Así fue la lluvia de peluches solidaria que organizó el Betis para Navidad

El conjunto español realizó el tradicional evento para conseguir muñecos para los niños más necesitados

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Lluvia de peluches en el estadio del Betis

Este domingo, el estadio Benito Villamarín fue escenario de un masivo gesto solidario que tuvo lugar a pocos días de Navidad. Fue la afición del Betis la protagonista de una lluvia de peluches que luego fueron recolectados del terreno de juego y serán más tarde donados.

El lanzamiento de peluches se realizó en el entretiempo del encuentro entre el conjunto local y el Atlético Madrid, que terminó con victoria para el cuadro visitante por 2 a 1 gracias a los goles de Ángel Correa y Álvaro Morata. Marc Bartra descontó sobre el final.

El Betis había invitado en la semana a través de sus redes sociales a todos sus simpatizantes a llevar muñecos al estadio. Los mismos no debían pesar más de 300 gramos, medir menos de 35 centímetros y ser de “textura blanda y sin batería interna o pilas”. De esa manera, la seguridad permitiría su ingreso.

El Betis aún no informó la cifra de los peluche recolectados (AFP)
El Betis aún no informó la cifra de los peluche recolectados (AFP)

En 2018 el club realizó este masivo gesto por primera vez, fue en el encuentro ante el Eibar, y se recolectaron 16 mil peluches que luego fueron repartidos en hogares y hospitales para los niños menos afortunados. En esta ocasión, la dirigencia pretende superar aquella cifra.

Este tipo de iniciativas no es propia del fútbol español. El Calgary Hitmen, equipo de hockey canadiense, realiza esto todos los años desde 1995 y regala así una de las imágenes más impresionantes de los deportes de invierno. La costumbre es conocida como “Teddy Bear Toss” y suelen superar los 25 mil juguetes todos los años. Además, allí no hay límite de tamaño, por lo que a veces los organizadores se topan con muñecos gigantes.

Durante un partido de hockey sobre hielo, fanáticos arrojan miles de peluches en la pista

Según la leyenda, todo comenzó en Florida, Estados Unidos, cuando Scott Mellanby, jugador de los Florida Panthers, encontró una rata en el vestuario y la mató con su palo de hockey. A partir de ese momento, el público empezó a tirar ratas de plástico para ensuciar el hielo. Con el tiempo la tradición se fue propagando y mutando, hasta llegar a Canadá y convertirse en un acto de solidaridad que lleva alegría a los que más necesidades tienen.

El primer equipo de fútbol que lo adoptó fue el Feyenoord de Holanda en 2016. En aquella oportunidad, el equipo había donado un sector de las gradas para niños del Hospital Sophia, de Rotterdam. Fue entonces cuando desde las tribunas superiores lanzaron miles de peluches para que estos jóvenes puedan recogerlos y llevárselos. Ese gesto fue premiado por la FIFA con el The Best a la mejor afición.

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