Stephanie Kwolek nunca pensó que sería científica y una de las químicas más brillantes del mundo cuando creció en la ciudad de New Kensington (Pensilvania), cerca de Pittsburgh, pero logró crear una tela cinco veces más fuerte que el acero: el kevlar, con la que ha salvado miles de vidas al crearse chalecos anti balas y demás materiales de protección.
Fue hija de migrantes polacos, ambos padres le inculcarían amor por diversos intereses, veía coser a su madre, jugaba con sus muñecas y ropas de papel y soñaba con ser diseñadora. su padre le inculcó curiosidad por la naturaleza y más tarde quiso ser médico para salvar a muchas personas, lo que no se imaginaba es que lo haría pero de una forma diferente, hilando cada interés que la marcó en su infancia.
Disfrutaba sus clases de ciencia y matemáticas por lo que terminó desarrollándose en las ciencias durante su vida académica en los niveles de educación media y superior. Esto le abrió las puertas al Instituto
Tecnológico de Carniegie (ahora la Universidad Carnegie Mellon), se graduó con un B.S. Bachelor of Science en química en 1946.
En ese mismo año se incorporó al mundo laboral, la investigadora relató que aún las mujeres no eran tan apreciadas laboralmente, sin embargo por la situación de la guerra había muy pocos, por lo que fue una oportunidad para ella e ingresó como investigadora química en la compañía Dupont.
Aunque ella seguía empeñada en estudiar una carrera de medicina, pronto desistiría ya que poco a poco encontró fascinación por la química y el espacio para dejarla investigar en la empresa fue lo que acabó por convencerla.
Du Pont de Nemours and Company DuPont se encontraba en Buffalo, Nueva York, pero después de cuatro años fue transferida a Wilmington, Delaware al laboratorio de investigación de fibras textiles de la misma empresa.
Kwolek trabajó con polímeros de baja temperatura, que al disolverse pueden convertirse en fibras delgadas. Un grupo específico de esos elementos era capaz de producir fibras resistentes que se descomponían a altas temperaturas, fue en 1965 que descubrió un polímero líquido que poco después se conocería como Kevlar y recibió su patente en 1971.
El nombre químico del kevlar es poliparafenileno tereftalamida, una fibra de alta resistencia, color amarillo, que puede ser hasta cinco veces más resistente que el acero y que en la actualidad es utilizada en la elaboración de chalecos antibalas y gran diversidad de materiales.
Al principio no descubrieron su gran importancia
En un principio llegó a creer que sus resultados eran erróneos, esto es por que el Kevlar es una solución cristalina mientras que la mayoría de estos elementos son de consistencia viscosa. Es por esto que Kwolek pensó, en un principio, que el descubrimiento había sido un accidente. Los primeros usos del Kevlar se dieron en neumáticos dado que su descubrimiento se dio en la búsqueda de materiales resistentes para su fabricación.
Incluso uno de los ingenieros le dijo que era un fracaso, que las fibras eran demasiado delgadas y que romperían las máquinas de hilado, sin embargo luego de varios días de experimentación, finalmente logró entender cómo realizar la composición de la tela que resultó ser cinco veces más resistente que el acero y evita ser penetrada por balas o cuchillos.
Esas fibras eran casi como las que usan las arañas para fabrican sus telas, su inspiración en la naturaleza había rendido frutos.
En principio iba a ser utilizado en ruedas para automóviles, sin embargo se mostró la oportunidad para fabricar cientos de productos.
En un comunicado, la directora ejecutiva de DuPont, Ellen Kullman, describió a Kwolek como "una química creativa y determinada, y una auténtica pionera para las mujeres en la ciencia".
Kwolek es la única empleada femenina de DuPont que recibió la Medalla Lavoisier de la empresa por un logro técnico sobresaliente.
Kwolek se retiró de la empresa en 1986. Desde la invención del Kevlar, el material ha salvado miles de vidas. Además de las prendas ya mencionadas, se utiliza en una diversidad de productos, incluyendo aviones, teléfonos celulares y barcos de vela.
El Kevlar se usa en el diseño de artículos espaciales, cables submarinos, cascos y frenos de automóviles. Además el uso más común es en la fabricación de chalecos antibalas usados por policías y militares a nivel mundial.