Roy Barreras le responde a Germán Vargas Lleras: “No hay dictadura en el Congreso, hay eficiencia”

En su cuenta de Twitter, el presidente del Senado le respondió al exvicepresidente por su columna publicada este domingo

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El senador rechazó los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias. Foto: Colprensa
El senador rechazó los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias. Foto: Colprensa

Este domingo 16 de octubre, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras aseguró que en el Congreso de la República hay una “dictadura”, porque según él, se han aprobado decenas de artículos en bloque, sin mayor debate, y haciendo uso de la llamada ‘aplanadora’ que tiene el Gobierno Nacional.

“...Pretende el Gobierno del llamado cambio en tan solo dos semanas evacuar el Presupuesto Nacional, la compleja ley de orden público o marco legal para la Paz Total, el acto legislativo de reforma política, la Corte Agraria, el consumo recreativo del cannabis, el Código Electoral y, por supuesto, la mencionada reforma tributaria”, escribió Vargas Lleras en su columna.

Después critica que las mayorías, que están de lado de un gobierno denominado de ‘izquierda’ o ‘progresista’, como el de Gustavo Petro, ahora estén “practicando lo que por años criticaron”, al aprobar proyectos de ley aprovechando la ventaja en el legislativo.

También le mandó sus ‘pullas’ a partidos como el Liberal, de la U y el Conservador, que para Vargas Lleras sorprende que “en tan solo pocas semanas hayan cambiado totalmente su posición frente a temas muy sensibles y, diría yo, hasta ahora inamovibles de sus plataformas ideológicas”.

Ante esto, el presidente del Senado, Roy Barreras, de la coalición del Pacto Histórico, y que ha trabajado junto al gobierno para promover los proyectos de ley que obedecen a su agenda política, respondió en su cuenta de Twitter que:

Apreciado @German_Vargas, no hay dictadura en el Congreso, hay eficiencia, y al contrario, el #CongresoDelCambio se renovó en más del 60% y los partidos históricos se liberaron y se sintonizaron con los vientos del cambio. (Falta un partido aún bajo coyunda autoritaria. )”, escribió.

Pero, las críticas más fuertes del expresidente Vargas Lleras estuvieron enfocadas en la ratificación del Acuerdo de Escazú, que fue aprobada por el Congreso tras un último debate en la Cámara de Representantes el pasado 10 de octubre.

Para Vargas Lleras es un tratado inconveniente, puesto que hará imposibles el desarrollo de proyectos en trámite y licenciamientos ambientales, además de hacer imposibles algunas obligaciones debido a la legislación interna del país.

Dijo que los defensores del acuerdo “hicieron bien su trabajo mediático” al promover la defensa de los líderes ambientales y la lucha contra la desigualdad, la discriminación y el derecho a un ambiente sano y a un desarrollo sostenible. “¿cómo oponerse al argumento de que con su ratificación se salvarán vidas de los líderes ambientales? Se señala el asesinato de 322. Una cifra cuyo origen no es claro, pero que exige que las autoridades investiguen y sancionen”, escribió.

Sin embargo, aseguró que el tratado “poco contribuirá a proteger a los líderes ambientales amenazados o en peligro”, ya que para él eso depende del Estado, de las autoridades y de la Unidad de protección; y que avanzar en los otros propósitos del acuerdo, corresponde más a voluntad política de los gobiernos y no a la aprobación del mismo.

Adicionalmente, dijo que el tratado “...hará inviable cualquier proyecto de desarrollo en el país, aumentará la inseguridad jurídica y multiplicará los tiempos y la incertidumbre en los procesos de licenciamiento”.

Por eso, Roy Barreras, en su hilo de Twitter, agregó:

Roy Barreras defendió el acuerdo de Escazú.
Roy Barreras defendió el acuerdo de Escazú.

Las críticas de Germán Vargas Lleras no se quedaron ahí. Por un lado, celebró que lo único bueno del acuerdo fuera “sepultar el fantasioso proyecto bandera del Gobierno: el tren eléctrico elevado entre Buenaventura y Barranquilla”. Y finalizó diciendo que el gobierno hace “oídos sordos” a la recesión en la que caerá el país en el 2023, porque en lugar de impulsar proyectos de desarrollo e infraestructura que generen crecimiento, riqueza y empleo, busca impedirlos con la ratificación del Acuerdo de Escazú y la reforma tributaria.

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