Después de 24 años, familiares reciben los restos de José Milton Cañas, víctima de la masacre de Barrancabermeja

Este 7 de octubre, los familiares de José Milton Cañas Cano, uno de los 25 desaparecidos de la masacre de Barrancabermeja, ocurrida el 16 de mayo de 1998, recibieron sus restos de parte de la Fiscalía General de la Nación en una ceremonia digna llevada a cabo en la Universidad Industrial de Santander, sede Bucarica, en Bucaramanga.

El cuerpo de José Milton estuvo registrado como NN, al parecer, por cerca de 20 años en el cementerio de Campo Hermoso, en la capital santandereana, a donde fue llevado luego de su hallazgo en el corregimiento de San Rafael de Lebrija, en Rionegro, cerca a Sabana de Torres. Esta es la víctima número 11 en ser identificada; la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas y la Fiscalía trabajan para encontrar al resto.

“El cuerpo de José Milton fue hallado junto a los de otras cinco víctimas, pero era el único que no había sido identificado. Fueron 15 años de búsqueda porque no había confirmación que los restos hallados fueran los de él. El cuerpo estuvo en cadena de custodia, sin embargo, fueron años de silencio”, dijo Rocío Campos, del Colectivo 16 de Mayo, para la emisora Blu Radio.

La Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas apoyó a la Fiscalía para la exhumación de la bóveda. “Pudimos impulsar desde la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas cotejos dentro del Instituto de Medicina Legal que reforzaron las razones para la exhumación. Hubo una colaboración de la administración local para sortear una situación y era que la estructura donde se encontraba la bóveda que estaba en una zona de riesgo”, explicó Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas.

El día de la masacre, entre las 9:00 y 9:30 de la noche, aproximadamente cuarenta paramilitares de las Autodefensas de Santander y el Sur del Cesar, Ausac, bajo el mando de alias Panadero y Camilo Morantes, llegaron en dos camiones y una camioneta pick-up para asesinar a siete personas y secuestrar a 25 más de varios barrios del distrito de Barrancabermeja, (Santander).

El grupo armado acusaba a los pobladores de tener supuestos vínculos con guerrillas como las Farc, el ELN y el EPL. Todo aquel ciudadano que estaba en la calle o en algún establecimiento como bares o billares, fue raptado sin motivo.

“Parte de los hombres armados se dirigió al Barrio 9 de abril, al sur de Barrancabermeja, donde bloquearon la carretera a la altura del acceso a la central termoeléctrica. Los habitantes del lugar se habrían refugiado al interior de un centro de recreación, el cual fue baleado con armas de corto y largo alcance. Los peticionarios señalan que dicho establecimiento se encuentra a escasos 150 metros de la Base Militar adscrita al Batallón Nueva Granada, que presta seguridad a la termoeléctrica”, se lee en el informe sobre el caso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Según el portal Rutas del Conflicto, dos exguerrilleros les indicaron a los paramilitares dónde podían encontrar a los supuestos aliados de las guerrillas. Por eso llegaron a la cancha de fútbol del barrio El Campín, donde la comunidad celebraba un bazar, e hicieron acostar a todos los asistentes en el suelo, aproximadamente unas 100 personas, y los informantes señalaron a los supuestos subversivos, que fueron amarrados y llevados a las camionetas.

Durante las siguientes dos semanas, los paramilitares mataron a los retenidos y desaparecieron sus cuerpos. Según desmovilizados que pertenecieron a este grupo, uno de los informantes confesó después que la mayoría de los señalados no tenía nada que ver con los grupos guerrilleros.

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