Álvaro Hernán Prada, tras renunciar a la Cámara por el caso contra Uribe, busca subir al Senado

El exrepresentante involucrado en el escándalo de manipulación de testigos busca como parte de su plan de acción abrir “un debate para limitar el poder de la Corte Constitucional”

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El senador huilense es uno
El senador huilense es uno de los que está de acuerdo con el posible referendo para regular el aborto

El exrepresentante a la Cámara por el Huila por el partido Centro Democrático, Álvaro Hernán Prada Artunduaga, siente que tiene motivos políticos de peso para defender el legado del expresidente Álvaro Uribe Vélez, amigo personal suyo y padrino de sus dos pares de mellizos. Tanto, que por apoyar a Uribe terminó involucrado en el caso de manipulación de testigos contra el expresidente, que lo hizo renunciar a su curul y enfrentarse a la justicia. A pesar de esto, volvió a la carrera política y ahora aspira llegar al Senado.

Él destaca el modelo de país planteado por el uribismo, que “se concretó en cinco pilares fundamentales que son, además de la seguridad democrática, la confianza inversionista, la cohesión social, el diálogo con la comunidad permanente y un Estado más pequeño, no tan burocrático, un Estado austero pero que le llegue al ciudadano”.

Con memoria religiosa y casi sin tomar aire, Prada enumera los fines logrados -que no los medios- por ese modelo de gobierno.

Prada ha pertenecido al uribismo desde cuando fue candidato a la Cámara de Representantes por el Huila en 2006 por Convergencia Ciudadana, uno de los partidos que impulsó la reelección de Uribe y que resultó inmerso en el escándalo de la parapolítica. En 2014, cuando el Centro Democrático debutó en las elecciones legislativas con listas cerradas, Prada ganó una de las primeras 39 curules para ese partido.

Peleas contra las cortes

En 2018, el abogado de la Universidad de la Sabana volvió a ser cabeza de la lista cerrada del Centro Democrático y retuvo su curul en la Cámara baja. No obstante, renunció a ella el pasado 21 de abril al quedar involucrado en medio de la investigación contra Uribe por presunta manipulación de testigos.

Prada es señalado de haber contactado y presionado a algunos testigos para que cambiaran sus versiones en beneficio de su compadre. Según su versión, sintió asedio por parte de la Corte Suprema de Justicia, la cual no habría considerado quince pruebas que demostrarían que no son ciertos los señalamientos en su contra. Uribe, quien renunció a su curul en el Senado por el mismo motivo, consiguió que su caso saliera de esa corte para ser estudiado por la Fiscalía General de la Nación. Prada no tuvo la misma suerte, ni con tutela de por medio.

Entre los uribistas, esto solo alimentó la idea de que es necesario reformar los poderes de las altas cortes. Prada ya lo había pensado antes, luego de que la Corte Constitucional tumbara proyectos como la cadena perpetua para violadores de menores. Entonces, intentó activamente limitar el poder de ese tribunal.

Miedos y legados

Para Prada, el legado de Uribe sirvió como contrapeso para las políticas de izquierda que ganaron en América Latina en la primera década del 2000. “Yo creo que ese modelo fue exitoso no solamente para Colombia, sino para Hispanoamérica, y se convirtió en una forma importante también para defender la democracia de ese sistema totalitario que ha ido empobreciendo países en Latinoamérica”, aseguró.

Del mismo modo, el excongresista considera que el presidente Iván Duque es “un hombre bien intencionado que le tocó muy duro”, pero que les respondió a los colombianos con el fortalecimiento del sistema de salud en plena pandemia e invirtió siete billones de pesos en el Hula, el departamento que representaba. También siente que la historia lo calificará mejor que los colombianos de hoy.

Prada reconoce que siete millones de colombianos cayeron en la pobreza durante el gobierno de Duque. Teme que ese problema, más la fuerza que la oposición ha adquirido desde el paro, acabe con el legado que él ha tratado de defender.

Según él, las personas con capacidad de invertir están sintiendo miedo por la posibilidad de que Gustavo Petro llegue al poder. Eso se traduce en firma de “cláusulas Petro” y planes de sacar el dinero del país para proteger su capital.

Las ideas de Prada

Para el candidato, un país ideal es aquel que dignifique la vida del ser humano. De forma específica, piensa en un sistema educativo con énfasis técnico y tecnológico, con cobertura equitativa en todo el país y que dé herramientas para el emprendimiento. También piensa en el deporte como una forma de salvar vidas de las drogas y el reclutamiento forzado, de modo que las jornadas complementarias en las escuelas se dediquen a la actividad física y se ofrezcan exenciones tributarias a quienes construyan escenarios deportivos.

Además, Prada siente que es necesario recuperar la confianza de los ciudadanos en la denuncia y la fuerza pública, y viceversa. Según él, esa confianza se deterioró tras la retoma de los grupos armados organizados, la llegada de actores violentos internacionales y la división de las FARC. “Un país ideal es un país que aprenda a valorar al policía y al soldado. Que la fuerza pública tenga el blindaje suficiente para estar motivado y ayudarnos a preservar el orden público y la tranquilidad dentro del territorio nacional”.

Finalmente, considera necesario que la gente tenga la confianza para quedarse en Colombia y emprender, especialmente en el campo, cuyos productos deben ser comercializados con pocos intermediarios.

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