Jair Renán Bolsonaro, el hijo menor del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y quien no está vinculado a la política, fue citado a comparecer ante la Policía Federal dentro de una investigación por tráfico de influencias, informó este martes el organismo policial.
La investigación, a pedido del Ministerio Público Federal (fiscalía), se inició en marzo pasado tras una denuncia presentada por congresistas opositores al Gobierno de Bolsonaro.
El “número 4″, como el mandatario llama al menor de sus hijos varones, abrió el año pasado la empresa Bolsonaro Jr Eventos y el registro fotográfico y de video de la inauguración de la firma fue realizado gratis por una productora que presta servicios al Gobierno federal.
Parlamentarios de Brasil, además, levantaron sospechas de un posible tráfico de influencia y blanqueo de capitales por parte del joven de 23 años en la intermediación de una reunión de los dueños de la empresa en el Ministerio de Desarrollo para, supuestamente, participar en la licitación de un programa de construcción de viviendas populares.
El joven empresario, además, llegó a ser señalado por políticos opositores de participar también en las negociaciones para la compra de vacunas contra el COVID-19.
Los tres hijos del primer matrimonio de Bolsonaro actúan en la política: Flavio (senador), Eduardo (diputado) y Carlos (concejal en Río de Janeiro).
Además del cuarto varón, Jair Renán, fruto del segundo matrimonio, el jefe de Estado tiene también a su única hija mujer, Laura, de 11 años, con su actual y tercera esposa Michelle.
Jair Bolsonaro también será interrogado
La Policía Federal confirmó este martes que convocará al presidente brasileño a declarar en un proceso en el que se lo investiga por una campaña que mantuvo contra las urnas electrónicas usadas en las elecciones de 2018 en el país.
La investigación fue ordenada por la Corte Suprema y, en el caso de Bolsonaro, está centrada en la divulgación que el mandatario hizo de documentos secretos de la propia Policía Federal, sobre ataques de piratas informáticos a las urnas electrónicas.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) ya había aclarado en su momento que aquellos ataques ocurridos a mediados de 2018 no habían tenido consecuencia alguna en las elecciones celebradas ese mismo año, en las que Bolsonaro fue elegido presidente.
Aún así, el mandatario ha dicho decenas de veces que en esos comicios hubo “fraudes” que le impidieron ganar en la primera vuelta, aunque lo hizo en la segunda, y llegó a afirmar que tenía “pruebas” de ello, que sin embargo nunca presentó.
Esos argumentos, junto con los documentos secretos de la Policía Federal referidos a esos ataques informáticos, fueron esgrimidos por Bolsonaro a inicios de este año, cuando mantuvo una firme campaña que apuntaba a sembrar dudas en la transparencia del sistema de votación electrónico.
(Con información de EFE)
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