Nuevo golpe al ‘Clan del Golfo’: cayeron un cabecilla y un sicario que atemorizaban en Quibdó

Además, capturaron a tres integrantes más encargados de atemorizar a los habitantes de Chocó.

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Tres hombres, presuntos integrantes del clan del golfo, también fueron capturados durante enero de 2021.
Tres hombres, presuntos integrantes del clan del golfo, también fueron capturados durante enero de 2021.

En la mañana de este domingo 24 de enero de 2020, el presidente de Colombia, Iván Duque, reportó las capturas de presuntos integrantes del Clan del Golfo que ejercían sus operaciones criminales en Quibdó y el Chocó.

De acuerdo con la información otorgada por el mandatario en su cuenta de Twitter, gracias a operativos de investigación y captura de la Policía Nacional, se capturaron a Alias John, cabecilla urbano de esa organización criminal; Yosuar Córdoba, sicario integrante del clan; Mario Cuesta, alias ‘Soldado’; Keison Martínez; y Heiler Mena, alias ‘Cell’, estos tres últimos, acusados de haber cometido delitos relacionados con homicidio, amenazas, y extorsión.

Bajo la campaña ‘el que la hace la paga’, presentada por el presidente en agosto de 2018 como un plan para erradicar la delincuencia en el país, Duque señaló que este golpe hacía parte de toda una estrategia que buscar luchar contra los criminales que “buscan generar zozobra en la comunidad”.

Este golpe se suma a otras acciones adelantadas por las autoridades del país para desmantelar a la organización durante los 24 días que van del 2021. El pasado 23 de enero, desde Urabá, Antioquia, el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, mencionó el nombre de la operación Agamenón que busca afectar profundamente la estructura criminal del capo Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, considerado como el narcotraficante más buscado de Colombia y por quien, la justicia de los Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta cinco millones de dólares.

En Urabá, una de las zonas más golpeadas por las acciones violentas del ‘Clan del Golfo’, se quedaron con sus realizando sus operaciones de búsqueda y desmantelamiento investigadores de la Policía y del Ejército Nacional.

El pasado 22 de enero se informó de la captura de alias ‘Bola 8′ o ‘Mula’, en el corregimiento de San Anterito, zona rural de Montería, “alias Bola 8 llevaba aproximadamente 13 años al interior de la estructura ilegal y era el responsable de direccionar las actividades criminales en el municipio de Lorica, Córdoba, y sus alrededores (...) es señalado de coordinar las rutas de narcotráfico, el envío de clorhidrato de cocaína hacia el exterior y el reclutamiento de nuevos integrantes a esta estructura al margen de la ley”, aseguró la Décimo Primera Brigada de la Séptima División del Ejército Nacional, encargada de esa captura.

Durante la segunda semana de enero de 2021, la Armada reportó la captura de tres presuntos integrantes del Clan del Golfo en el Bajo Baudó, en Chocó. A los hombres, puestos bajo disposición de la ley, se les descubrió un depósito en el que guardaban elementos para perpetuar sus acciones criminales como un fusil AK47, un arma de fabricación artesanal, 30 cartuchos y 250 gramos de pólvora negra. Según la Armada, encargada de la detención, los tres hombres estarían planeando hostigamientos dedicados a la población y las fuerzas públicas chocoanas.

“La pólvora negra tiene varios usos. Dentro de esos está el tema de explosivos improvisados, para poder minar áreas específicas. Pero es un tema que aún está en análisis, por lo general estos grupos no usan explosivos como sí lo hace el Eln. Eso nos demanda mucho más cuidado, porque si han decidido usar también explosivos podría estar en mucho mayor peligro la población y las autoridades”, manifestó el contralmirante Francisco Cubides, comandante de la Fuerza Naval del Pacífico, en una entrevista para el periódico El Espectador.

De acuerdo con información de ese mismo medio, y entrevistas exclusivas a las que accedieron durante noviembre de 2020, los hostigamientos en el Chocó, por parte de el Clan del Golfo, aumentaban alarmantemente, incluso, una integrante del Cabildo Mayor Indígena de la Zona del Bajo Atrato (CAMIZBA), que habló con ese periódico, y que alertó de su situación por estar amenazada de muerte, aseguró que ella y su comunidad estaban bajo hostigamientos de grupos armados y temían constantemente por sus vidas.

“Están poniéndonos graffitis. Esa es una manera de decir que ahí están las autodefensas. Nos dimos cuenta que en la terminal de transporte del corregimiento de Bajirá, en Riosucio (Chocó), habían marcado toda la oficina a plena luz del día. Las autoridades no hacen nada”, denunció la mujer.