El poder de Irán corrompe los gobiernos de América Latina: Teherán no se siente intimidado por las investigaciones y sigue enviando aviones a la región

El vuelo, que aterrizó en Chile el 22 de junio, pertenecía Mahan Air, la compañía iraní sancionada por Estados Unidos, y fue operado por la venezolana Conviasa, propietaria de la empresa Emtrasur. Ya lo había usado Maduro para viajar a territorio persa

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Procedente de México, el Boeing 747 llegó a Argentina el 6 de junio con un cargamento de autopartes que fue entregado. Sin haber podido abastecerse de gasolina en Buenos Aires, intentó viajar a Uruguay el 8 de junio, pero las autoridades uruguayas le negaron el ingreso y debió regresar al aeropuerto argentino de Ezeiza.
Procedente de México, el Boeing 747 llegó a Argentina el 6 de junio con un cargamento de autopartes que fue entregado. Sin haber podido abastecerse de gasolina en Buenos Aires, intentó viajar a Uruguay el 8 de junio, pero las autoridades uruguayas le negaron el ingreso y debió regresar al aeropuerto argentino de Ezeiza.

En medio de la crisis del avión de venezolano-iraní retenido en Argentina, un segundo avión iraní sancionado por Estados Unidos aterrizó en Chile procedente de Caracas, encendiendo las alarmas por los posibles vínculos de estos vuelos con el terrorismo internacional y desatando las críticas contra el presidente Gabriel Boric por guardar silencio sobre el asunto.

“Al burlar las leyes e infiltrarse en las instituciones, los vuelos iraníes amenazan la seguridad en América Latina. Con el apoyo de políticos sin escrúpulos, la estrategia de Teherán alimenta la corrupción y explota la región para financiar su terrorismo mediante el blanqueo de dinero”, alertó un artículo publicado por la ONG Proyecto de Investigación sobre el Terrorismo (IPT, por sus siglas en inglés).

El vuelo, que aterrizó en la capital Santiago el 22 de junio, pertenecía Mahan Air, la compañía iraní sancionada por Estados Unidos, y fue operado por el estatal Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), propietaria de la empresa Emtrasur.

Tanto Mahan Air como Conviasa están sancionadas por las autoridades estadounidenses. Mahan Airlines está en la lista negra de Estados Unidos “por prestar apoyo” a la Fuerza Al Quds, una división de inteligencia militar la Guardia Revolucionaria de Irán, designada por Estados Unidos como grupo terrorista.

En cambio, Conviasa fue sancionada en 2020 por el Departamento del Tesoro por “transportar a funcionarios corruptos del régimen” a Corea del Norte, Cuba e Irán con el fin de “alimentar el apoyo a los esfuerzos antidemocráticos venezolanos.”

Según la nota del Proyecto de Investigación sobre el Terrorismo, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, un firme aliado del régimen persa, voló a Irán en el mismo avión a principios de este mes para firmar un acuerdo bilateral de 20 años que incluye acuerdos aéreos, económicos y militares. Este avión aterrizó al menos cinco veces en Chile después de que el presidente Boric firmara un amplio acuerdo de cooperación económica con Venezuela a principios de abril, de acuerdo a la nota de Maria Zuppello, una periodista experta en terrorismo y crimen internacional.

El dictador venezolano, Nicolás Maduro, un firme aliado del régimen persa, voló a Irán en el mismo avión a principios de este mes
El dictador venezolano, Nicolás Maduro, un firme aliado del régimen persa, voló a Irán en el mismo avión a principios de este mes

Tras la polémica, Conviasa suspendió temporalmente la ruta Caracas-Santiago. Mientras tanto, en Chile se encendió la polémica: el legislador Andrés Jouannet, presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara, pidió al ministro del Interior que investigue las identidades de los tripulantes e inspeccione la carga que aún está en Chile.

“Esta aeronave no pudo aterrizar porque Conviasa y Mahan Airlines están sancionadas. Investigaremos este acuerdo aéreo con Venezuela. También queremos lanzar una investigación regional, porque estos vuelos son un asunto regional”, dijo Jouannet.

De esta manera, la investigación sobre los aviones iraníes-venezolanos y sus posibles vínculos con el terrorismo internacional, ya alcanza tres países latinoamericanos, Chile, Paraguay y Argentina.

“La llegada del vuelo a Chile a pocos días del asunto del avión venezolano-iraní retenido en Buenos Aires, indica que Teherán no se siente intimidado por las investigaciones en curso y se siente protegido por los políticos locales”, afirma la nota del Proyecto de Investigación sobre el Terrorismo.

El caso en Paraguay

Antes de partir a Argentina, el avión de la empresa iraní Mahan Air, que pertenece a Emtrasur, aterrizó el 13 de mayo pasado en Paraguay y partió el día 16 con una carga de cigarrillos con destino a Aruba.

En Paraguay, el avión fue cargado con 80 toneladas de cigarrillos de Tabacalera del Este S.A., una empresa controlada por el ex presidente Horacio Cartes que está vinculada a Hezbollah, según el Proyecto de Investigación sobre el Terrorismo.

“Durante su gobierno, Cartes ayudó al grupo terrorista a contrabandear cigarrillos y a blanquear dinero a través de su banco Amambay”, se lee en la nota de Zuppello.

El ex presidente de Paraguay Horacio Cartes, en una fotografía de archivo. EFE/Andrés Cristaldo Benítez
El ex presidente de Paraguay Horacio Cartes, en una fotografía de archivo. EFE/Andrés Cristaldo Benítez

El Proyecto de Investigación sobre el Terrorismo cita además a medios locales que vinculan con Hezbollah al actual presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y al vicepresidente, Hugo Velázquez, ya que supuestamente recibieron dinero para sus carreras políticas a cambio de protección.

Sin embargo, Abdo Benítez dijo la semana pasada que su país tiene un “compromiso decidido” en la lucha contra el crimen transnacional y el terrorismo.

“Y vamos a seguir, no importa de qué países sean. Acá no es una cuestión contra ningún país, la lucha es contra el crimen internacional y contra el terrorismo”, zanjó.

Abdo Benítez también ratificó que “gran parte” de la tripulación de un avión venezolano-iraní retenido en Argentina y que aterrizó en su país en mayo pasado tiene nexos con el terrorismo internacional.

“Uno, inclusive, se operó la cara, para cambiarse la cara en Cuba”, agregó el mandatario, quien anticipó que “más cosas se van a saber en el tiempo”.

El servicio de inteligencia paraguayo ya había vinculado a Gholamreza Ghasemi , uno de los tripulantes iraníes, con la Fuerza Al Quds, la fuerza de élite de los Guardianes de la Revolución de Irán clasificada como organización terrorista por Estado Unidos.

infobae

Pese a los dichos de Abdo Benítez, los senadores Enrique Riera y Hugo Richer pidieron a la Comisión de Lavado de Paraguay que interrogara al presidente y al vicepresidente sobre estas relaciones y el vuelo de Emtrasur.

El avión debía permanecer en tierra durante ocho horas, pero no partió durante tres días. “Se desconoce por qué los 18 tripulantes se quedaron en nuestro país o con quién se comunicaron”, dijo Riera.

Según la nota del Proyecto de Investigación sobre el Terrorismo, que cita a medios locales, Hezbollah financió la campaña presidencial de Abdo a través de Velázquez, que entonces era diputado y que acabaría convirtiéndose en vicepresidente de Abdo. “Tras su elección, Abdo recibió con todos los honores a una delegación de donantes de Hezbollah de la región de la Triple Frontera”, asegura la nota.

“Velázquez también se habría reunido en 2015 con el líder espiritual de Hezbollah, Salid Ali Hijazi, y con su representante, Nawwaf Moussawi, en Líbano en una visita de gobierno cuando era presidente de la Cámara de Representantes”, agrega la nota del grupo de investigación, señalando además que, años atrás, una investigación sobre una red multimillonaria de blanqueo de dinero y pagos de Hezbollah fue misteriosamente archivada cuando Velázquez ejercía como fiscal general adjunto en Ciudad del Este.

El presidente de Paraguay Mario Abdo Benítez y el vice Hugo Velázquez
El presidente de Paraguay Mario Abdo Benítez y el vice Hugo Velázquez

En tanto, Mario Abdo dijo no estar preocupado por el escrito de protesta presentado por el gobierno iraní en el que acusa a Paraguay de responder a un “enfoque antiiraní de las autoridades estadounidenses y el régimen sionista (por Israel)”. Esos términos fueron rechazados por la cancillería de Asunción.

“Acá no es cuestión de ningún país. La lucha es contra el crimen transnacional y contra el terrorismo”, apuntó Abdo, quien asistió el viernes pasado al acto por la independencia de Estados Unidos organizado por esa embajada.

El presidente paraguayo reiteró su voluntad de mantener relaciones bilaterales con todos los países, inclusive Irán.

El caso en Argentina

Procedente de México, el Boeing 747 llegó a Argentina el 6 de junio con un cargamento de autopartes que fue entregado. Sin haber podido abastecerse de gasolina en Buenos Aires, intentó viajar a Uruguay el 8 de junio, pero las autoridades uruguayas le negaron el ingreso y debió regresar al aeropuerto argentino de Ezeiza.

El presidente argentino, Alberto Fernández, reiteró que no existe “ninguna irregularidad” en relación al avión con tripulación iraní, y acusó a la oposición de querer mostrar “algo que no es” al vincularlo con terrorismo.

El presidente argentino Alberto Fernández (Markus Schreiber via REUTERS/archivo)
El presidente argentino Alberto Fernández (Markus Schreiber via REUTERS/archivo)

Según el mandatario, el problema con el aparato se limitó a las dificultades para repostar combustible debido a las sanciones estadounidenses que pesan sobre Venezuela e Irán, actual y antiguo propietario de la aeronave.

“Llegó un avión venezolano con el que no hubo ninguna irregularidad. A bordo del mismo había cinco personas iraníes, respecto de las cuales, hasta donde nosotros sabemos, no pesa ningún tipo de restricción. Tampoco respecto de los venezolanos”, declaró Fernández.

Actualmente, se encuentra bajo una investigación judicial, al igual que su tripulación integrada por 14 venezolanos y cinco iraníes, que tienen prohibida la salida del país.

En los primeros informes, el ministro argentino de Seguridad, Aníbal Fernández, había dicho que un tripulante tenía la “condición de homónimo” Gholamreza Ghasemi.

Pero el jefe del servicio de inteligencia de Paraguay, Esteban Aquino, afirmó que Gholamreza Ghasemi no se llamaba igual que alguien vinculado a ese grupo sino que era esa persona, y que por ello habían alertado a los países de la región.

Argentina considera sensible la presencia de viajeros iraníes, por las alertas rojas de captura que rigen para exgobernantes de ese país por el atentado contra el centro judío AMIA en 1994, que dejó 85 muertos y unos 300 heridos.

Tras conocerse la retención del avión, Irán la atribuyó a “propaganda” y “operaciones psicológicas”.

El régimen de Maduro, en tanto, acusó a Uruguay de haber puesto en “grave riesgo la vida de la tripulación” al impedir el ingreso del aparato para reponer el combustible.

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