Uribia le exige a la modelo Elizabeth Loaiza que se disculpe por llamar “extorsionistas” a indígenas Wayuu

Según información de la Administración municipal, la expedición que hacía la modelo junto a un grupo de 60 vehículos 4×4 por La Guajira, ingresó a territorio Wayuu desconociendo las leyes indígenas del territorio.

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/ Instagram de Elizabeth Loaiza
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La modelo caleña Elizabeth Loaiza Junca denunció el pasado sábado, a través de múltiples publicaciones en su perfil de Instagram, que fue víctima de un caso extorsión y robo durante su más reciente viaje al departamento de La Guajira.

Nos extorsionaron, nos estaban pidiendo que les dejáramos una moto que costaba 200 millones de pesos. En la noche no nos dejaron salir del hotel, prácticamente secuestrados”, contó la también excandidata al Concejo de Bogotá, en un primer set de fotos. Según el relato, los hechos se dieron al tercer día de hospedarse en un hotel del Cabo de la Vela.

De acuerdo con un video publicado horas después, la celebridad señaló a presuntos culpables del hecho a dos hermanos, Linny Palacios Bernier y Beiny Palacios Bernier, quienes llegaron a pedirle a ella, y sus acompañantes de viaje —una expedición organizada por Colombia Off Road—, un carro y hasta 15 millones de pesos. “Terminamos entregándoles 6 millones de pesos en efectivo. La corregidora y la policía de la zona tuvieron conocimiento del caso pero no hicieron nada”.

Pues bien, este domingo 24 de enero, la Alcaldía de Uribia, emitió un comunicado en donde aseguran que la modelo desinformó sobre lo ocurrido.

Según la Alcaldía, en el lugar “se vulneraron los valores ancestrales y bajo el desconocimiento se le llamó extorsión a una de las leyes propias del Wayuu, tal cual como se señala en el sistema normativo Wayuu, aplicado por el pütchipü'üi (persona encargada de mediar conflictos), y reconocido como patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad ante la UNESCO”.

A su vez, la Administración local señala que “desde la Secretaría de Asuntos Indígenas, se rechaza todo acto de xenofobia, discriminación, amenaza y violencia en plena defensa de los derechos humanos de la población wayuu. Y se repudia toda acción que atente en contra de la identidad, las tradiciones , los valores , la idiosincrasia, los lugares ancestrales y los usos y costumbres”.

Por lo cual, da a conocer que, desde dicha Secretaría, “se difiere de las declaraciones emitidas por la modelo, puesto que su versión no obedece a cómo ocurrieron los hechos, pero si proceden a un caos desinformativo que crea un imaginario errado del hombre y del pueblo wayuu, arremetiendo en su efecto contra todo un resguardo indígena y en consecuencia contra todo el municipio de Uribia como capital indígena de Colombia”.

El medio local Tuuputchika, aseguró que el Comando de Policía de La Guajira, confirmó que los turistas se desplazaban con más de 60 vehículos 4×4 y un pequeño grupo en cuatrimotos, y que en su recorrido, “ingresaron a un sitio ancestral para las comunidades indígenas conocido como Ojo de Agua en el Cabo de la Vela”. Esta situación molestó a los nativos, quienes informaron al grupo “que no podían estar en ese lugar sin permiso de la autoridad indígena”.

La Alcaldía local concluyó su comunicación diciendo que, le exigen a la influenciadora una disculpa pública, “por los agravios causados a nuestro pueblo y en contra de nuestro proyecto bandera el cual está encaminado a potenciar el turismo en nuestro territorio”.

“La Administración municipal ha hecho todos los esfuerzos necesarios para garantizar la seguridad y tranquilidad de los nativos y visitantes de los sitios turísticos de Uribia, sin apartarse de los artículos 7 y 8 de la Constitución Política de Colombia, buscando con esto la protección de la cultura del pueblo Wayuu y el fortalecimiento del turismo en nuestro territorio”, agrega la Alcaldía.

Información de Tuuputchika, con relación a los hechos narrados por Loaiza, asegura que “las partes en conflicto llegaron a un acuerdo y los turistas entregan seis millones de pesos para reparar la falta, y continúan con su excursión a la Alta Guajira acompañados de la Policía Nacional”.

infobae

La versión de Loaiza

Loaiza explicó que los hechos se dieron mientras los miembros de la expedición, subían al sector del Faro. “Cuando todos nos bajamos, hubo uno de nosotros porque la organización llevaba fotógrafo. Resulta que se subieron tres camionetas, estaban parqueadas, se subió el del UTV al lado y vino un señor furioso con dos piedras en la mano a gritar que ahí no se podían parquear”, relató Loaiza admitiendo que ella no estaba presente.

Se trataba de un miembro de la etnia Wayuu que estaba protestando porque, al parecer, atravesaron su territorio, lo que le llevó a ocasionarle daños al vehículo y hasta a propinarle una pedrada en la cabeza al mencionado fotógrafo, según lo publicado con la modelo. Aunque hubo enfrentamientos entre varios miembros de ambas partes, la situación no pasó a mayores en ese momento y todo el grupo pudo regresar al hotel, donde se dio la extorsión.

“Cuando salimos del hotel nos dicen que nos entremos, que no podemos salir del hotel porque hay gente”, continuó. “Cuando salimos, en la tiendita del lado estaba la corregidora y estaba un policía. Entonces fuimos a conversar con ellos y nos dijeron que no podemos sacar los carros, que no podemos salir, que tenemos que organizar con ellos”. Según lo dicho al grupo de Loaiza por las autoridades, se trataba de algo que siempre pasa.

Al parecer, uno de los líderes del grupo Wayuu sufrió un duro golpe durante el enfrentamiento. Sin embargo, la modelo aseguró: “nosotros nunca vimos a la persona que se le abrió la cabeza”, sin embargo, por esa presunta herida es que los habitantes de la zona prohibieron la salida del grupo y exigieron la altísima suma.

/ Instagram de Elizabeth Loaiza
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Terminamos arreglando en seis millones porque nadie llevaba más plata, o sea, reunimos entre varias personas, la organización puso dos millones de pesos, nosotros pusimos cuatro millones de pesos para que nos dejaran salir del hotel”, concluyó la caleña.

Al parecer, la travesía por La Guajira siguió hacia Punta Gallinas, solo para encontrarse con “más de 100 retenes” de indígenas Wayuu que no permiten el paso a menos que los ocupantes de vehículos dejen algo de dinero. Para evitar esto, todos los carros llevaban mercados que cumplieron la misma función. Se trata, al igual que lo sucedido con los seis millones de pesos, de reglas que el grupo indígena hace cumplir en su territorio.

“Pagan justos por pecadores. Qué tristeza que en un lugar tan espectacular, en un paraíso terrenal hayan personas tan Sin escrúpulos que dañen la imagen y el turismo a todas las demás personas de buen corazón y buenos sentimientos qué hay allá́” dijo finalmente Loaiza.

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