Empujón del árbitro y un jugador caído: el curioso incidente en el triunfo de Egipto ante Marruecos en la Copa África

El hecho ocurrió en medio de los forcejeos tras una falta sobre Hakimi. Los Faraones dieron vuelta el resultado con un gol y asistencia de Salah, que fue la figura de su equipo

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Un curioso hecho se dio en el partido por los cuartos de final de la Copa Africana de Naciones que se disputa en Camerún, donde Egipto dio vuelta el resultado y venció por 2-1 a Marruecos. Pero cuando el encuentro estaba empatado, hubo incidentes a causa de una falta contra Achraf Hakimi, que terminó con Munir El Haddadi en el piso tras un forcejeo con el árbitro senegalés Maguette N’Diaye.

Fue un duelo muy emotivo y con mucha tensión el que se jugó en el Estadio Ahmadou Ahidjo de Yaounde, la capital del país anfitrión. Ambos conjuntos llegaron a esta instancia como candidatos al título y puede decirse que era una final anticipada. Con futbolistas de primer nivel jugando en Europa como el egipcio Mohamed Salah (Liverpool) y el mencionado Hakimi (PSG), entre otros, el juego se hizo muy disputado y los dos conjuntos no regalaron nada.

La fricción estuvo a la orden del día y a los 75 minutos Hakimi recibió una falta abajo de Mostafa Mohamed y los dos quedaron cara a cara. El delantero marroquí Munir El Haddadi quiso separarlos y ahí apareció el juez que lo empujó al jugador del Sevilla, que se tomó de la cara y luego se tiró al piso, como queriendo simular un golpe del referí. El jugador no fue sancionado, pero los que recibieron la tarjeta amarilla por sus forcejeos fueron Hakimi y Mohamed.

Los incidentes en el segundo tiempo donde Munir terminó en el piso

En el cotejo primero fue Marruecos el que golpeó luego de una falta que Hakimi sufrió de Ayman Ashraf, que el árbitro sancionó como penal a instancias del VAR. La ejecución desde los doce pasos estuvo a cargo de Sofiane Boufal, que definió cruzado y el arquero Gabaski se tiró hacia el otro palo.

Luego Egipto buscó con remates de media distancia, pero no tuvo eficacia y también se encontró con una buena labor del guardameta Yassine Bounou, que fue una de las figuras de su equipo. De hecho a los 53 minutos tuvo una gran tapada tras un cabezazo de Mohamed Abdelmoneim, pero en el rebote apareció Salah que capitalizó la instancia para colocar el empate.

El cotejo creció en intensidad y dramatismo, ya que los dos equipos no quisieron los penales. La búsqueda del gol fue incesante y en una de las jugadas Naif Aguerd ganó de cabeza, exigió a Gabaski y la pelota luego dio en el travesaño.

Mohamed Salah, la principal figura de Egipto, saluda a sus hinchas (REUTERS/Mohamed Abd El Ghany)
Mohamed Salah, la principal figura de Egipto, saluda a sus hinchas (REUTERS/Mohamed Abd El Ghany)

El partido quedó igualado en los 90 minutos y llegó a la prórroga, instancia en la que a los nueve minutos del primer tiempo suplementario Salah desbordó por la derecha, mandó el centro rasante y apareció Trezeguet por el segundo palo para conectar y mandar el balón a la red, que fue el 2-1 para los Faraones.

De esta forma el equipo dirigido por el portugués Carlos Queiroz clasificó a las semifinales, en las que se medirá con el local, Camerún, en otra final anticipada y un encuentro que promete alta carga emotiva y tensión, como el disputado este domingo.

Marruecos quedó a las puertas de las semifinales y no podrá luchar por su segundo cetro en la competición tras el conseguido en Etiopía en 1976. Egipto buscará llegar a una nueva final y alcanzar su octava corona. Antes deberá superar a otro gran candidato como Camerún, que más allá de sus habituales participaciones mundialistas, es quíntuple campeón continental.

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