Por qué el Viagra® salvó la vida de una enfermera con COVID-19

La mujer estuvo 28 días en coma y se recuperó tras ser sometida a un tratamiento experimental. Cómo puede actuar en los pacientes con coronavirus la droga utilizada para la disfunción eréctil

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Al ingresar a los pulmones, el óxido nítrico ayuda a relajar y a abrir las arterias y los vasos sanguíneos, lo cual aumenta la cantidad de oxígeno (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)
Al ingresar a los pulmones, el óxido nítrico ayuda a relajar y a abrir las arterias y los vasos sanguíneos, lo cual aumenta la cantidad de oxígeno (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

La enfermera británica Monica Almeida, de 37 años, pasó 28 días en coma tras contraer COVID-19 y logró recuperarse luego de ser sometida a un tratamiento experimental con la droga cuyo nombre comercial es Viagra®, en el Hospital del Condado de Lincoln.

Paradójicamente, Almeida es una enfermera especializada en respiración, que trabaja en un hospital del condado de Lincolnshire. La mujer sufre asma y dio positivo por primera vez el 31 de octubre, aún cuando ya se encontraba vacunada con dos dosis contra el COVID-19.

Según relató a la prensa británica, primero perdió el gusto y el olfato y al cuarto día tosía sangre. Después de visitar el hospital cuando sus niveles de oxígeno bajaron, fue dada de alta, pero el 9 de noviembre fue llevada de urgencia al Hospital del Condado de Lincoln porque no podía respirar.

Pero su cuadro se agravó aún más y el 16 de noviembre fue puesta en coma inducido en la Unidad de Cuidados Intensivos (UTI). Pero antes, los médicos le habían informado y habían pedido su consentimiento para ser sometida, en caso de ser necesario, a un tratamiento cuyos efectos están siendo estudiados.

Se trata de pruebas para ver si el Viagra® puede usarse para aumentar los niveles de oxígeno, de la misma manera que se inhala óxido nítrico.

Actualmente, el fármaco se puede administrar a pacientes de COVID-19 en Gran Bretaña si han aceptado formar parte de un estudio sobre fármacos experimentales.

El efecto de la droga es que dilata los vasos sanguíneos y abre las vías respiratorias. “Hice una pequeña broma con el médico después de que me desperté porque lo conocía”, contó. “Me dijo que era Viagra®, me reí y pensé que estaba bromeando, pero me dijo ‘no, de verdad, has tomado una gran dosis de Viagra®’”, reveló la mujer. “Si piensas en cómo funciona el medicamento, expande tus vasos sanguíneos”.

La enfermera británica Monica Almeida, de 37 años, pasó 28 días en coma tras contraer COVID-19 y logró recuperarse luego de ser sometida a un tratamiento experimental con la droga cuyo nombre comercial es Viagra®, en el Hospital del Condado de Lincoln
La enfermera británica Monica Almeida, de 37 años, pasó 28 días en coma tras contraer COVID-19 y logró recuperarse luego de ser sometida a un tratamiento experimental con la droga cuyo nombre comercial es Viagra®, en el Hospital del Condado de Lincoln

El monóxido de nitrógeno (también llamado óxido nítrico) es un gas que ha salvado las vidas de miles de bebés nacidos con una malformación cardíaca que los priva de oxígeno. Pero la “molécula del año” 1992, según Science, es famosa por algo diferente: su capacidad para relajar los vasos sanguíneos, lo que dio origen a una de las drogas más famosas del mundo, el Viagra®.

El descubrimiento en la década de 1980 del papel del óxido nítrico en el sistema cardiovascular condujo al desarrollo de fármacos como el sildenafil, el principio activo de la píldora contra la impotencia sexual masculina comercializada con el nombre de Viagra®.

En la crisis global del COVID-19, su papel en el sistema cardiovascular podría ayudar a los pacientes que necesitan terapia intensiva y acaso también podría ser una protección para los trabajadores de la salud. Este gas incoloro e inodoro se comenzó a probar en los primeros meses de la pandemia en hospitales de Massachusetts, Florida, Alabama y Louisiana, Estados Unidos, y también en Suecia y Austria, en personas que presentan síntomas leves o moderados causados por el SARS-CoV-2, para que no lleguen a una instancia más grave.

Los pacientes inhalan este gas en altas dosis, mediante una máscara, durante 30 minutos dos o tres veces al día, mientras que el grupo de control inhala un placebo, explicó en abril de 2020 a Los Angeles Times Lorenzo Berra, especialista de cuidados intensivos del Hospital General de Massachusetts. “En Italia, donde se usó en condiciones más caóticas, este tratamiento pareció aumentar dramáticamente los niveles de oxígeno en la sangre de los pacientes con COVID-19″, añadió.

El descubrimiento en la década de 1980 del papel del óxido nítrico en el sistema cardiovascular condujo al desarrollo de fármacos como el sildenafil
El descubrimiento en la década de 1980 del papel del óxido nítrico en el sistema cardiovascular condujo al desarrollo de fármacos como el sildenafil

Al ingresar a los pulmones, el óxido nítrico ayuda a relajar y a abrir las arterias y los vasos sanguíneos, lo cual aumenta la cantidad de oxígeno. Por esa capacidad de oxigenar la sangre, este gas es una terapia de emergencia que se puede emplear cuando alguien está conectado a un respirador. De manera adicional, reduce el esfuerzo del corazón obligado a un bombeo más intenso porque no logra los niveles de oxígeno necesarios.

Unos 60 billones de células en las paredes de los vasos sanguíneos se encargan de la generación natural del monóxido de nitrógeno, con ayuda de algunas células cerebrales. Pero a veces es necesaria una dosis complementaria. La inflamación, el enfisema o la fibrosis quística hacen que, desde los grandes vasos hasta los pequeños capilares en los pulmones, se contraigan. Si la persona que sufre alguna de esas condiciones inhala este gas, todas esas estructuras del sistema circulatorio se relajan y facilitan el trabajo del corazón.

El fármaco asistió a los cuerpos de los recién nacidos para que luego puedan producir óxido nítrico por sí mismos, pero las terapias con este gas ayudan también a los adultos con hipertensión pulmonar, dilatando localmente los vasos sanguíneos, sin afectar los demás, y se emplea de manera profiláctica luego de las cirugías del corazón, para prevenir el endurecimiento de los pulmones. “Es una droga bastante destacable”, dijo Berra. “Tiene un perfil de riesgo mínimo”.

Y desde que en 2004 los investigadores de la Universidad de Leuven, en Bélgica, descubrieron que también mata a algunos coronavirus, el monóxido de nitrógeno sumó otra virtud a su larga lista. En aquel momento se estudió en el coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-1). “La historia terminó ahí”, recordó Berra. El SARS se controló en ocho meses “y nadie volvió a estudiar” la terapia con este gas. Pero luego, algunos centros científicos volvieron a experimentar con este recurso terapéutico.

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