La respuesta del presidente Gustavo Petro a las peticiones de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, tras finalizar Consejo de Seguridad

El presidente Gustavo Petro aseguró que Bogotá ha disminuido considerablemente los índices de inseguridad a lo largo de las últimas décadas, afirmó que hace 30 años era una ciudad nueve veces más violenta y que, a día de hoy, está a punto de dejar de ser una ciudad violenta. Tanto la alcaldesa como el jefe de Estado acordaron que la inseguridad se debe combatir con programas sociales, como educación y la inclusión.

Si bien el jefe de Estado sostiene que la capital del país es una ciudad con positivos avances en materia de seguridad, reconoció que “no se deben desconocer las alarmas y caer en ingenuidades”. Con esto, continuó, han creado un marco para avanzar en las políticas de la seguridad humana.

El mandatario se refirió al narcotráfico y a la influencia que estaría teniendo en la ciudad de Bogotá, para esto propuso crear grupos de inteligencia y contrainteligencia. El propósito de esta idea es combatir este delito en los lugares desde donde opera.

Dentro de las peticiones que le había realizado la alcaldesa Claudia López, se incluyó el aumento en el pie de fuerza. Al respecto, el mandatario expreso que esta es una necesidad que tiene no solo Bogotá, sino todo el país, “le he pedido a la policía que cuide menos al gobierno y más a la ciudadanía”, agregó el mandatario.

Otro anuncio que llamó la atención, se centró en la manera como la Policía Nacional está estructurada para desplegar su presencia en las ciudades, el plan cuadrante. El presidente anunció que le solicitó a la policía que reestructure la organización que tiene en las grandes ciudades. Dijo, que si la fuerza pública está focalizada en un perímetro determinado, queda por fuera de los flujos poblaciones, lugares donde ocurre el delito.

Además, frente al tema de porte de armas aseveró que en la ciudad, al igual que en todo el país, se debe hacer un plan de desarme, acción que debe estar acompañada por la generación de confianza por parte de la policía. En este sentido, señaló que incluso, está de acuerdo con eliminar los permisos especiales de armas.

Pese a que en los últimos días Bogotá ha sido alertada por parte de la Defensoría del Pueblo por el número y las condiciones de los asesinatos ocurridos, el presidente destacó que “Bogotá es la capital más pacífica de Colombia por tasa de homicidios”.

Para combatir la violencia y los delitos que padecen los bogotanos, el jefe de Estado resaltó la importancia de los programas orientados a la inclusión social para lograr la paz total.

Con esto, el mandatario de los colombianos precisó que la educación es un eje fundamental, no solo para la inclusión social, sino también para establecer la paz en la capital. A pesar de las adversidades, precisó que Bogotá es un ejemplo para el país en la lucha contra la violencia, toda vez que argumenta que los proyectos sociales sostenidos a lo largo del tiempo dan como fruto la reducción de la pobreza monetaria, multidimensional así como también de la violencia.

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