Pruebas con inteligencia artificial ayudan a determinar más casos de cáncer tratables

Por John Lauerman

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Usar inteligencia artificial para revelar células tumorales con capacidad reducida para reparar su propio ADN puede ayudar a identificar a decenas de miles de pacientes que se beneficiarían del tratamiento con medicamentos de AstraZeneca Plc y GlaxoSmithKline Plc, afirman investigadores.

De acuerdo con un estudio realizado por científicos de la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, y la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, los análisis genéticos con un algoritmo de aprendizaje automático ayudan a detectar cánceres vulnerables al tratamiento con medicamentos llamados inhibidores PARP.

La oncología se encuentra entre los campos de más rápido crecimiento en la industria farmacéutica, con una variedad de nuevos tratamientos que han aumentado las ventas anuales a alrededor de US$133.000 millones. Los médicos y científicos están buscando más pistas sobre cómo implementar los costosos medicamentos que a veces reducen los tumores en solo una fracción de los pacientes.

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Los oncólogos a menudo determinan si los pacientes recibirán inhibidores PARP como Lynparza de Astra o Zejula de Glaxo mediante pruebas de defectos en ciertas mutaciones genéticas que impiden a las células arreglar su propio ADN mediante un mecanismo específico. Sin embargo, muchos tumores sin esas mutaciones también pueden tener el mismo déficit de reparación genética, pero son más difíciles de encontrar porque no hay una prueba específica.

El algoritmo encuentra patrones en los tumores que muestran si tienen una deficiencia en la reparación homóloga del ADN, lo que los hace susceptibles al tratamiento con inhibidores PARP, señalan investigadores liderados por Doga Gulhan, de Harvard, en la revista Nature Genetics. La técnica puede aplicarse a las pruebas genéticas que ya se realizan para muchos tumores, señalaron los investigadores.

De 270.000 cánceres de mama diagnosticados en 2018, alrededor de 13.500 a 27.000 se atribuyeron a las llamadas mutaciones BRCA y, por tanto, podrían atacarse con inhibidores PARP. Mediante el análisis de simulación por computadora, identificaron hasta 54.000 más casos con genes BRCA normales que tenían defectos en la reparación homóloga y podrían tratarse con los nuevos medicamentos contra el cáncer.

Los analistas estiman las ventas de Lynparza en US$1.100 millones este año y las de Zejula en US$314 millones. Se estima que Rubraca de Clovis Oncology Inc., otro inhibidor PARP, venderá US$147 millones.

Fuente: Bloomberg