“No vamos a volver a Cartagena, fue una de las experiencias más indignantes que nos ha ocurrido”, turistas chilenos denunciaron acoso en el Centro Histórico

El grupo de visitantes aseguró que fueron víctimas de acoso por parte de trabajadoras sexuales y que, además, intentaron robarlos. La Policía les dijo que era normal este suceso y que no podían hacer nada por ellos.

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“No vamos a volver a Cartagena, fue una de las experiencias más indignantes que nos ha ocurrido”, Chilena denunció acoso en el Centro Histórico Colprensa

“¿Como es posible que una prostituta le ofrezca servicio de sexo a mi hijo de 14 años? Además la manera como miraban a mi nena de 7 años. No deseamos volver a Cartagena”, así terminó el viaje turistico de una familia que, proveniente de Chile, llegó a Colombia para pasar unas vacaciones en Cartagena, uno de los lugares más referenciados para los extranjeros, sin embargo, el viaje terminó siendo opacado por una mala experiencia en el Centro Histórico de la ciudad.

En una entrevista con El Universal, la turista, quien pidió que su nombre fuera reservado, contó que todo estaba saliendo perfecto en su primer día en la ciudad hasta que caminaron por el Centro Histórico, justo en la Plaza de los Coches, contigua a la Torre del Reloj, los abordaron un grupo de prostitutas y hombres que las acompañaban y les ofrecieron servicios sexuales de manera reiterativa y casi obligada.

La mujer contó que iba caminando con su marido, dos hijos adolescentes y una pareja de amigos y que una de las trabajadoras sexuales la acosó a tal punto que le preguntó que cuántos años tenía su hijo, cuando la chilena respondió que 14, la mujer le insinuó que quería quitarle a virginidad al menor y que cuánto le pagaban por hacerlo.

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“No vamos a volver a Cartagena, fue una de las experiencias más indignantes que nos ha ocurrido”, Chilena denunció acoso en el Centro HistóricoEFE/Ricardo Maldonado/Archivo

Además, denunció que no bastó con el acoso sexual, que los hombres que acompañaban a las trabajadoras sexuales los manosearon intentado robar sus pertenencias. Cuando lograron huir del lugar, fueron hasta la estación de policía más cercana pero nadie los quiso ayudar, “al solicitar el apoyo de los uniformados, estos lo que les manifestaron es que es poco lo que pueden hacer, pues es complicado para ellos intentar quitar a esas personas del lugar pues ellos siempre comienzan a insultar a los uniformados bajo el argumento de no están haciendo nada malo y que tienen derecho a estar en esa zona como minorías y demás”, relató la chilena a El Universal.

Luego de la experiencia que vivieron, la inseguridad que sintieron y el acoso sexual al menor, la mujer decidió cancelar los ocho días de estadía que estaban programados y pidieron un vuelo de regreso esa misma noche para Santiago.

Prostitución en Cartagena ¿Qué está pasando?:

El Juzgado Segundo Administrativo del Circuito de Cartagena admitió en julio de 2021 una tutela presentada en contra de la Alcaldía por funcionarios de la Defensoría del Pueblo y del Colectivo ‘Somos Centro Histórico’, que exigen que se prohíban las actividades sexuales, así como la violación de los usos del suelo establecidos en el POT y la contaminación auditiva, consideradas como excesivas, en la zona turística por excelencia de la ciudad.

En palabras de Isabela Restrepo, directiva del mencionado colectivo, “desde que se cerró Tesca la prostitución se regó por toda la ciudad y en el Centro Histórico ha proliferado por el turismo nocturno”, señaló la vocera.

A través de un comunicado, Somos Centro Histórico insiste en que el turismo de excesos nocturno en el Centro Histórico está poniendo en riesgo la permanencia de Cartagena en la lista de Patrimonios de la Humanidad de Unesco. Y hasta proponen “que en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se cree una zona de tolerancia en las afueras de la ciudad, lejos de barrios con uso residencial, y se establezcan licencias de funcionamiento para la operación de comercios como existen en otras ciudades del país”.

Esta, concluyó, se podría desarrollar por medio de la creación de una alianza público privada que atraiga inversión a la ciudad y garantice la sostenibilidad de la idea en el largo plazo. De esta forma se podría ejercer mayor control sanitario y regulatorio sobre dichas actividades.

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