La expresidenta brasileña Dilma Rousseff recordó el golpe militar de hace 60 años

La ex mandataria pidió por sus redes sociales no olvidarse de lo ocurrido en 1964, mientras hablaba de los paralelismos con lo ocurrido en enero de 2023

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Fotografía de archivo de la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff. EFE/ Andre Borges
Fotografía de archivo de la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff. EFE/ Andre Borges

La expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, antigua guerrillera y víctima de torturas durante la dictadura militar (1964-1985), defendió este domingo la importancia de recordar el golpe de Estado de 1964, del que hoy se cumplen 60 años.

Rousseff estableció paralelismos entre ese acontecimiento y la supuesta trama golpista planeada por el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro y su círculo de confianza para anular los resultados electorales que dieron la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva en 2022.

Los cuestionamientos a las elecciones llegaron a su punto culminante el 8 de enero de 2023, cuando una turba de bolsonaristas invadió las sedes del Congreso, la Corte Suprema y la Presidencia en Brasilia.

”Mantener la memoria y la verdad histórica sobre el golpe militar que ocurrió en Brasil hace 60 años es crucial para asegurar que esa tragedia no se repita, como casi ocurrió recientemente el 8 de enero de 2023″, escribió en redes sociales la política progresista que gobernó el país entre 2011 y 2016, cuando fue desalojada por el Congreso.

Rousseff apuntó, además, que “la historia no borra las señales de traición a la democracia ni limpia de la conciencia nacional los actos de perversidad de quienes exiliaron y mancharon de sangre, tortura y muerte la vida brasileña durante 21 años”.

Los tanques en la calle, una postal del Golpe de Estado de 1964 en Brasil
Los tanques en la calle, una postal del Golpe de Estado de 1964 en Brasil

El comentario de la expresidenta contrasta con el silencio mantenido por los miembros del actual Gobierno, debido a la decisión de Lula de evitar conmemoraciones oficiales del aniversario.

El actual presidente, aliado cercano de Rousseff, no ha querido tensar más la cuerda con los militares, después de que investigaciones policiales recientes colocaran a varios generales en el centro de los intentos por parte de Bolsonaro de cuestionar su derrota electoral.

Lula dijo durante una entrevista televisiva a finales de febrero que la dictadura “forma parte del pasado” y que los “generales que están hoy en el poder eran niños” en la época del golpe.

La Corte Suprema de Brasil impuso en febrero medidas cautelares, como la prohibición de viajar al extranjero, a Bolsonaro, dos antiguos ministros de Defensa y un excomandante de la Marina, entre otros.

Frente al silencio oficial, familiares de víctimas de la dictadura y asociaciones de derechos humanos tienen previsto marchar este domingo en la ciudad de São Paulo desde un antiguo centro de torturas hasta el Parque Ibirapuera, para “no olvidar” el dolor provocado por la dictadura.

Los paralelismos

Protestas de seguidores de Jair Bolsonaro pidiendo un golpe de Estado. SILVIA MACHADO / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO
Protestas de seguidores de Jair Bolsonaro pidiendo un golpe de Estado. SILVIA MACHADO / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

El 60 aniversario del movimiento que entre el 31 de marzo y el 1 de abril de 1964 derrocó al presidente João Goulart coincide con la investigación sobre una presunta conspiración para impedir la investidura de Lula, el 1 de enero de 2023, y el asalto a los tres poderes lanzado una semana después por activistas de ultraderecha.

Hasta ahora, existen indicios de que el expresidente Jair Bolsonaro, líder de una extrema derecha nostálgica de la dictadura de 1964, intentó convencer a los militares de alzarse contra la victoria electoral de Lula, pero el generalato se negó a la aventura.

Para muchos analistas, el contexto ahora era otro, aunque existen algunas similitudes con el pensamiento de una ultraderecha que ha renacido en el mundo en los últimos años.

En 1964, tiempos de Guerra Fría, el golpe fue alentado por la elite económica y la prensa, y tuvo el apoyo de Estados Unidos, según ha admitido ese país en documentos desclasificados.

Esta vez, por lo descubierto hasta ahora, solamente algunos empresarios del campo habrían respaldado la conspiración.

(con información de EFE)

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