Asesinato de Adriana Pinzón: necropsia definió que murió por asfixia mecánica

La muerte de la psicóloga Adriana Pinzón causó conmoción en todo el país durante los días que la profesional estuvo desaparecida, pero también indignación ante la confesión de Jhonatan Torres Campos, cuñado de la mujer, reconociendo su responsabilidad en el caso. En las últimas horas se conocieron los resultados de la necropsia que le realizaron a la víctima en Medicina Legal y se pudo establecer el modus operandi del homicida.

De acuerdo con los exámenes, revelados por Noticias Caracol, Pinzón murió por asfixia mecánica y en su cuerpo presentaba algunas heridas causadas con arma cortopunzante.

Cabe recordar que el cuerpo de la psicóloga fue hallado en la madrugada del pasado sábado 25 de junio en una vereda de Zipaquirá, luego de que la mujer hubiera estado desaparecida por 17 días y, en las últimas horas, el principal sospechoso reconoció su responsabilidad.

En medio de la investigación que ha realizado la Fiscalía General de la Nación desde que Pinzón fue reportada como desaparecida por su familia, se estableció que el principal sospechoso de su muerte era su cuñado, Jonathan Torres, quien fue detenido desde antes que se encontrara el cuerpo de la psicóloga. Según las autoridades, fue la última persona que estuvo junto a la psicóloga antes de que desapareciera y se tiene bastante material probatorio en su contra.

De hecho, los resultados de la necropsia se suman a la cantidad de pruebas que la Fiscalía ha preparado en contra de Torres Campos, quien de manera voluntaria suscribió un acta de preacuerdo con el ente acusador recientemente. Por ahora, la entidad ha establecido que los móviles del hombre para asesinar a su cuñada “serían económicos y estarían relacionados con el afán que tendría Torres Campos por cubrir varias deudas”.

Dentro del caso también se cuestiona el papel de Pilar Pinzón, hermana menor de la víctima y esposa de Torres Campos. Cabe recordar que, en días pasados, la hermana mayor habló con El Tiempo sobre cómo está la menor de las Pinzón con esta situación y señaló que “ella no sabe qué pensar. Siente un dolor inmenso. Ella es nuestra hermana menor y la más mimada. Mi hermana Adriana siempre la ha consentido. Siente dolor por su hermana desaparecida y por el padre de su hijo”.

Sin embargo, una conversación por chat entre Torres Campos y su esposa pondría en duda su la hermana sabía de los planes de su pareja. Según reveló el noticiero mencionado anteriormente, el hombre le escribió a su esposa “Sandra está en contra”; “Porque con el papel ese nos jode”; “Pero ya estoy mamado de tu familia”.

Torres fue capturado luego de que en videos registrados por cámaras de seguridad se le viera abandonando el apartamento de la mujer con unas bolsas negras. El señalado responsable de la muerte de Pinzón cargaba aquellas bolsas con dificultad, lo que hizo pensar a las autoridades que se encontraba trasladando en aquel paquete el cuerpo sin vida de la psicóloga.

El cuerpo de la psicóloga en una zanja y envuelto en una bolsa negra, en la vereda Río Frío, cerca a Zipaquirá, en Cundinamarca. Sandra Pinzón, hermana de la víctima, señaló que el hallazgo se dio gracias a la pericia de los investigadores del CTI de la Fiscalía. “Ellos hicieron una especie de triangulación con puntos detectados, a partir de datos que ellos obtuvieron a través de diversas fuentes como rastreo de aparatos electrónicos y demás. Así dieron con el punto y lograron localizar el cuerpo de mi hermana”.

A pesar de que Torres Pinzón ya confesó su participación en la desparición y asesinato de su cuñada, todavía quedan detalles que necesitan ser aclarados, como la presunta ayuda que recibió. Jimmy Pepinosa, abogado de Torres, aseguró para el medio de comunicación Alerta Bogotá que su cliente no había actuado solo y que la mujer habría sido asesinada para robarle sus ahorros.

Antes de confesar su responsabilidad, el hombre se había declarado inocente y señalado que había pactado una cita con ella para cerrar el negocio de la venta de un carro, el de ella, y que, posterior a ello, la mujer había tomado un servicio de transporte privado hasta su casa.

Con su nueva versión, se comprometió a aceptar los delitos de homicidio agravado y desaparición forzada de la profesional de 42 años de edad. De igual manera, previo aval judicial, recibiría una pena de 28 años de prisión y deberá pagar una multa de 600 salarios mínimos mensuales vigentes, osea más de 600 millones de pesos. Además, de inhabilidad para ejercer cargos públicos.

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