A prisión, sujeto que mató a un joven de 20 años mientras compraba un lápiz en Bogotá

El presunto agresor, de origen venezolano e identificado como Aníbal José Velásquez Granados, no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía

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Aníbal José Velásquez Granados habría asesinado a un joven en Bogotá. Foto: Fiscalía
Aníbal José Velásquez Granados habría asesinado a un joven en Bogotá. Foto: Fiscalía

A Bogotá no solo la aquejan los trancones, la contaminación ambiental y la pobreza, sino que la inseguridad sigue atormentando a sus ciudadanos: robos, asesinatos y otros hechos delictivos son el pan de cada día en la capital, situaciones que, en algunos casos, logran ser controladas por la Policía.

Uno de los hechos en los que recientemente actuó la fuerza pública fue la captura y posterior judicialización del hombre que, a mediados de agosto del 2021, le quitó la vida a un joven de 20 años, quien salió de su casa a comprar un lápiz y fue asesinado por el individuo que quiso robarle el celular.

La víctima fue identificada como Daniel Felipe Rodríguez, quien se despidió de este mundo el pasado 15 de agosto, cuando Aníbal José Velásquez Granados, un hombre de ciudadanía venezolana, le arrebató la vida en el barrio Bello Horizonte de la localidad de San Cristóbal, al sur de Bogotá.

Tras la aprehensión de Velásquez por parte de un equipo de la Unidad de Vida de la Fiscalía General de la Nación, en coordinación con el CTI de la capital de la República, el extranjero quedó en disposición de las autoridades y en las últimas horas, un juez de control de garantías dictó medida de aseguramiento en centro carcelario al sujeto que le disparó a Daniel y lo asesinó a sangre fría.

El ente acusador imputó al presunto agresor por porte ilegal de armas de fuego, homicidio agravado y hurto calificad agravado. Los videos de seguridad en los que quedó plasmado el atroz crimen evidencian cómo Velásquez atentó contra el joven, sin embargo, durante la audiencia, este no aceptó los cargos.

Por su parte, cuando se presentaron los hechos, el tío de la víctima, Nelson Rodríguez, manifestó en diálogo con la emisora La Cariñosa que el crimen contra su sobrino se presentó a eso de las 6:30 p.m., cuando hacía fila en una tienda del sector para comprar un lápiz que necesitaba para sus tareas de tercer semestre de odontología.

Al aparecer, habían varias personas adelante de él, por lo que decidió esperar y respetar los protocolos de bioseguridad; en ese momento Daniel decidió sacar su celular por unos minutos para chatear con un amigo y fue ahí cuando Velásquez, junto a otro hombre, que se movilizaba en una moto y sin mediar palabra, le dispararon en el rostro para quitarle el elemento electrónico.

“Él alcanzó a ingresar y a salir de la cigarrería, alcanzó a pedir ayuda, pero se desplomó en la entrada del negocio”, comentó con profunda tristeza su tío al periódico El Tiempo y agregó que no satisfechos con el crimen de Daniel, tres cuadras más adelante los delincuentes hicieron lo mismo con otro transeúnte que también murió.

Cuando los familiares del joven escucharon los tiros a lo lejos de su casa, se acordaron de él y salieron a buscarlo; al llegar al establecimiento donde Daniel compraba sus lápices se encontraron con una escena muy lamentable y llamaron con desesperación a la línea 123, pero tras un extenso período de tiempo nadie apareció.

También le pidieron a gritos socorro al dueño de un taxi ubicado en el lugar de los hechos, pero este hizo caso omiso de sus lamentos. “Una prima de nosotros llegó al lugar, y en otro taxi partieron a la clínica San Rafael, pero ya no hubo nada que hacer. Mi sobrinito perdió la vida a las 7 de la noche. Fue un día fatídico de este 2021. Jamás en la vida lo vamos a olvidar”, contó otro familiar de Daniel.

La muerte de Daniel no solo estuvo marcada por la violencia y la delincuencia que hoy día enmarca la capital, sino también la indiferencia pues no solo fueron las autoridades que se demoraron más de 45 minutos en llegar, ni el taxi que no les quiso ayudar, sino que la dueña de la tienda cerró su local mientras Daniel yacía en el piso.

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