Proyecto de ley busca reglamentar los partos en casa

Las parteras del país cuentan que no se debería legislar esta materia sin tenerlas en cuenta a ellas, quienes llevan siglos en esta labor con multiplicidad de conocimientos.

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El representante liberal a la Cámara, Juan Fernando Reyes Kuri, presentó un proyecto de ley que busca permitir a las mujeres gestantes elegir si su parto lo quieren en una clínica, hospital, o en su casa.
El representante liberal a la Cámara, Juan Fernando Reyes Kuri, presentó un proyecto de ley que busca permitir a las mujeres gestantes elegir si su parto lo quieren en una clínica, hospital, o en su casa.

El representante del partido Liberal a la Cámara, Juan Fernando Reyes Kuri, presentó un proyecto de ley que busca permitir que las mujeres gestantes puedan elegir si su parto lo quieren en una clínica, hospital, o en su casa.

Según representante a la Cámara, su intención con esta propuesta es que el Estado garantice el parto en casa como una alternativa real, que esté al alcance de todas las que madres y que genere el entorno para que tomen decisiones libres sobre el lugar dónde parir.

“He venido trabajando con las libertades como en el proyecto de la eutanasia, del uso adulto del cannabis, de eliminar las causales de divorcio, y ahora este que es un impulso orientado a las libertades de las mujeres. Llegué a la idea por una conocida que me comentó que había tenido a su hija en la casa, pero que en el proceso para registrar su nacimiento se encontró con una cantidad de complicaciones. Ahí empezamos a indagar”, comentó Reyes para el diario El Espectador.

Antes de que el Capitolio saliera a su receso legislativo, Juan Fernando Reyes Kuri radicó esta propuesta donde contó con el respaldo de 42 congresistas más, en su mayoría de su mismo partido, pero también con algunos de la Alianza Verde, el Partido de la U y el Centro Democrático.

La iniciativa busca que por parte del ministerio de Salud y Seguridad Social haya un apoyo y también cree una guía en la que se establezcan lineamientos generales para la práctica de parto en casa. Además en esta propuesta está establecido que se fomente la formación de matronas y parteras, por medio de programas académicos dirigidos a profesionales del sector de la salud en las condiciones que defina el gobierno nacional.

Dentro de esta propuesta hay 10 ítems en los que se especifica las peticiones y nuevas ideas para que hay un vínculo entre las madres que van a dar a luz, las EPS, las parteras y el Estado. Entre estas el artículo puntualiza que: “Las instituciones prestadoras de servicios de salud, tienen la obligación de informar a la mujer gestante sobre la posibilidad de elegir el parto en casa como una alternativa científicamente viable y segura” dice el proyecto.

“El documento tiene una muy buena intención de que se reconozca el trabajo de la partería, que se deje de perseguir y estigmatizar. Pero no se puede regular sin contar con las parteras, sin que haya una convocatoria nacional. El proyecto plantea una guía de práctica clínica de parto en casa que debe expedir el ministerio de Salud y que constituye los lineamientos generales que rigen a las parteras. Esto no es consecuente con la protección de la partería tradicional porque pretende universalizar una atención que está hecha de diferentes conocimientos”, dijo Policarpa Prieto, miembro de la Fundación Mujeres Bachué y partera intercultural, en El Espectador.

Raimy Ramírez, quien también es partera y pertenece al Movimiento de Salud Sexual y Reproductiva, agregó que: “Se puede llegar a negar procesos individuales de cada parto y cada partera. No es lo mismo una partera urbana que una campesina o tradicional. Regular la práctica es importante en tanto es una forma de reconocimiento y de avalarla dentro del sistema de salud. Sin embargo, cuando no es una autoregulación, sino una regulación externa, se pueden cometer errores y limitar el poder de decisión de las mujeres respecto a cómo quieren parir”.

“Es importante un proyecto de estos para que no se persigan a las familias que quieren un parto en casa, que no se maltrate a la recién parida y que no se interrumpan los cuidados de los primeros 40 días en trámites para registrar al recién nacido. Solo en Bogotá hay seis notarías que permiten que cuando se realiza un parto en casa el bebé sea registrado con dos testigos, como prueba de que el hijo es de los padres. Otras piden evidencias del embarazo de la mujer, como fotos, ecografías. Pasa que cuestionan las decisiones de las mujeres, las amenazan con llamar al ICBF, poniéndolas en estado de estrés y angustia que complica, por ejemplo, la lactancia en el posparto. Por todo esto se necesita un proyecto, pero que cuente con la mirada de las parteras”, finalizó Policarpa Prieto.