Paraísos fluviales: siete ríos, lagunas y cascadas que no se pueden dejar de visitar en Colombia

Colombia es uno de los países del mundo con más riqueza hidrográfica, sus principales fuentes de agua, conformada por los ríos Magdalena, Amazonas, Cauca, Guaviare, Putumayo y Caquetá, despliegan numerosos paraísos, ideales para los amantes de la aventuras acuáticas.

Estos destinos nacen desde los centros hidrográficos del país, ubicados en los ecosistemas de glacial, páramo y alto-andino, y desde donde provienen las principales fuentes de agua dulce que se encuentran en la cordillera de los Andes y en la Sierra Nevada de Santa Marta. Estos son, el Macizo Colombiano (Cauca, Huila, Nariño, Putumayo, Tolima y Caquetá), el Nudo de los Pastos (Nariño), el Cerro de Caramanta (Antioquia y Risaralda), el Nudo de Paramillo (Antioquia y Córdoba), el Páramo de Sumapaz (Cundinamarca), el Páramo de Guachaneque (Cundinamarca), el Nudo de Santurbán (Santanderes) y los nevados y páramos de la Sierra Nevada de Santa Marta (Magdalena).

Infobae recoge cuáles son los destinos que se encuentran en estas zonas y que comprenden verdaderos paraísos fluviales:

Caño Cristales, La Macarena, Meta

El río Caño Cristales, ubicado en el municipio colombiano de La Macarena, es conocido como el río de los cinco colores, quizás porque parece un pedazo de arcoíris que escapó del Edén. Y es que los colores que se crean en el agua son una atracción única.

Tonos amarillos, verdes, rojos, azules y violetas se vislumbran en sus aguas debido a su vegetación y al reflejo de la luz del sol. El río además cuenta con la presencia de exóticas plantas que conviven bajo este espejo de agua, las cuales crecen en las numerosas rocas del río. Entre algunas de las especies se puede encontrar la macarenia clavígera, cuyas características físicas son las que le dan al río ese tinte de colores fucsias, rosas, rojos y verdes que, fusionado con los colores de las piedras, lo convierten en un paraíso único.

Pozo Azul, Manaure, La Guajira

Este paraíso se encuentra donde termina el Cesar y empieza La Guajira. Es un santuario de naturaleza donde la paz inunda el lugar así como su abundante vegetación, que hace juego perfecto con este pozo de aguas azules que descienden desde la Sierra Nevada de Santa Marta.

Túquerres, Nariño

Se trata de una laguna ubicada en el cono volcánico del volcán Azufral, en el municipio de Túquerres, departamento de Nariño.

Uno de los atractivos turísticos de este fantástico lugar es el color de sus aguas, que son de un verde turquesa, debido a la concentración de azufre por la actividad volcánica.

La vía de acceso es desde Pasto, donde se toma un bus con destino a Túquerres, allí se toma otro bus que llega hasta inmediaciones de la laguna, para luego caminar hasta llegar a ella.

Sin duda, Colombia es un paraíso lleno de misteriosos destinos por descubrir. Empaca las maletas estas vacaciones y llena tu vida de nuevas experiencias sin salir de este país lleno de encanto natural.

Salto del Sereno, Sucre

Esta impresionante cascada de 20 metros de altura que terminan en un pozo de aguas azules comprende un verdadero paraíso natural. Para llegar se debe partir desde Sincelejo rumbo al municipio del Coloso, desde donde se debe emprender una caminata de dos horas hasta llegar a esta reserva hídrica.

Raudal de Jirijirimo, Vaupes

Este paraíso de cascadas, también conocido como “la cama de la anaconda”, está ubicado en en medio de la selva amazónica del departamento del Vaupés, cerca del corregimiento de Pacoa.

Su formación ocurre cuando el río Apaporis cae por una garganta rocosa, de la que nace un salto de agua considerado uno de los más hermosos del país.

Norcasia, Caldas

Este municipio se caracteriza por el acceso al río La Miel, sus aguas cristalinas son un espectáculo para los visitantes, según Awake Travel, “durante su travesía te maravillarás con sus caídas de agua, rápidos y pozos ideales para nadar en medio del bosque”.

“Si bien se cree que el agua es incolora, inodora e insípida, en Norcasia es posible ver diferentes masas de agua con tonos y colores a veces muy verde, como el del río La Miel o el embalse Amaní, o tan esmeralda como el río Manso”, señaló en El Espectador, Óliver Pescador, anfitrión local en el recinto hídrico de Caldas.

Río Güejar, en Lejanías, Meta

Un destino que vivió los infortunios del conflicto armado, pero que hoy se encuentra disponible para el disfrute del turismo de naturaleza. El río Güejar es la puerta de entrada a la serranía de La Macarena, un sitio perfecto para realizar rafting y que según Awake Travel, “le permite a los viajeros explorar un imponente cañón de roca, rápidos, cascadas y aguas color esmeralda”.

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