“Son actos de brujería”: la crítica de algunos colectivos religiosos a las reuniones de Gustavo Petro con grupos indígenas

El presidente electo asistió a una ceremonia simbólica antes de llegar oficialmente a la Casa de Nariño.

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Foto de archivo. El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, habla durante una ceremonia de juramentación simbólica organizada por organizaciones sociales, populares, étnicas y ancestrales de Colombia, en Bogotá, Colombia, 6 de agosto, 2022. REUTERS/Mariana Greif
Foto de archivo. El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, habla durante una ceremonia de juramentación simbólica organizada por organizaciones sociales, populares, étnicas y ancestrales de Colombia, en Bogotá, Colombia, 6 de agosto, 2022. REUTERS/Mariana Greif

El pasado sábado 6 de agosto, varias comunidades indígenas se congregaron en el Parque Tercer Milenio de Bogotá para llevar a cabo una ceremonia ancestral con el presidente electo Gustavo Petro, en una suerte de posesión espiritual, de cara a la oficial que tendrá lugar el domingo 7 de agosto.

Lo que se quería simbolizar con este acto era el comienzo de una nueva etapa, la llegada al poder de un nuevo gobierno que, de acuerdo a lo dicho por los indígenas que se reunieron, es el primero que verdaderamente los representa. Pero, más allá de que el acto fue bien visto por los seguidores del líder de izquierda, le ha generado una serie de comentarios que critican su proceder e, incluso, su credo.

Varios sectores de la iglesia han calificado este acto como brujería y han desaprobado la participación de quien será el presidente de los colombianos durante los próximos cuatro años. A dichos comentarios se le sumó el de John Milton Rodríguez, el exsenador y líder del partido cristiano Colombia Justa Libres. “Todo acto de brujería y hechicería, queda cancelado en el nombre de Jesús. Colombia es tierra de paz y bendición”, escribió.

Rodríguez agregó que este tipo de actos son “contrarios a la invocación de la protección de Dios como lo establece la misma constitución de Colombia”, y en entrevista con la revista Semana, dijo que el “pueblo católico y cristiano de Colombia no comparte que un país donde más del 90 % son creyentes en Cristo, se invoque como acto de posesión espiritual a espíritus ancestrales y la chamanería que son actos de brujería y hechicería”.

Entretanto, la exsenadora del Centro Democrático María del Rosario Guerra indicó: “Que Dios proteja a Colombia. Gobernar con brujería y hechicería es querer descristianizar a Colombia y aliarse con el mal. Pronto se verá la persecución a las iglesias y sus feligreses como en Nicaragua. Hay que dar la batalla por el bien y la defensa de nuestros valores”.

Durante la ceremonia, Petro dio un discurso en el que convocó a una asamblea nacional constituyente con el ánimo de darle su lugar a los movimientos populares.

Foto de archivo. El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, habla durante una ceremonia de juramentación simbólica organizada por organizaciones sociales, populares, étnicas y ancestrales de Colombia, en Bogotá, Colombia, 6 de agosto, 2022. REUTERS/Mariana Greif
Foto de archivo. El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, habla durante una ceremonia de juramentación simbólica organizada por organizaciones sociales, populares, étnicas y ancestrales de Colombia, en Bogotá, Colombia, 6 de agosto, 2022. REUTERS/Mariana Greif

“Necesitamos más y más organización popular en toda Colombia y el presidente de la República los convoca a organizarse (...) hay una parte organizada del pueblo, pero es importante para los días que están por venir aumentar la cantidad y calidad la organización popular”, apuntó el mandatario, y explicó que el poder no yace sobre un escritorio, sino que reside en la sociedad.

“El poder real se demostró el 19 de junio [...]; la organización popular debe coordinarse nacionalmente, independientemente de las diferencias del pensar y del sentir; en las diferencias debe haber una coordinación del mundo popular, una asamblea nacional popular que pueda interlocutar con el gobierno que se inicia el día de mañana, porque no queremos que el gobierno reemplace y coopte el movimiento popular”.

Además de esto, Petro fue enfático en el hecho de que en Colombia nunca se ha vivido una democracia ‘multicolor’ y señaló que lo que se viene es arduo y es deber de todos trabajar de manera colectiva y solidaria. Construir la Colombia de la paz y la justicia depende de la capacidad, de la cantidad y de la calidad del movimiento popular de Colombia, precisó. “En ustedes descansa buena parte de esa responsabilidad. En mí descansa la responsabilidad de que todo el Gobierno nacional esté dispuesto a dialogar con ustedes y estén dispuestos a conectarse”, finalizó.

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