El asesinato de Fernando Villavicencio sigue siendo un misterio sin resolver un año después de su tragedia. Sus familiares aún exigen respuestas claras y detalladas sobre quiénes fueron los autores intelectuales detrás del crimen.
Villavicencio, un prominente candidato presidencial ecuatoriano y ex periodista, fue asesinado a tiros el 9 de agosto de 2023 a la salida de un acto electoral en el norte de Quito, tan sólo 11 días antes de la primera vuelta de las elecciones extraordinarias en Ecuador. Cuando Villavicencio se dirigía a su vehículo, un grupo de sicarios le aguardaba, y uno de ellos le disparó a quemarropa, según informaron las autoridades.
El asesinato provocó una conmoción nacional e internacional, difundiendo imágenes del ataque en medios de todo el mundo. Inclusive, el FBI se unió a las investigaciones para esclarecer el caso. Sin embargo, Amanda Villavicencio, la hija mayor de Fernando, continúa esperando que se haga justicia.
“¿Cómo reparar este corazón y esta democracia?”, se pregunta. Amanda asevera que los condenados (que aún pueden apelar) eran parte de la logística, pero no les han dado información sobre la indagación relacionada con los autores intelectuales, ni sobre la muerte de los siete sicarios colombianos que ejecutaron el atentado, uno después de ser detenido en la escena del crimen y los otros seis asesinados en la cárcel, junto a otro ecuatoriano.
“Nos queda un nivel de mediocridad y corrupción enorme en todas las instituciones”, aseveró Amanda, al recordar cómo recibieron intimidaciones de uno de los acusados durante una de las audiencias telemáticas. Este descontento se extiende también al esclarecimiento de la muerte de los ejecutores directos del asesinato, que fallecieron bajo custodia estatal.
”El dolor ha sido nuestra ventaja”, opina Amanda, de 34 años, al revelar que, con sus más cercanos, han estudiado el caso minuciosamente, han leído cada hoja de los expedientes del asesinato e incluso han visto las fotografías de la autopsia de su padre.
Asimismo, para indagar dónde podrían estar los autores intelectuales, han analizado “las esferas narcopolíticas que tocó” Villavicencio en sus constantes denuncias sobre corrupción en varios ámbitos.
”¡Qué duro tener que ser nosotras quienes lo hagamos! Eso es injusto, es revictimizante, pero también valiente, porque si no lo hacemos nosotras, ¿quién lo va a hacer?”, se pregunta.
Dice sentirse “traicionada” por el Estado, pero reconoce que analizar todo también ha sido “bello”, pues conocer el accionar de su padre contra la corrupción fue “la única forma” de sostenerse “en este año de ausencia”.
A cargo del medio digital La fuente, periodismo de investigación, Amanda asegura que su padre, quien también fue asambleísta y periodista, les enseñó que “escribir es la victoria”.
La justicia en silencio
La justicia está “totalmente colapsada” y “callada”, señala Amanda al aseverar que les han negado el número y las copias de los expedientes sobre la indagación de los autores intelectuales “porque han decidido colocarle doble reserva a la información”.
”Eso es impunidad sobre impunidad”, subraya al denunciar que hay una serie de “candidatuchos” con miras a las elecciones generales de 2025, que aparentemente “quieren subirse al carrito del dolor” por la muerte de Villavicencio, quien “fue un hombre de acción”, que se “enfrentó cara a cara a las mafias ‘narcopolíticas’”.
Amanda tilda de “ridículo” que en esferas políticas hayan intentado atribuir a la delincuencia común el “crimen político” contra su padre.
También recuerda que en abril de 2023, Villavicencio puso una denuncia contra cinco asambleístas en ese momento, por presuntamente planear un ataque en su contra y se cuestionó que la Fiscalía no haya indagado de oficio cuando su padre tenía un porcentaje de riesgo del 98 %.
La “única forma de lograr que esto no se repita es que se transparente la información, que se abran las instituciones, que se identifiquen a los malos elementos”, dice al aseverar que no han tenido tiempo para llorar por continuar con las investigaciones, bajo el cuidado de su madre y familia muy cercana.
”El Estado nos abandonó por completo, los amigos nos abandonaron por completo, los coidearios...nada”, comenta para indicar que la “luz hermosa” que es su padre “iluminó tanto todo” que mostró los verdaderos rostros de quienes los rodeaban.
Con sus más allegados continuará indagando en las denuncias que hizo su padre, y lo harán sin miedo, pues “lo peor” ya ocurrió con el asesinato, anticipa Amanda, una mujer tan alegre y fuerte como sensible y vulnerable.
(Con información de EFE)