El gobierno transitorio de Bolivia intenta convocar a elecciones ante el cerco y bloqueo político de Evo Morales

La presidenta Jeanine Áñez enfrenta la falta de acuerdos con el MAS, que tiene dos tercios en la Asamblea Legislativa, y las intenciones del líder aymara de regresar al país para completar su mandato el 22 de enero de 2020

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(Reuters)
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La presidenta transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez, avanza contra reloj en la convocatoria a nuevas elecciones, bajo la sombra de la intención de Evo Morales de volver, con el apoyo de sus seguidores movilizados, “en algún momento” a Bolivia para completar su mandato el 22 de enero de 2020, al que renunció verbalmente hace ocho días y después de haber recibido asilo del gobierno mexicano.

El retorno de Morales al poder y a Bolivia está en sus planes desde que dimitió y desde que se fue al exterior, según su último mensaje al país y de acuerdo a declaraciones a distintos medios de prensa internacionales. El domingo de su renuncia dijo que “más temprano que tarde” volvería ser gobernante de Bolivia con el apoyo de millones de seguidores. Desde entonces no ha cesado en invocar a los movimientos sociales que lo respaldan a defender lo que ha sido su gobierno de lo que denuncia como “golpe político-policial-militar y hasta de la OEA”. Su pedido ha encontrado eco sobre todo en el sector cocalero de Chapare, en la ciudad de El Alto, y en campesinos que han realizado bloqueos de carreteras.

La estrategia de Morales para retornar a Bolivia ha sido la de contar con el respaldo de estos sectores sociales afines a su partido para endurecer un cerco sobre todo a la ciudad de La Paz, donde ya hay problemas de abastecimiento de alimentos y de combustibles, y bloquear algunas vías tranquilas troncales. Las movilizaciones a su favor han estado marcadas por actos vandálicos como el daño a un ducto en Chapare. En respuesta, el Gobierno transitorio de la presidenta Jeanine Áñez tiene movilizadas a la Policía y a las FFAA y ha denunciado movimientos subversivos. Un decreto de su gabinete les ha garantizado a los militares que pueden actuar, lo que ha sido cuestionado por dirigentes del MAS.

Diálogo, a pesar del bloqueo

Además del cerco a la sede de Gobierno y los bloqueos de carreteras por organizaciones sociales afines a Morales, la Presidenta transitoria de Bolivia enfrenta la falta de acuerdos con el MAS, que tiene dos tercios en la Asamblea Legislativa, y que es la primera vía para lanzar una ley corta que convoque a las nuevas elecciones presidenciales.

Seguidores de Evo Morales en Cochabamba, Bolivia, el 16 de noviembre (REUTERS/Danilo Balderrama)
Seguidores de Evo Morales en Cochabamba, Bolivia, el 16 de noviembre (REUTERS/Danilo Balderrama)

La semana pasada el MAS llamó a sesiones y eligió a los nuevos presidentes de las cámaras de diputados y de senadores, que son dos congresistas del partido de Morales y que provienen de El Alto, bastión del ex presidente. Lo hicieron en ausencia de la oposición, que consideró ilegal la convocatoria.

En medio de la falta de acuerdos políticos entre masistas y opositores, la Iglesia católica, conjuntamente con mediadores como la Unión Europea y la ONU, han intentado avanzar con el diálogo. Algunos de los pedidos del MAS, en las diez u once reuniones que ya sostuvieron, es la otorgación de salvoconductos para algunos de sus representantes y el retorno de Evo Morales a Bolivia.

En las últimas horas se conoció que el MAS ha vuelto a convocar este martes a una sesión de la Asamblea Legislativa, en la que no está claro si se considerará la carta de renuncia de Evo Morales o la convocatoria a nuevas elecciones. Algunos legisladores masistas insinuaron que se debe considerar el rechazo o la aceptación de la dimisión de Morales, pero otros hicieron notar que se puede buscar una salida para las nuevas elecciones, en tanto que exigen que se retire a las FFAA de las calles y se anule el decreto que respalda sus acciones.

El senador opositor Oscar Ortiz, cercano a la Presidenta transitoria, alertó que la convocatoria a la sesión de la Asamblea Legislativa es ilegal y ha deslizado que posiblemente busque rechazar la renuncia de Morales para su pronto retorno.

Entre el diálogo y un decreto urgente

En medio de la incertidumbre y el cerco de los seguidores de Evo Morales, la Iglesia volvió a llamar para las 14:30 de este lunes a una mesa de diálogo entre el Gobierno, el MAS, dirigentes políticos y de organizaciones sociales para buscar una salida que derive en la pacificación del país y la convocatoria a elecciones.

El Gobierno también ha sostenido contactos con dirigentes de movimientos sociales y llamó, sobre todo a los de El Alto, a una cita para el diálogo que lleve a pacificar a Bolivia.

Una de las posibilidades que maneja la Presidenta Jeanine Áñez es aprobar mediante decreto la convocatoria a nuevas elecciones y la conformación de un nuevo Tribunal Supremo Electoral, si no prospera el diálogo con el MAS para hacerlo mediante la Asamblea Legislativa, que está manejada por el partido de Evo Morales.

En la mañana de este lunes, el ex presidente Jorge Quiroga apareció para proponer un decreto que convoque a las nuevas elecciones, sin que se tome en cuenta al Legislativo, considerando el bloqueo político del MAS. Lo hizo amparándose en el antecedente que ocurrió hace 15 años en la presidencia transitoria de Eduardo Rodríguez Veltze, cuando se presentó una situación similar y especial.

Este lunes continuaron en Cochabamba las movilizaciones de seguidores de Morales, mientras que en El Alto sigue un paro, que demanda la renuncia de Jeanine Áñez. De su lado, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, llamó a una conferencia de prensa para denunciar que la vida de la presidenta transitoria está amenazada por grupos subversivos.

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