delegado en Xochimilco fue corrido por habitantes de una comunidad afectada por el sismo, mientras que la delegación Cuauhtémoc, también gobernada por este partido, fue una de las que presentó mayores daños y controversia.

En las calles de Cuauhtémoc se ubica el polémico edificio de Álvaro Obregón 286, hasta ahora escenario de las protestas más fuertes de familiares de víctimas quienes acusaron negligencia para rescatar a las personas sepultadas bajos los escombros y falta de información por parte de las autoridades.

Telésforo Nava, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló que Morena tendrá que reconstruirse y replantear su estrategia para la capital ante el desgaste del partido y de Sheinbaum, principalmente porque aquí se ha construido desde 2006 la estrategia que busca llevar a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia.

"Es el bastión de Andrés Manuel que se supone que está cuidando. Para Morena es de suma importancia. Entre más votos se tengan en la Ciudad de México, más peso tendrán en la elección federal", advierte.

Antes del temblor Morena parecía caminar solo hacia el control de la capital, pero ahora, ante el escándalo también tendrá que reconstruirse ante la amenaza que representa el frente integrado por PAN, PRD y MC, quienes podrían lanzar un candidato único.

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