A fines de los 70, David Bowie atravesaba, una vez más, una serie de desafíos personales y artísticos. Sus etapas como Ziggy Stardust, Aladdin Sane y The Thin White Duke habían terminado. Estaba en la búsqueda de un sonido musical más electrónico -su vieja banda The Spider forms Mars ya eran historia-, y su apariencia, su puesta en escena, también habían tenido un giro drástico.
Durante este proceso, Bowie su mudó a Berlín Oeste, huyendo un poco también de su adicción a la cocaína, listo para trabajar por primera vez con el legendario Brian Eno y Tony Visconti, con quien había ya grabado The Man Who Sold the World (1970), Diamond Dogs (1974), Young Americans (1975) y con quien grabaría 8 discos más, incluso Blackstar (2016), el último antes de su muerte, de la que hoy se cumplen 4 años.
En Alemania Bowie grabó lo que él denominaría su Trilogía de Berlín, compuesta por los álbumes son Low (1977), Heroes (1977) y Lodger (1979), aunque este último fue grabado, en realidad, entre Suiza y Nueva York.
El título de la canción fue tomado de “Hero”, el tema de 1975 de la banda alemana de krautrock Neu! En ese sentido, la elección de Alemania como escenario para inspirarse estaba relacionado con esa búsqueda de un sonido más electrónico. El krautrock o Kosmische Musik, que había surgido en la contracultura de fines de los años 60 en Alemania Occidental, tenía conexión con la “música del espacio” que Bowie ya había desarrollado en su carrera, pero se le sumaba el uso de sintetizadores.
El tema fue grabado entre julio y agosto de 1977 en Hansa Studio y lanzado el 23 de septiembre de 1977 como el sencillo principal de su 12º álbum de estudio. “El estudio estaba a unas 500 yardas (460 metros) del Muro de Berlín. Los Guardias Rojos miraban por la ventana de nuestra sala de control con potentes binoculares”, dijo Visconti.
La inspiración para la letra llegó por una casualidad. Bowie observaba a una pareja besarse desde la ventana de su estudio, para descubrir luego que se trataba de Visconti, quien estaba casado con la cantante galesa Mary Hopkin, junto con su amante, la vocalista Antonia Maass (Maaß), vocalista alemana del grupo Messengers. La banda de jazz rock estaba grabando en los estudios Hansa al mismo tiempo que se realizaba “Heroes”, y ella terminó participando del tema como acompañamiento vocal y transcribió al alemán la letra -que se canta en el medio- y hasta a ayudó a Bowie con las cuestiones de fonética. El relato está centrado entonces en la historia de dos amantes, uno del Este y otro del Oeste de la capital alemana, cuando un muro separaba aún las expectativas, los sueños y las oportunidades. En el tema también participó Robert Fripp, guitarrista de la legendaria banda británica de progressive rock King Crimson, quien voló desde Estados Unidos para grabar todas sus partes en un solo día.
La voz de Bowie fue grabada con un sistema ideado por Visconti, multi-latch, con tres micrófonos para capturar la voz:_uno a 23 centímetros, otro a 6 metros y el tercero, a 15. A través de una compuerta de ruido, Visconti logró que Bowie aumentara el volumen de su interpretación, ya que los micrófonos no funcionaban en simultáneo, sino que una se apagaba cuando otro se encendía.
“La actuación de Bowie crece así en intensidad precisamente a medida que cada vez más ambiente infunde su entrega hasta que, en el verso final, tiene que gritar para ser escuchado ... Cuanto más grita Bowie para ser escuchado, de hecho, el más atrás en la mezcla, el sistema de cierre múltiple de Visconti empuja sus pistas vocales, creando una clara metáfora de la situación de los amantes condenados de Bowie”, explicó el célebre ingeniero musical Jay Hodgson en su libro Understanding Records: A Field Guide To Recording Practice.
La imagen de la tapa del álbum fue realizada por Masayoshi Sukita, el fotógrafo japones que inmortalizó al británico por cuatro décadas: “Bowie llegó a Japón con Iggy Pop, a quien estaba produciendo. De la nada, me llamó, y no había nada armado en el estudio, solo una iluminación simple, una configuración simple. Bowie comenzó a moverse por su cuenta. Tenía un peinado sencillo y algo de maquillaje, pero comenzó a jugar con eso, a estropearlo. Antes de Bowie, siempre pensé que tomar un retrato requería una preparación”.
"En el 72 o 73, cuando aún era la estrella del glam-rock en Londres, usaba el maquillaje con los disfraces, era realmente vanguardista, pero luego, cuando se tomó la foto de “Heroes”, llevaba una chaqueta de cuero simple y no estaba tanto a la moda. Esa es otra cosa que amo de él. No es específico sobre su moda ni nada; Él puede ser natural. Comenzó en la escena del glam-rock con una imagen de fantasía espacial del futuro, pero una vez que se puso de moda, dijo: ‘Está bien. Pasaré a lo siguiente’”, comentó Sukita a Vice.
Al momento de su lanzamiento, la canción no tuvo mucho éxito comercial tanto en el Reino Unido como en EE.UU., aunque el tiempo la puso en su lugar: hoy se encuentra entre las "mejores canciones de todos los tiempos”, la revista Rolling Stone le otorgó el puesto 46 entre las mejores de la historia, y NME, que declaró al álbum como el mejor del año, colocó al tema en la posición 15. El álbum, por su parte, fue incluido en el libro 1001 Albums You Must Hear Before You Die (Los 1001 discos que debes escuchar antes de morir).
El 6 de junio de 1987 Bowie realizó un show histórico frente al Reichstag, el parlamento de Berlín Occidental. Aquella presentación es considerada en la actualidad como un impulsor de la caída del Muro y, por ende, de la reunión de las dos Alemanias. Tras la muerte de Bowie, de la que hoy se cumplen cuatro años, el Gobierno del país europeo agradeció públicamente vía Twitter a Bowie por “ayudar a derribar el Muro”, y agregó “ahora estás entre los héroes”.
El gran artista británico declararía años después a Bill DeMain, en el libro In his own words, Bowie, que aquel fue uno de los “momentos más importantes de toda su carrera”, “una de las actuaciones más emotivas".
“Nos enteramos de que algunos berlineses orientales podrían tener la oportunidad de escucharlo, pero no nos dimos cuenta en qué números lo harían”, dijo Bowie. “Y había miles al otro lado que se habían acercado al muro. Y los escucharíamos vitoreando y cantando desde el otro lado. Dios, incluso ahora me ahogo”.
Cuando el tema terminó, sus fanáticos del otro lado comenzaron a gritar “¡El muro debe irse!”. A la siguiente semana, el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, se dirigió a Mikhail Gorbachov, entonces líder de la Unión Soviética, en un discurso en Berlín Occidental. "Señor. Gorbachov, derriba este muro”, dijo. Y, dos años después, el Muro caía.
Edición de video: Ignacio Llanes
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