Huracanes: ¿cómo te preparas para protegerte?

Si vives o estás de visita en las zonas en riesgo, de la Florida o Cuba, pueden tomar desde ahora estas precauciones

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Miami y el sur de la Florida se preparan ante la posibilidad de un huracán antes del fin de septiembre. (EFE/ Yander Zamora)
Miami y el sur de la Florida se preparan ante la posibilidad de un huracán antes del fin de septiembre. (EFE/ Yander Zamora)

A veces hay que evacuar la zona donde uno se encuentra. Otras veces es posible quedarse en casa (o en el hotel o el apartamento rentado si se está de visita) pero en condiciones muy distintas de las normales. El paso de un ciclón, de la gravedad que sea, es un momento difícil y amerita que tomes todas las precauciones que puedas.

La depresión tropical Nueve que avanza por el Caribe tiene al sur de la Florida en pleno cono de impacto. Dadas las condiciones meteorológicas, es posible que cobre fuerza y se transforme en un huracán de categoría 3, con ráfagas de viento podrían superar los 180 km por hora y un volumen de agua que deja inundaciones.

Es importante que hagas un plan familiar y que compres las cosas necesarias para pasar varios días sin luz, agua ni teléfono; también que aprendas a distinguir las alertas y los avisos de emergencia para no asustarte innecesariamente. El momento adecuado para organizar los preparativos es siempre el presente. No hay que esperar a última hora, cuando los supermercados ya no tienen agua y hay largas filas de automóviles para cargar gasolina.

Plan general para la familia

Todos van a necesitar los suministros básicos: una reserva de alimentos, agua y medicamentos. Es probable que te quedes sin luz, lo cual en pocas horas significa que no tendrás agua ni podrás cargar la batería de los teléfonos. Los supermercados y las farmacias estarán cerrados. Es posible que las calles queden inundadas o bloqueadas por árboles o señales de tránsito caídas.

Una reserva de agua, de un galón por persona por día de la tormenta, es la preparación habitual. (Wikimedia Commons)
Una reserva de agua, de un galón por persona por día de la tormenta, es la preparación habitual. (Wikimedia Commons)

Hay que tener como mínimo un galón (casi cuatro litros) de agua por cada persona y por cada día. Por ejemplo, si en tu casa son dos mayores y dos menores y se estima que la tormenta y sus consecuencias pueden durar siete días, necesitas cuatro galones diarios, un total de 28 galones (un poco más de 100 litros). El agua servirá para beber y para higienizarse, ya que no habrá otra fuente.

No será posible cocinar ni mantener los alimentos frescos o congelados, así que es importante tener alimentos no perecederos: pescados, mariscos o pollo en lata; vegetales y frutas enlatados y otros que no necesiten refrigerador, como los tomates o las manzanas, y se puedan consumir crudos; preparaciones instantáneas con agua; crackers y galletitas; alimento para las mascotas, etcétera.

Si tu propiedad y tu presupuesto te permiten tener un generador eléctrico, es muy importante asegurarse de contar con el combustible para operarlo. Sin generador, importa tener todos los artefactos electrónicos cargados al 100% antes de la tormenta y contar con baterías para mantener activas varias linternas y una radio.

Conviene guardar los documentos de todos los miembros de la familia, y cualquier otro papel de importancia, en una bolsa plástica, para evitar que el agua los afecte. La lista incluye documentos de identidad, pasaportes, historias clínicas o indicaciones médicas, contrato de propiedad o de alquiler, etcétera.

Es clave verificar antes de la tormenta que se cuente con una provisión suficiente de todas las medicaciones de las personas y las mascotas. También de los artículos personales o de higiene necesarios.

Una reserva de alimentos no perecederos es fundamental para superar los días posteriores al paso del huracán. (REUTERS/Bing Guan)
Una reserva de alimentos no perecederos es fundamental para superar los días posteriores al paso del huracán. (REUTERS/Bing Guan)

Si tienes necesidades que requieren atención especial, llama al hospital, al departamento de salud pública o a la policía del municipio donde te encuentres. Busca ayuda con antelación si tú o tus seres queridos es anciano o tiene alguna discapacidad que le impida movilizarse rápidamente.

No cuentes con que encontrarás cajeros automáticos: ten dinero en efectivo.

Cuestiones específicas para el ciclón

Asegúrate de contar con todo tipo de linternas, desde las pequeñas que se guardan en las cocinas hasta las grandes con que se iluminan patios o se sale de campamento: neceesitarás luces de emergencia.

Consigue una radio que funcione a baterías, con luz solar y a manivela: sin luz no hay internet y para mantenerte informado sobre la evolución del ciclón y los anuncios de las autoridades necesitarás este método antiguo y eficaz.

Deja a mano el extintor de incendios. Es importante que todos los adultos de la familia sepan usarlo. Cuando hay problemas eléctricos (cables caídos, por ejemplo) debido a una tormenta, existen también riesgos de incendio. También revisa la batería de los detectores de monóxido de carbono (CO).

Protege las puertas y ventanas cerrando las persianas contra tormenta; si no las tienes, puedes clavando planchas de madera contrachapada (plywood) sobre los marcos exteriores. Así evitarás lastimarte con pedazos de vidrio roto y protegerás el interior de tu casa contra los vientos.

Un generador o cualquier tipo de luces de emergencia, con sus baterías, ayudan a enfrentar el corte de luz que sucede con los huracanes.
Un generador o cualquier tipo de luces de emergencia, con sus baterías, ayudan a enfrentar el corte de luz que sucede con los huracanes.

Conoce dónde se encuentra el refugio más cercano a tu domicilio. Estudia un par de rutas alternativas a la más directa para llegar allí.

Cuando la batería del teléfono se termine, no tendrás acceso a los contactos, pero luego de varias horas sin noticias de tus seres queridos querrás llamarlos si logras acceder a otro móvil cargado. Anota en un papel todos los números de las personas y también los teléfonos de emergencia que puedes necesitar.

Quizá quieras que tu mascota no esté contigo en estas circunstancias. Hay refugios locales para animales, o quizá tienes un amigo o un familiar en una zona que no corra riesgo de inundaciones y prefieres dejarla con esa persona.

Distingue un alerta de vigilancia y uno de aviso (watch y warning, respectivamente), los dos tipos que emite el servicio de meteorología y repiten las autoridades locales. Las alertas de vigilancia se emplean cuando hay vientos fuertes, de más de 74 millas por hora (118 kilómetros por hora) en una zona determinada. Los avisos, en cambio, implican algo más serio: vientos más fuertes, con fuerza de huracán.

Prepara tu auto (o avisa si no lo tienes)

Asegúrate de que tu automóvil esté listo antes de que llegue la tormenta: llena el tanque de gasolina desde ahora porque mientras más esperes, más difícil será encontrar combustible y más largas serán las filas.

Si es posible, tu vehículo debería estar bajo techo para evitar que algún objeto impacte contra él. Si otros miembros de la familia tienen vehículos, asegúrate también de que estén en un garaje o bajo techo, sobre todo si no los van a necesitar para el caso de una evacuación.

Si las autoridades ordenan la evacuación de una zona es muy importante hacerles caso. (NOAA)
Si las autoridades ordenan la evacuación de una zona es muy importante hacerles caso. (NOAA)

Verifica que tienes el kit para emergencias en el auto. En Ready.gov puedes obtener información sobre qué incluir en el kit.

Si no tienes auto, trata de hacer planes con amigos o familiares en caso de que necesites evacuar tu casa o tu barrio. También puedes llamar a las autoridades para que te pasen a buscar en esas circunstancias.

Cuando llega el huracán

Repasa el plan de emergencia con tu familia. Revisa continuamente si hay información actualizada. Puedes ver la televisión, escuchar la radio o buscar información en línea para mantenerte al tanto, al menos hasta que se corte la electricidad. Luego tendrás que apelar a la radio de emergencia.

Pon las mascotas (y otros animales, si estás en una zona rural) en un lugar seguro y cerrado.

Si vives en una casa, verifica que no haya objetos que puedan salir volando y hacer daño, ya sea a tu propiedad o a la de tus vecinos, en las zonas abiertas. Despeja el jardín y el patio. Coloca las bicicletas, los muebles de exterior, las parrillas, los tanques de propano y los materiales de construcción bajo resguardo.

Tapar las ventanas, con shutters o con paneles de plywood, ayuda a reducir los destrozos del paso de un ciclón. (REUTERS/Adrees Latif)
Tapar las ventanas, con shutters o con paneles de plywood, ayuda a reducir los destrozos del paso de un ciclón. (REUTERS/Adrees Latif)

Mantente alejado de las ventanas para que evites lastimarte con pedazos de vidrio roto o escombros que el viento levante durante la tormenta. Quédate en una habitación que no tenga ventanas, o métete dentro de un clóset, un baño u otra dependencia que no dé al exterior.

Aunque se vea tranquilo, quédate adentro si las autoridades lo han ordenado. No salgas hasta que veas un mensaje oficial anunciando que el huracán ha pasado. El tiempo puede calmarse y volver a ponerse severo rápidamente.

Si tu casa se inunda, si ves cables del tendido eléctrico caídos o si tienes que irte de tu casa, corta la electricidad. Es necesario que sepas con antelación dónde está la caja de fusibles.

Si tienes que evacuar

Escucha a las autoridades para saber si debes evacuar o permanecer en casa. Si recibes una orden de evacuación, no la ignores. No importa cuan fuerte sea tu casa, podría no resistir la fuerza de un huracán. No vale la pena arriesgar tu seguridad y la de tu familia.

También es posible que recibas la orden de quedarse en casa. Si las condiciones son peligrosas para manejar, quedarse en casa podría ser más seguro que irse. Pero si tienes que evacuar la zona donde te encuentras, lleva tu kit de emergencia y solo lo imprescindible: teléfono, cargador, pasaporte o licencia de conducir, medicamentos y dinero en efectivo.

Si dispones del tiempo suficiente, desconecta los electrodomésticos y corta el gas, la electricidad y el agua.

Sigue las rutas de evacuación que te recomienden los trabajadores de emergencias, aunque haya tráfico: las otras podrían estar bloqueadas o inundadas. Nunca conduzcas por un área inundada: las corrientes de agua de apenas 15 centímetros de profundidad tienen la capacidad de detener o arrastrar autos.

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