La historia del fútbol femenil en México no se entiende sin la figura de Maribel Domínguez, la primera mujer de nacionalidad mexicana en trascender profesionalmente de manera internacional y quien se convirtió en referente para miles de niñas que buscaban una oportunidad en el balompié formal.

Hoy es reconocida en México y España por su gran trayectoria dentro de la Selección Mexicana Femenil y por su extraordinario paso por el FC Barcelona, donde se consagró como jugadora de clase mundial y que la llevó eventualmente a los banquillos y despachos para apoyar el crecimiento profesional del fútbol en México; sin embargo, su éxito tuvo que pasar distintas trabas.

Marigol, como le apodaban por su acierto frente a la portería, nació un 18 de noviembre de 1978 (43 años) en el municipio de Chalco, Estado de México y desde sus primeros años demostró su romance con el mundo del fútbol; sin embargo, la primera etapa de su vida estuvo marcada por la discriminación, ya que por su género tuvo que lidiar con todo tipo de rechazo para poder jugar en este deporte.

Maribel Domínguez tuvo que hacerse pasar por niño para poder jugar fútbol

En reiteradas ocasiones la ahora entrenadora ha mencionado que tuvo que disfrazarse como niño para poder integrarse a algunos equipos, pues nunca quiso dejar de lado su pasión para desempeñarse con el balón y fue la alternativa que tuvo que tomar para participar en categorías inferiores de distintos equipos locales.

De esta forma dio sus primeros pasos en el fútbol organizado, pero fue en el 2002 y por falta de oportunidades cuando pudo saltar a la liga colegial en Estados Unidos y eventualmente con la oportunidad de convertirse en profesional, algo que estuvo cerca de conseguir con el Atlético Celaya en el 2004, equipo de la entonces División de Ascenso, pero la FIFA frenó la incorporación para mantener la separación entre el fútbol femenino y masculino.

Tras su paso destacado por las Kansas City Mystics y Atlanta Beats, pero sobre todo tras el escándalo de no poder jugar de manera profesional en México, le llegó la gran oportunidad de emigrar a España con el Barça, oportunidad que se dio a principios de 2005 y en buena medida por su buena trayectoria con la Selección Femenil en competencias internacionales como el Mundial Femenil de 1999, los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 e incluso dos Copas Oro en el 2000 y 2002.

Tras su exitosa carrera por Europa, donde en 2007 pasó a la Unió Esportiva L’Estartit Costa Brava de la Segunda División y se mantuvo durante cinco años, perfiló su retiro en clubes profesiones en Estados Unidos y después en México en el 2013; sin embargo, todavía participó en el torneo preolímpico para Río de Janeiro 2016.

En síntesis, su impacto su vio representado con récords en el Tri Femenil, pues se convirtió en la jugadora con más partidos en la historia de la Selección Mexicana, con 116, y la que más goles marcó, con 82 tantos. Además es la única jugadora que puede presumir haber anotado en unos Juegos Olímpicos, Copa Oro, Juegos Panamericanos y Mundial de Fútbol.

Estos logros la llevaron a los banquillos en el 2017, primero como asistente de Christopher Cuéllar en la Selección Mexicana Sub-17 y en febrero de 2018 como directora técnica de la Selección Sub-15, para que su última oportunidad llegara de la mano como entrenadora del Tri Femenil sub-20, cargo del que habría sido separada este 21 de julio de 2022 por un “grave” problema disciplinario junto a su cuerpo técnico.

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