Sacerdote, con supuestos poderes curativos, fue acusado de abusar de tres feligreses en Ibagué

En la ciudad de Ibagué, efectivos del CTI capturaron al sacerdote José Freddy Martínez Cruz, acusado de, presuntamente, haber abusado sexualmente de tres mujeres en la capital del Tolima. Tras recoger las pruebas contra este hombre, la Fiscalía General de la Nación lo acusó de manera formal ante el juzgado 4° penal del circuito recientemente.

La diligencia en su contra se llevó a cabo ante el Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas), de la Seccional Tolima. Allí fue imputado por los delitos de acto sexual violento, acto sexual con persona puesta en incapacidad de resistir y acceso carnal con persona puesta en incapacidad de resistir, esto después de una investigación de varios meses en los que las autoridades han esperado que más mujeres se acerquen a denunciar.

Lo que la Fiscalía detalló ante el juzgado es que el religioso abusó de tres mujeres entre los años 2007 y 2013, cuando trabajaba en una iglesia del corregimiento de Villa Restrepo, a las afueras de la ciudad de Ibagué. El ente acusador determinó que Martínez Cruz doblegó a las mujeres durante los momentos de unción.

Y es que este sacerdote era reconocido en Ibagué por hacer supuestas misas de sanación, especialmente en el corregimiento de Villa Restrepo, pues allí lideraba varios grupos de oración. Era durante esos momentos en los que Martínez Cruz accedió a estas tres mujeres en diferentes años, las víctimas son mujeres entre los 19 y 22 años.

Cabe señalar que el caso contra el sacerdote está abierto desde el pasado 2 de julio, después de que al menos 10 de feligreses lo acusaran de haberse aprovechado de sus supuestas capacidades curativas para abusar sexualmente de ellas, lo que no solo llevó a su captura por parte de las autoridades, sino que también la iglesia católica lo suspendió de sus labores como sacerdote.

Recientemente, Martínez Cruz fue presentado y acusado por la Fiscalía ante el Juzgado 4° Penal del Circuito, en la audiencia preparatoria se estableció la fecha para el juicio que será el próximo 21 de enero de 2022.

Antecedentes del caso

De acuerdo con el diario local El Cronista, las denuncias se conocían desde hace ya varios meses y habían llegado hasta la Arquidiócesis de Ibagué, que más que tomar cartas en el asunto habría tratado de enterrar los hechos. Así lo demostraría un comunicado difundido por ese medio y firmado por dicha institución, en el que se pide a los demás miembros de la iglesia de la capital del Tolima manejar la situación con suma prudencia.

“Ustedes están enterados de la situación que vive nuestro hermano sacerdote, padre José Freddy Martínez Cruz; y como es propio de estos casos la autoridad competente ha procedido a la suspensión ‘Ad Cautelam’ según el derecho canónico. Como comprenderán el Arzobispo no debe pronunciarse al respecto por ahora”, reza la misiva que al parecer tiene unos tres meses de enviada.

En la misma, invitan a los miembros de la congregación a “redoblar las virtudes de la oración, la caridad y la prudencia”, sugiriendo que lo que se busca es proteger tanto al padre como a “todas las personas involucradas”, es decir sus víctimas, mientras se adelantan las investigaciones pertinentes. Sin embargo, hay otro comunicado de la Arquidiócesis fechado el primero de julio de 2021, en el que señalan que después de recibir varias acusaciones contra el sacerdote procedieron a suspenderlo y dar a conocer el caso a las autoridades competentes.

Unas de las mujeres que lo denunció habló de manera anónima a Noticias Uno en el mes de julio de este año, allí reveló que “yo a los 14 años fui víctima de su abuso, él sentía placer del mal que les causaba a las persona que lo buscaban”. Otra mujer habló del supuesto poder que el religioso poseía y el que utilizaba para hacer milagros, cosa que lo hizo tan reconocido en la ciudad, “era un poder que te hace perder la voluntad sobre tu cuerpo, él utilizó ese medio para abusarme sexualmente”.

Por otro lado, una mujer que hizo parte de uno de los grupos de oración que el sacerdote Freddy Martínez lideraba señaló que el hombre tenía comportamientos extraños y no todos los días los trataba igual. “En ocasiones nos hacía desnudar para hacernos castigos con látigos y ortiga, nos decía que era una ofrenda para Dios ... nosotros aceptábamos porque confiábamos en él”, dijo la mujer al noticiero.

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